Las encuestas y el resultado de la elección (5-jul-09)

Debo confesar que según los datos que habíamos venido recabando a través de encuestas, desde diciembre 2008 y hasta 10 días antes de las elecciones (5 julio 2009), en todos los indicadores se podía apreciar una cómoda ventaja del candidato del cuarto distrito (Jorge Herrera Caldera).

En lo particular, esperaba que estos datos se cerraran a 15 o 18 puntos de ventaja, pero, la tendencia estadística que traíamos -de amplio margen- se consolidó al final a favor del PRI a nivel local. Las encuestas nacionales hicieron lo propio con los datos agregados.

Podemos concluir que los ciudadanos emitieron su voto de acuerdo a la percepción de los hechos concretos que viven día con día. En este contexto, cada partido debe analizar lo que hizo bien y lo que hizo mal o dejó de hacer. Esa es la lectura que debemos dar. Así de simple, así de tajante. En una competencia, cualquiera que esta sea, hasta en la matatena, hay ganadores y perdedores. No hay vuelta de hoja.

En términos estadísticos ha sido una labor impecable de varias encuestadoras a nivel nacional y local; eso habla de la seriedad y profesionalización de estas empresas, incluída la nuestra, por supuesto.

Como profesionales de este ramo siempre somos cuestionados acerca de la veracidad de los datos que arrojamos, y esta elección es un ejemplo más de que con información científica, sistemática y rodeado de capital humano de amplia capacidad, las encuestas bien hechas son confiables y de mucha ayuda para las estrategias que cada partido toma en su campaña.

Por ello, a todos los que voluntaria o involuntariamente colaboraron con este trabajo, a los encuestadores, a mi equipo de staff que nunca me abandona, los mismos que nunca se rajan -como decía mi tio Chito- les debo este reconocimiento.

Incluso a todos los detractores de las encuestas, sin sus ataques y diatribas, tampoco hubiera sido posible demostrar con resultados concretos que las encuestas son una realidad, que para bien o para mal, contribuyen en la consolidación de nuestra incipiente democracia.

A los ganadores, yo recomendaría que se pusieran las pilas acerca de lo que se prometió en esta campaña, tienen un enorme compromiso con la sociedad que ayer votó a su favor; a los vencidos, sugiero un acto de contrición, un yo pecador, 10 Aves Marías y dos padres nuestros y, por supuesto, una tarro grande de vaselina, pa que resbale.

Leonardo Alvarez

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