miércoles, 27 de agosto de 2008

Innovando en la gestión pública

Esta semana me llamaron la atención dos anuncios ligados al Gobierno, y a pesar de ser de naturaleza muy distinta (uno federal y otro municipal), no dejan de asombrarme por la trascendencia de su mensaje. Los dos tienen que ver con la utilización de fondos públicos para solucionar un problema social específico, pero contrastan en su lógica económica.

En primer lugar, quiero referirme al anuncio que hizo la Secretaría de Hacienda en relación al incremento presupuestal que se prevé en los dineros del siguiente año para fortalecer el Acuerdo Nacional sobre Seguridad Pública. Más recursos para combatir al crimen organizado parece ser la estrategia. En segundo lugar, me refiero al primer informe de gobierno que pronunció el alcalde Jorge Herrera Caldera, demostrando que no es necesaria tanta pantomima y alharaca para presentar los resultados de un año al frente de la administración municipal, y que, los recursos que se hubieran aplicado en el gasto del informe se aplicarían en una obra social. La explicación de ambos anuncios por muy simple, sencilla, ridícula que a usted le parezca, tiene que ver con una noción básica que utilizan los economistas: la fungibilidad.

La fungibilidad de un medio de intercambio como es el dinero, significa que, aunque tenga usos alternativos, el dinero que se utilice para satisfacer una necesidad determinada, no podrá ser destinado para satisfacer ninguna otra. Dicho de otra forma, el costo de oportunidad del dinero es inapelable.

Lo que hizo el ayuntamiento de Durango es valiosísimo tomando en cuenta tantas necesidades por cubrir y tantos problemas por resolver en nuestro país. Un gesto como el que mostró el alcalde -y quien haya recomendado estas acciones- es importantísimo. Se trata de una “novedad” que está fuera de todo pronóstico y de toda lógica, y eso debe reafirmar la confianza ciudadana respecto al proyecto de Herrera Caldera.

Obviamente, los retos son mayúsculos. Pero esto es algo que deberán implementar todos los políticos y todos los gobiernos. Tan solo basta enumerar algunos de los problemas que se tienen que solucionar hoy urgentemente en nuestro municipio: inundaciones, baches, inseguridad pública, drenaje, agua potable, alcantarillado, alumbrado público, pavimentación… son sólo algunos de los problemas que atiende el municipio permanentemente. Medir y ubicar el costo de oportunidad del presupuesto público es el problema.

Siendo honesto, tenía mis dudas respecto de la estrategia publicitaria que se le dio al principio a este informe municipal. Estaba seguro de que se trataba de una campaña mediática más, anunciando con bombo y platillo por todos los medios posibles y a todas horas que el informe resultaría austero, para que al final, ese gasto resultara excesivo inútilmente y fuera “atole con el dedo”, como suele ser todo lo que anuncia el gobierno. Obviamente, esto lleva un trasfondo político, sin duda. Sin embargo, han dejado esta parte de la ecuación a la ciudadanía.

En contraste, por ejemplo, me parece innecesario el excesivo recurso que gastó el gobierno del estado en las campañas mediáticas para refrendar el éxito de la Feria Nacional de Durango. Este tipo de juicios hay que dejarlos a la gente, pues cuando la gente habla, para bien o para mal, siempre emitirá la opinión más honesta y más sincera; en cambio, un anuncio publicitario inducido pone de manifiesto exactamente lo contrario: incertidumbre, desconfianza.

No obstante, siempre hay que estar preparado para desconfiar de cualquier solución, sea “original”, “alternativa”, “innovadora” o fruto de alguna distorsión semántica. En verdad, el tema de la fungibilidad del dinero no es otra cosa que la versión monetaria de la explicación de los fundamentos de la economía, ciencia que estudia la forma de asignar los siempre escasos recursos disponibles, para satisfacer las ilimitadas necesidades humanas. Ahora solo nos queda atestiguar si el abanico de obras que ha desplegado el municipio por toda la ciudad, va a poderse consumar con la prueba de agua que les está poniendo la naturaleza, pero eso es un tema que se debe tocar desde otra perspectiva y en otra colaboración, por supuesto.

Cualquier comentario o sugerencia con esta columna fungible, por favor enviar un correo a: leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx, o en el sitio web: http://www.leonardoengd.blogspot.com/

domingo, 17 de agosto de 2008

Cuando despertó, el bebesaurio estaba allí…

Parafraseo al inolvidable Augusto “Tito” Monterroso, escritor hondureño acaecido en nuestro país en el 2003, y maestro del cuento y del relato breves, como una expresión de crítica a la penosa exhibición que dieron los jóvenes “líderes” de Durango la semana pasada frente al Gobernador.

No era para menos el enojo del Mandatario: el hecho sólo de adular y lambisconear y desaprovechar la oportunidad de presentar propuestas concretas de desarrollo, fue suficiente para motivar que los llamara “bebesaurios” y los exhortara a cumplir con una responsabilidad que a todas luces están despreciando. En pleno día internacional de la juventud.

Desde mi perspectiva, este hecho debe ser tomado con mucha seriedad y debemos reflexionar sobre el papel que las nuevas generaciones estamos desempeñando para bien de nuestra comunidad y del futuro de nuestros hijos. En este sentido, reconozco que he sido muy critico en otros artículos sobre el desempeño del gobierno del estado, pero en esta ocasión, este llamado de atención del propio gobernador, me ha llenado de muchas satisfacción y bien merece reconocérsele, pues los jóvenes no terminamos de entender que somos precisamente los responsables de darle la vuelta -cualitativamente hablando- al magro desarrollo que por generaciones hemos cultivado en nuestra entidad.

Si algo nos ha demostrado esta generación que encabeza Ismael Hernández Deras, es precisamente que se están cambiando las formas tradicionales de cómo nos educaron los antiguos políticos o los antiguos caciques dueños de la entidad. Y esto no lo están entendiendo nuestros actuales líderes juveniles. Desde la trinchera que nos corresponda debemos de ser capaces de continuar esta transformación: mejorando las oportunidades de trabajo; cambiando la forma corporativa de pensar las organizaciones juveniles, no empeñarnos en buscar empleo o “chamba” pero si en generar ideas que produzcan nuevos negocios o nuevos productos; siendo críticos y propositivos en las aulas universitarias y luego en la vida profesional.

Lamento que esta generación que es la llamada “Generación X”, que ha crecido con el X-Box, el Wii, el Big Brother, RBD o el Supernintendo, crea que el acceso a las aulas universitarias o diferentes cargos “honorarios” sea una moda o un regalo divino. Sin embargo, mucho me temo que el de los jóvenes no es el único caso de una enfermedad llamada “Panegirismo” en Durango. Habrá que revisar cómo se expresan y qué proponen algunos líderes de partidos políticos, de cámaras empresariales y de la mayoría de los funcionarios públicos, e incluso de catedráticos universitarios que, desgraciadamente, hoy son ejemplo de estos jóvenes. La realidad es que les han enseñado a pedir pero no a ofrecer. Ojala que pronto conozcamos una cascada de propuestas para mejorar a la entidad y no sólo veamos las eternas e interminables borracheras de las sociedades de alumnos de cada semestre, por citar solo un ejemplo.

Afortunadamente, no todo es un trago amargo en el tema de jóvenes emprendedores. Lo digo porque también se llevaron a cabo dos eventos que involucran directamente a los jóvenes en esta semana, que están coadyuvando y demostrando que el gobierno no es el único responsable en el tema de la generación de empleos, y eso me tiene muy contento y muy motivado en estos días:

El primero fue el Acuerdo para la Competitividad y el Empleo que encabezó el municipio de Durango con la instalación del Consejo Municipal de Desarrollo Económico (COMDE), el pasado lunes 11 de agosto. Ojala que no se convierta en una entelequia y efectivamente sirva de coordinación y enfoque para impulsar a los diferentes organismos involucrados en la generación de empleo, y se pueda conformar un frente común para bajar más recursos fiscales no solo para obra pública, sino para el apoyo a iniciativas empresariales y nuevos negocios. En este sentido, recuerdo que a través del grupo GD Innovaciones, al que pertenezco igual que otros jóvenes de muy diversa formación profesional, externamos en distintos foros la necesidad de establecer una Secretaría Técnica que le diera seguimiento al propio Consejo Estatal de Desarrollo Económico, cuando recién comenzaba esta administración; hoy, el objetivo es crear los Consejos Municipales, y nos parece que sigue habiendo un vacío en el seguimiento de acuerdos interinstitucionales y, por tanto, corren peligro de convertirse en reuniones públicas más de propaganda política que de cumplimiento de objetivos concretos. Pero, sin duda, es el camino para comprometer a todos los involucrados en el tema del empleo y no solo al Gobierno. Eso es muy relevante.

El segundo evento tiene que ver con la entrega del Primer Premio Durango Hacia la Calidad, encabezado y promovido por Guillermo Mena Vázquez, Presidente de CANACINTRA Durango, y coordinado por Roberto Huerta Stevenson, Presidente de Jóvenes Empresarios de COPARMEX, ambos jóvenes muy comprometidos con el tema emprendedor, finalmente culminaron uno de esos eventos que, desde mi perspectiva, marcarán una nueva etapa en el sector empresarial de nuestro Estado. La trascendencia de este premio, simple y sencillamente, radica en la aplicación de las mejores prácticas administrativas y empresariales para consolidar empresas de calidad. El premio consiste en aplicar de manera interna en las empresas que participan, practicas administrativas de modelos probados científicamente en Estados Unidos, Europa y Asia, es decir, las mejores practicas en los negocios alrededor del mundo, lo que constituye un parteaguas en el tema de calidad en Durango. Enhorabuena y felicitaciones a estos dos entusiastas emprendedores, ojala puedan contagiar a más jóvenes para lograr transformaciones como esta.

Por eso estoy de buen humor. Estos dos eventos, sin duda, confirman que el trabajo facilitador de los tres niveles de gobierno sumado a las iniciativas concretas de varios jóvenes emprendedores, demuestra que en Durango se puede trabajar por el empleo desde una perspectiva “privada” y no solamente pública.

Cualquier comentario con esta columna por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/