domingo, 28 de febrero de 2010

Claves sobre el empleo y la ocupación en Durango.

Recientemente, se suscitó una enorme controversia por las cifras y porcentajes que arrojó la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del cuarto trimestre de 2009, que publicó el INEGI. Más de 43 mil desempleados durante el cuatro trimestre en Durango.



Por principio de cuentas, la verdad, nuestras “autoridades” en la materia no saben nada al respecto y opinan de acuerdo a su posición política. De acuerdo a lo que deben decir para no ofender a su patrón. Que lamentable.


Increíblemente, quienes tienen trabajo gracias al gobierno del estado salieron a desestimar las cifras del INEGI. Nos encontramos con argumentos que no solo reflejan ignorancia, sino que desestiman el trabajo profesional de cientos y miles de especialistas entre encuestadores, matemáticos, actuarios, economistas, por citar solo unos cuantos.


Pues bien, de un plumazo y con una declaración insensata, un constructor, un funcionario de gobierno y demás aplaudidores de la administración, deciden descalificar la ENOE como: “…una simple encuesta en hogares que no refleja la realidad de Durango….” Otras linduras declaradas fueron: “…las cifras del IMSS son más confiables…” “…es que consideran a personas de 14 años en su encuesta….”


Las cifras de la ENOE tienen una metodología probada científicamente y se rige bajo rigurosos estándares internacionales -deberían leer la metodología y dejar su libro vaquero en el buró-. Es una encuesta que se hace en hogares, entre cuatro y seis meses, en la que dan seguimiento puntual a un número de familias del país, en todos los estados de la República, que refleja una realidad nacional en temas de ingreso, salud, salarios y, obviamente, ocupación. Me parece que todos los que desestimaron la encuesta viven en Finlandia, Noruega o Suecia, porque de lo que hablan no tienen idea.


Durango tiene una estructura poblacional de 1 millón 552 mil 476 habitantes en la entidad. De los cuales 1 millón 98 mil 646 personas se consideran población en edad de trabajar (14 años y más). De estas personas, 54.9% (602,685) se consideran Población Económicamente Activa (PEA). De este número (7.2% como Tasa de Desocupación) arrojaron 43 mil, 332 personas desocupadas en el cuarto trimestre de 2009. Por efecto estacional, es normal que la tasa de desocupación sea elevada durante el cuarto trimestre de cada año; más aún, por la crisis económica que también nos pega a nosotros. El desempleo es cíclico, y en una entidad como Durango, donde el empleo formal proviene en su mayoría de la burocracia, es natural que tenga estas variaciones.


Es correcto que las cifras del IMSS difieren respecto al INEGI, sobre todo, por la evidente expansión de la obra pública que hay en la entidad. Pero no reflejan un crecimiento de los empleos en la iniciativa privada: en el comercio, la industria o los servicios. Es porque hay obra pública y los constructores están dando de alta a sus trabajadores. Las cifras del IMSS son un simple registro de los trabajadores que son inscritos en el seguro social por cada patrón. Este registro patronal, representa entre el 25 y 30% del mercado de trabajo total de la entidad. Es decir, una tercera parte (170–180 mil personas) de la PEA que en Durango es de 602 mil, 685 personas en posibilidades de tener un empleo.


Por ejemplo, en enero de 2010 los trabajadores en el IMSS (permanentes y eventuales) alcanzaron los 177 mil 299 personas. Es decir, 5 mil 758 más personas registradas en el IMSS que en enero de 2009. Un crecimiento de 3.36% entre enero 2009 y enero 2010. De estas cifras sí hablan y hacen alarde los defensores de la administración. Estas cifras son las que si valen.


Pero aún y con este registro positivo durante el último año en Durango, mantenemos un déficit de 3 mil 690 empleos respecto a los niveles de empleo que se obtuvieron en la mejor etapa de esta administración (mayo 2008=180,989 trabajadores). Deben ser objetivos y conscientes de la situación y no desestimar el trabajo serio de una institución como el INEGI.


Algunas claves para entender la estructura poblacional en nuestra entidad:

• Todos los que en Durango desestimaron la encuesta del INEGI viven en Finlandia, Noruega o Suecia, porque de lo que hablan no tienen idea.
 • Por efecto estacional, es normal que la tasa de desocupación sea elevada durante el cuarto trimestre de cada año; más aún, por la crisis económica que también nos pega a nosotros.
 • El desempleo es cíclico, y en una entidad como Durango, donde el empleo formal proviene en su mayoría de la burocracia, es natural que tenga estas variaciones.
 • El IMSS es un registro patronal y representa entre el 25 y 30% del mercado laboral existente en nuestra entidad.
 • De acuerdo a este registro, tenemos una ganancia de 5 mil 758 empleos entre enero de 2009 y enero de 2010, pero, un déficit de 3 mil 690 empleos respecto al mejor año de la administración en la generación de empleo (mayo 2008).
 • La tasa de desocupación es un indicador del equilibrio del mercado laboral y no de bienestar social.
 • La tasa de desocupación para Durango en el cuatro trimestre de 2009 fue de 7.2% que equivale a más de 43 mil personas que se ubican en la PEA y no tienen empleo. Somos el cuarto lugar nacional.


Leonardo Alvarez

sábado, 13 de febrero de 2010

Expectativas favorables de los especialistas en economía para 2010

Mensualmente, Banco de México recaba la encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado. En el mes de enero 2010, los resultados de dicha encuesta muestran un ajuste positivo en todos los renglones de actividad productiva para nuestro país durante el presente año, destacando los componentes de la demanda interna, como son: PIB, Inflación, Tasa de interés y Tipo de cambio. Sin embargo, prevalece en el ánimo de los consumidores privados cierto pesimismo respecto de dicha recuperación.




Con respecto al PIB, al no existir todavía cifras oficiales al cierre 2009, los analistas estiman que la economía cayó el año pasado (-)6.9%; al mismo tiempo, pronostican una recuperación del PIB en 2010 por 3.3%, en promedio, arrastrado, sobre todo, por el resultado de la economía en el segundo y cuarto trimestre (4.48%) y (3.68%), respectivamente. Sin duda, una estimación conservadora respecto de los anuncios hechos por Calificadoras internacionales como Standard and Poor´s, Moody´s...


En lo referente a la inflación general, los analistas entrevistados anticipan que, en enero de 2010, la inflación general ha sido de 0.98%, y que para el cierre 2010, será de 4.93%. Ésta será impulsada por un crecimiento del consumo privado y la inversión pública de 3% y 4.4%, respectivamente.


En cuanto a los niveles que se anticipan para las tasas de interés, las expectativas se revisaron ligeramente a la baja en comparación con la encuesta previa. En particular, los analistas prevén que la tasa de interés del Cete a 28 días al cierre de 2010 se ubique en 5.46%, sobre todo, para controlar el circulante y mantenerse en la meta inflacionaria prevista por el BANXICO.


Las estimaciones para los niveles del tipo de cambio del peso con relación al dólar estadounidense al cierre de 2010, volvieron a ajustarse a la baja como en la encuesta anterior. Se estima para el cierre del presente año, que el tipo de cambio se sitúe en $12.97 pesos por dólar. Lo que estabilizaría el peso, dificultaría la recuperación del sector exportador, las remesas y el turismo, pero, a costa de controlar la inflación.


Come verán, a pesar de las expectativas favorables de los especialistas respecto de la recuperación económica, destaca el fuerte contraste contra lo que perciben los consumidores privados. Mientras el índice de confianza de los especialistas se ubicó, en enero, en 146 puntos, que anticipa un buen ambiente para los hombres de negocios en 2010, el índice de confianza del consumidor se ubicó apenas en 81 puntos, lo que pone en evidencia la mala percepción de los empleos, los salarios y el consumo para el sector privado. No cabe duda que somos una economía de contrastes.

Leonardo Alvarez

Era previsible el incremento de precios.


El mal clima que afectó a los productos agropecuarios, sumado al alza en impuestos, gasolinas y gas provocaron que en enero la inflación regresara a niveles que no se veían desde hace 10 años. Si algo faltaba para aderezar el pastel de la reforma fiscal del 2009, era la intromisión del mal tiempo. No cabe duda que el presidente Felipe Calderón lleva tiempo sin ángel de la guarda.


El Banco de México informó que en el primer mes del año, los precios al consumidor subieron 1.09%, con lo cual, en dato anualizado, se colocó en 4.46% La última vez que subió la inflación por arriba de 1% fue en enero del 2000, cuando se colocó en 1.34%. Los analistas esperaban un promedio de 0.5, 0.8% en sus estimaciones. Banamex, destacó que aun así el resultado anual está dentro del intervalo establecido por el banco central para el primer trimestre de entre 4.25 y 4.75%.


Para eximir un poco al Gobierno Federal de éste drástico incremento, hay que informar a los ciudadanos que, por un lado era previsible que en enero se realizaran ajustes en los precios por efecto de los nuevos impuestos y el aumento de las gasolinas; en teoría, se esperaba una escalada inflacionaria; sin embargo, el mal clima vino a complicar el escenario para la Secretaría de Hacienda y el Banco de México que ahora tienen que cargar con el impopular e inesperado incremento.


Por otro lado, debemos considerar el efecto de la “Inflación Subyacente” que opera en productos de temporada como las frutas y las verduras. Tan solo en enero incrementaron 2.54%. Seguramente en los meses subsecuentes, pasado el invierno, sobre todo, los precios en estos productos tenderán a estabilizarse y con ello, regular el INPC. Esto supone una lenta y larga asimilación de parte de empresarios y consumidores. No obstante, las estimaciones sobre la inflación al final del año llegan a 5.44%, un punto porcentual por encima de lo previsto por nuestras autoridades monetarias.


Esto es un llamado de atención drástico a la Secretaría de Hacienda y al Banco de México. Nuestro país, artificialmente, lleva no menos de 5 años subsidiando las gasolinas, con lo cual, están sosteniendo la poca competitividad con que opera PEMEX, en tanto se discute, se reforma, y se vuelve a discutir, la posibilidad de abrir la puerta a la inversión extranjera a la paraestatal, o por lo menos hacerla más eficiente. La verdad, con un presidente subordinado al poderoso sindicato petrolero, no hay mucho que esperar al respecto.


Lo que nos lleva a reflexionar sobre el tipo de gobierno que necesitamos los mexicanos y entidades como la nuestra. Ante un escenario recesivo, de baja recaudación fiscal, y de muy pobre articulación económica interna, requerimos de estructuras públicas que promuevan la inversión productiva y no solamente cultiven el asistencialismo.


En esta ocasión, además de los impuestos, los precios de las gasolinas y el gas, el mal clima vino a complicar más el escenario sobre los precios. Es momento de preguntarnos qué tipo de país es el que necesitamos: un modelo económico que privilegia el asistencialismo o la generación de riqueza.


No cabe duda que nuestro país lleva tiempo sin ángel de la guarda. Lo que me queda claro es que el clima mejora y cambia porque obedece a factores de la naturaleza, pero lo verdaderamente dramático es que las leyes que cambian a cada rato quienes administran nuestros impuestos, están subordinados a la naturaleza irracional de partidos y posiciones políticas. Es absurdo, pero en un país como el nuestro es cotidiano.

Leonardo Alvarez

jueves, 4 de febrero de 2010

Simplemente no embonan...

El tema de las alianzas es algo incalificable. Al menos como están planteadas en el contexto actual.


Cómo te explicas que en estos momentos el Presidente, a través de la PRG lanzó una controversia constitucional contra la reforma al Código Civil del DF que permite matrimonios monoparentales, en pleno rechazo a las políticas perredistas en el DF y, mientras tanto, los líderes nacionales de éstos mismos partidos dan protesta a “Candidatos en Coalición” que rompen con sus partidos de origen para luchar, ahora sí, a favor de los ciudadanos.


No soy político, por lo menos tengo un título profesional que me permite dedicarme a una actividad laboral honesta y seria. Además, más de ocho horas diarias las dedico en tratar de desquitar, con creces, la inversión que hicieron mis padres precisamente en mi educación a largo plazo. Esto me permite expresar opinión de manera objetiva, clara, sin atajos o sentimientos partidistas.


En este sentido, desde mi óptica, no entiendo el accionar de personajes como José Rosas Aispuro, o cualquier persona que en las mismas condiciones abandona a la institución que lo forjó bajo las mismas reglas que hoy descalifica. ¿Acaso la política es el arte de jugar limpio? ¿Esperaba jugar a las muñecas? ¿Cómo la jugó contra Carlos Herrera Araluce?

¡Estoy hasta la madre de escuchar lo mismo de los resentidos!:

El grupo de poder no abre espacios…
Imponen candidatos…
No hay condiciones democráticas…
Vivimos en un estado gobernado por el mismo partido durante 80 años…


Se supone que ellos son los que se dedican a la política y son los que deben abrirnos y abrirse espacios, pero, sin vulnerar sus principios. Veremos a José Rosas Aispuro como a un Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho, como Andrés Manuel López Obrador, como Ricardo Monreal o, el mismo Cuauhtémoc Cárdenas. Por lo menos algunos de ellos formaron nuevas opciones, nuevos partidos, pero es lamentable que de buenas a primeras se vayan con la oposición, incluso, por encima de sus preceptos políticos con los que se formaron. No se identifican con los mismos principíos. Son, a mi ver, políticos villamelones.


¡Qué estamos haciendo los que no estamos identificados con ninguna de las opciones existentes! Me parece que es hora de comenzar a trabajar como las hormiguitas.


Estoy convencido que para operar un cambio de paradigma como el que plantean las coaliciones, debe gestarse desde abajo, de la nada, rompiendo los esquemas y nunca desde una opción ya existente. En todo caso, sería como reciclar un trasto sucio para volverte a servir comida cuando ya te has hartado de la que has comido durante toda una vida. Solo que hoy cambiaste a la cocinera pero usas los mismos trastos.


Hacen falta opciones frescas, innovadoras, sin ataduras conceptuales como las que hoy defienden sociedades conservadoras y arcaicas como en la que vivimos; sin las izquierdas beligerantes y recicladas; y, sin los partidos que no se definen como los priístas ni como de derecha ni como de izquierda, sino todo lo contrario.


¿Quien dirige el PRD? Priístas resentidos
¿Quién dirige al PAN? Yuppies, conservadores, fundamentalistas de bajo perfil
¿Quién dirige al PT? ….híjole, un personaje como Gonzalo Yáñez.
¿Quién dirige al PRI? Los que desean que las cosas permanezcan como hasta ahora, los que necesitan mantener sus privilegios.


Y, ¿Dónde estamos los ciudadanos?…En medio del riesgo de las campañas negativas, de que la violencia sea exacerbada por el manejo del ejército y la irrupción del crimen organizado; Michoacán, Juárez, Tamaulipas... El choque entre el gobierno federal y estatal es inminente. El escenario es una guerra sin cuartel. Muy complicado.

La fórmula Aispuro – Dorador ¿Impactará en votos? No lo sabemos. Se puede medir, estimar, pero eso se conocerá el 4 de julio próximo. El gran perdedor, desde hoy, es Acción Nacional porque tendrá que repartir espacios. Aispuro hará su campaña, con su gente, y no habrá coordinación política. Los cuadros de Aispuro se han fraguado en las batallas políticas y lo saben hacer bien; los de Acción Nacional están huérfanos, sin experiencia ganadora, sin gente brillante o carismática que impulse su campaña.


¿Qué tanto se resquebrajó el priísmo con la salida de Aispuro? Tampoco lo sabemos. Mi vaticinio es que se compactará el PRI y se preservará como institución política. No creo que haya desbandada porque pierden sus privilegios. Hay muchos intereses y cotos de poder que deben mantenerse. Para ellos no hay opción distinta a la victoria. La diferencia con respecto a la Coalición es que dentro del PRI si habrá coordinación. Ya después de las elecciones tendrán tiempo de hacerse pedazos.


El tema de las alianzas es algo incalificable. Al menos como están planteadas en el contexto actual. Simplemente no embonan.


Leonardo Alvarez