domingo, 26 de agosto de 2007

Estructura del Gasto 2007 en el Gobierno del Estado de Durango.

Como ya lo había anticipado en mi anterior colaboración, el día de hoy analizaré de manera general la forma en que el Gobierno del Estado de Durango estructuró el presupuesto de Egresos 2007.

Como sucede por la vía de los ingresos, es natural que la forma en que el gobierno gasta los dineros no sea la que corresponde a un estado que requiera generar mayores empleos o articular cadenas productivas de manera más sólida. La razón más lógica es el cúmulo de compromisos hereditarios que tiene el gasto público, vía partidas presupuestales de la burocracia, el magisterio y algunos rubros que, o son obsoletas, o están destinadas en actividades poco trascendentes y que presumen un gasto innecesario para el gobierno.

En el marco de la discusión de la nueva reforma hacendaria, y de las expectativas que tenemos como estado para reorganizar nuestras finanzas públicas si prospera el ánimo federalista del gobierno de Calderón, es de suma importancia el presupuesto estatal que se vaya a generar para el año 2008 y los subsecuentes. Recordemos que parte de los proyectos que sin duda podrían ser insignia del gobierno de Ismael Hernández Deras son las carreteras: Mazatlán, Fresnillo, Parral y aún no se ve muy claro el panorama en materia de presupuestos.

Y, no obstante que el actual gobierno introdujo como novedad la conformación del “Presupuesto Participativo”, a ciencia cierta, los ciudadanos nunca pudimos comprobar si la consulta pública realizada en cada uno de los tres años anteriores finalmente se haya respetado tal como los ciudadanos eligieron. (A mi no me tocó contestar una sola de las encuestas). Si hacemos un poco de memoria los rubros siempre han sido: Seguridad, Empleo y Obra Pública, en ese orden.

Pues bien, tomando en cuenta las anteriores variables: la reforma hacendaria, el presupuesto participativo (prioridades) y el poco margen de maniobra de los dineros, analicemos la estructura de los gastos presupuestados para 2007:

El gobierno ejercerá al 31 de diciembre de este año 12 mil 496.35 millones de pesos (mdp), de los cuales, si tomamos en cuenta la distribución por poderes, tenemos que 97.9% de los recursos serán ejercidos por el Poder Ejecutivo. De este dinero 51.92% corresponde a fondos de aportación federal, 33% a erogaciones a nivel gobierno (burocracia, gasto corriente, presupuesto por dependencias), y 12.5% directo al magisterio. (Cuadro 1).


Ahora bien, si analizamos la clasificación por objeto del gasto del presupuesto del estado, tenemos que del gran total, 49% (6,008.73 mdp) será gastado en presupuesto directo, es decir, dinero que será destinado prácticamente en gastos de operación del gobierno. Destacan los servicios personales o salarios de la burocracia y el magisterio, con 19% del total del presupuesto. Sin embargo, si tomáramos en cuenta sólo los recursos como presupuesto directo este porcentaje subiría a 39.6% de los recursos directos. Y mire que Durango no es un estado que destaque nacionalmente en salarios de la burocracia ni a nivel empresarial, lo que sucede es que en realidad un alto porcentaje de los profesionistas laboran para el gobierno. Sobresalen también los rubros de subsidios y aportaciones, y las participaciones a los municipios con 9.4 y 8.9% del total del presupuesto, de los cuales no sabemos a ciencia cierta si se van a cubrir gasto corriente en los municipios. Por ahí sólo con 0.20% está contemplado el gasto en proyectos de inversión y prestación de servicios que debería ser un rubro más importante. (Cuadro 2).


Finalmente, analicemos la clasificación administrativa o por dependencia del gasto público estatal en 2007. (Cuadro 3).


Llama la atención que de 17 dependencias registradas dentro del Poder Ejecutivo, el magisterio (1,569.1 mdp) ocupa el segundo lugar en el ejercicio del gasto, por debajo de las erogaciones a nivel gobierno 80% (9,882.9 mdp). Supongo que éstas “erogaciones” son resultado de combinar los fondos de aportación del gobierno federal con los recursos estatales para obra pública e infraestructura. Ojala que así sea.

Sin embargo, si usted analiza en perspectiva esta distribución de recursos, verá claramente que las prioridades del gobierno y las de la gente común (Presupuesto Participativo) no corresponden fielmente con las necesidades de la realidad. En otros estados de la república esa clasificación es inversa, es decir, le dan prioridad a estructuras de promoción industrial o turística, o investigación y desarrollo, incluso en apoyos a la agricultura. En nuestra entidad, lamentablemente no.

Aparentemente, podemos deducir que sólo 20% de los recursos que se destinan al Poder Ejecutivo serán ejercidos para gasto corriente, pero aún así no podemos concebir un ejercicio del gasto donde la comunicación social rebase oficinas como SEDESOE o SEDECO que deben contar con personal e infraestructura de primer nivel para trabajar.

Resultaría ingenuo pensar que se podrá resolver de un plumazo o con una tablita en Excel un asunto de congruencia presupuestal como este. Hace falta además del compromiso real de nuestros gobernantes una decidida participación ciudadana. Súmele voluntad política departe de nuestros legisladores quienes finalmente aprueban los presupuestos.

Pero -sólo por poner un ejemplo-, por lo menos la anterior legislatura nos demostró que no le interesaban este tipo de asuntos. El Congreso aprobó mayor presupuesto para elecciones locales y aumentó el número de legisladores. La lógica política siempre está por encima de la lógica económica. ¿Usted cree que debemos confiar en ellos? ¿Usted cree que cambiará la estructura tradicional de nuestro presupuesto?

Leonardo Alvarez es Economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C., cualquier comentario por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/



domingo, 12 de agosto de 2007

Estructura de los ingresos fiscales del Estado de Durango en 2007.

Buen día estimado lector, hoy analizaré la estructura general de los ingresos totales que el Estado de Durango ha registrado en este año 2007. Desde mi punto de vista, los ingresos públicos estatales acusan un diseño o estructura que no se adecua a las necesidades de inversión que requiere un estado como Durango. La existencia de partidas tradicionales y casi por decreto en sectores que no impactan el desarrollo de inversión productiva, innovación o tecnología, restan margen de maniobra al presupuesto estatal, evitando así una mejoría notable en la economía de los duranguenses.

Como apuntaba la semana pasada, los criterios principales que esgrime la federación para distribuir los ingresos públicos de manera “equitativa” más no justa entre las entidades, principalmente se centran en dos variables que son fundamentales: el nivel poblacional y la aportación de las economías estatales al PIB Nacional. Hay otras variables, pero, sin duda, estas dos son las fundamentales.

Hay que aclarar que la distribución que hace la federación es equitativa desde el punto de vista de un estado como el nuestro, por que al igual que otras entidades de la república dependemos de los estado más prósperos del país, de tal suerte que en relación a los ingresos públicos, el número de habitantes y nuestra aportación al PIB nacional, ocupamos el honroso lugar 24 a nivel nacional (Cuentas Nacionales del INEGI). Desde este punto de vista, los recursos que la federación destina para Durango son equitativos.

Por el contrario, para estados que aportan mayores recursos vía impuestos a la hacienda pública federal, y que gozan de una densidad poblacional alta y un PIB por encima de la media nacional, esa distribución es injusta. De ahí que haya mucho interés en cambiar las formulas de distribución fiscal. Para estados fuertes como el Estado de México, D.F., Nuevo León, Jalisco o Baja California, si la reforma fiscal prospera en términos de “justicia”, ese cambio sería benéfico para ellos, no así para los que nos encontramos por debajo de la media nacional en esos rubros.

Ahora bien, no pocas veces nos hemos preguntado a qué obedece que la situación de un estado dotado de importantes recursos naturales siga estancado respecto de otras entidades de la república. En lo personal, no me gusta dar el argumento tradicional de que no hemos aprovechado como debe ser los importantes recursos naturales que tenemos: forestales, mineros, agropecuarios, entre otros. Creo que sí los han explotado, sólo que muy pocas empresas y muy mal, pues ya se los están acabando.

Es decir, no figuramos en los primeros sitios más que en la producción de tres o cuatro productos y eso en aspectos primarios: producción maderable (cada vez más escasa); frijol, becerro en pié, oro, plata, entre los principales recursos en los que figuramos a nivel nacional por lo menos en la estadística. Prefiero argumentar una cosa más simple: tenemos un problema de baja densidad poblacional y poco valor agregado a nuestra producción primaria. Ahí están las cifras de población y PIB que mencionaba anteriormente.

De modo que, la prosperidad de un estado o una región depende de los esfuerzos que el gobierno haga apuntalando las actividades estratégicas con la que cuenta de manera natural, combinando sus presupuestos de forma inteligente con el esfuerzo paralelo de ciudadanos y empresas, cerrando así el ciclo económico fundamental.

Lo poco o mucho que el gobierno estatal haga con los recursos públicos totales, para el caso de Durango al son de 6.34% de origen propio y 93.66% de origen federal a través de las participaciones fiscales (Ley de ingresos 2007 para el estado de Durango), depende de la forma como distribuya sus ingresos para impactar las actividades productivas. (Cuadro 1).


Por ejemplo, debe invertir recursos junto con los empresarios locales para que la producción primaria sea más rentable y escale a niveles industriales con alto valor agregado. Debe incentivar el uso de tecnología y realizar inversiones que atraigan capital nacional y extranjero. El problema es que hemos adolecido de gente visionaria en los puestos de poder desde hace 50 años atrás, y eso es triste y lamentable.

Lo que el estado está tratando de hacer hoy (2007) con los pocos recursos públicos que tiene: modernizar la infraestructura física y comercial de las ciudades, ampliar la red carretera, impulsar mejores comunicaciones, y darle identidad propia a sus ciudades, lo debieron haber comenzado desde hace mucho tiempo los políticos y empresarios de antaño. De modo que hoy los costos de oportunidad del gobierno son altísimos, por lo que tiene que comenzar por el principio: la generación de infraestructura.

A esta lamentable situación debemos sumarle la configuración obsoleta que el sector público a heredado con el paso de los años. Me refiero a los rubros o partidas que con el paso del tiempo se han hecho hereditarias y que a pesar de que el entorno político, económico y social ya no es el de hace 30 o 40 años, seguimos siendo un estado benefactor, subsidiario y solidario con los sectores tradicionales y no uno que sea un verdadero promotor del desarrollo. Por ello los sectores como la educación, la salud, la vivienda, la asistencia social o la burocracia, siguen siendo en su conjunto el principal sustento de la economía estatal. No así las industrias.

Lo que quiero argumentar con esto es que áreas que deben ser punta de lanza en una administración como lo es la atracción de inversiones o la generación de empleos, se ven perjudicadas por la poca inversión pública disponible para estos rubros. Por ejemplo, mientras una oficina de Desarrollo Económico de un estado como el de Jalisco destina recursos sólo para promoción en ferias y exposiciones internacionales por encima de los 100 millones de pesos (mdp) anuales; en un estado como Durango, el presupuesto total para la oficina de Desarrollo Económico en 2007 es tan sólo de 15.48 mdp. (Ley de Egresos del Estado de Durango 2007).

Por ejemplo, de los ingresos totales para 2007 en Durango, sólo el 23% no está totalmente etiquetado. Es decir, el 77% de los ingresos públicos vía las participaciones federales van directamente hacia rubros como el Fondo de Apoyo a la Educación Básica y Normal (FAEB) 35%, el Fondo General con 29%; el Fondo de Aportación para los Servicios de Salud con 7%; el Fondo de Aportación para el Fortalecimiento de los Municipios (FAFOM) con 3%, y el Programa de Apoyo al Fortalecimiento de Entidades Federativas (PAFEF) con 3%. (Cuadro 2).


Esto no quiere decir que con estos ingresos no se invierta en infraestructura o tecnología, pero hay que ver de ese dinero cuánto se destina al gasto corriente de la burocracia estatal: sueldos, prestaciones, salarios, insumos. De estos ingresos sale la suburban de los presidentes municipales o los lujosos automóviles de funcionarios de primer nivel, o la construcción de escuelas, por ejemplo. Sin embargo de la forma de gastar del gobierno hablaremos en otra entrega específicamente.

En este sentido, lo que resulta preocupante es que el margen de maniobra que representan esos ingresos públicos son muy restringidos, y como tradicionalmente la lógica política supera a la lógica económica en las decisiones públicas, el gobierno cede ante la presión de sindicatos y grupos de poder que se encuentran detrás de estos fondos. Es decir, ante la posibilidad de incurrir en un costo político que restringa posiciones electorales futuras, permiten que los grupos, partidos políticos y sindicatos que se encuentran detrás de estos Fondos o Aportaciones, sigan obteniendo año con año jugosos incrementos.

La crítica no debe ser sólo para el gobierno. Acá falta la responsabilidad moral de los empresarios y los ciudadanos que tampoco hemos hecho bien nuestra chamba. Más de los empresarios que de los ciudadanos, claro esta. No hace falta muchos esfuerzos para averiguar que los principales dirigentes de cámaras industriales del país y de nuestra localidad, dependen de importantes “apoyos” que hace el gobierno para el funcionamiento de sus cámaras a cambio de su sumisión, cuando lo justo debería ser que el gobierno se sumara a la labor de desarrollo que los empresarios deben hacer por su país y por su estado. Me gustaría ver a más empresarios metidos en su trabajo diario que haciendo grilla barata en la política local.

Como ejemplo mire usted, que curioso que para las fiestas de la ciudad el responsable total de la inversión en la infraestructura debió ser el gobierno, mientras en otros países, son los empresarios los encargados de llevar la batuta en materia económica. No cabe duda que vivimos en un mundo al revés. Por lo pronto, espero haber ayudado un poco a entender la estructura de los ingresos públicos del estado de Durango para este año 2007.

Leonardo Alvarez es Economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C., cualquier comentario por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/

domingo, 5 de agosto de 2007

Importancia de analizar la Distribución Fiscal para las Entidades de la República.

En esta colaboración daremos seguimiento a la reforma hacendaria calderonista, concretamente en la parte denominada “Federalismo Fiscal”. Este concepto, desde mediados de la década de los 80´s tomó auge debido al cambio cualitativo de nuestra economía durante los sexenios De la Madrid - Salinas. A partir de esa época, nos perfilamos de ser una economía cuasi cerrada hacia una economía totalmente abierta, a través de una creciente desregulación del comercio exterior y la privatización de casi la totalidad de las empresas paraestatales que representaban un cargo excesivo al erario público. Curiosamente, hoy sobreviven las instituciones y sindicatos más fuertes y corruptos que se siguen oponiendo sistemáticamente a cualquier reforma económica de este tipo: PEMEX, CFE, LFC, SNTE; IMSS, ISSSTE, CTM, entre los más importantes.

De manera que, durante el sexenio del Lic. Carlos Salinas de Gortari, se configuró una creciente búsqueda de ingresos públicos distintos a los del petróleo, y junto con su obra cumbre, el Tratado de Libre Comercio con EEUU y Canadá, constituyeron la temática de esa aventura neoliberal de México. Lamentablemente, la lógica política se impuso a la lógica económica, y hoy, a más de 20 años de comenzar con esta transición económica, nuestro país todavía sigue en la búsqueda de sustituir la dependencia de los ingresos provenientes del petróleo que cada vez son más raquíticos.

El argumento del actual gobierno federal parte de reconocer que el mejoramiento de la Hacienda Pública debe comprender a todos los ordenes de gobierno -desde el punto de vista económico: i) porque hay poca claridad en la división de responsabilidades y funciones; ii) porque hay excesiva dependencia de los gobiernos estatales sobre las transferencias federales para enfrentar las responsabilidades de gasto; iii) por que debido a las formulas de asignación de participaciones y aportaciones los incentivos de los estados son bajos para recaudar más y hacer un mejor uso de los recursos; y iv) porque el pacto fiscal vigente no ha coadyuvado a fortalecer las haciendas públicas de los tres ordenes de gobierno, ni por el lado de la recaudación, ni por el lado de contener las presiones de gasto. En suma, la centralización económica heredada del pasado, hace que hoy un gobierno federal que no tiene el control del Poder Legislativo y no gobierna en la mayor parte de los estados de la República, salga por primera vez en la historia –la iniciativa de Fox no cuenta- a explicar y convencer de las bondades de una reforma hacendaria para todos los sectores del país. Hay que aprovecharlo.

¿De donde parte el Ejecutivo Federal para justificar un nuevo “Federalismo Fiscal”?

1.- En promedio, los recursos propios de las entidades representan sólo 8% de sus ingresos totales. Desde 1998, los ingresos transferidos a las entidades se han incrementado en 1.5% del PIB, aún cuando los ingresos no petroleros del gobierno federal han aumentado en 0.9 % del PIB. (Cuadro 1).


2.- Las fórmulas de asignación de los recursos entre las entidades padecen de varias deficiencias, entre las que se pueden mencionar que no contienen incentivos para incrementar la recaudación de las entidades (costo político de por medio); y tampoco premian el buen desempeño económico entre cada entidad federativa. Por ejemplo, hay asignaciones como el Fondo de Apoyo a la Educación Básica (FAEB), que obedecen a una situación histórica y no reflejan los cambios demográficos y económicos entre las entidades, lo cual resulta muy injusto. Lo más ridículo del caso (asignaciones históricas o por decreto) es que la mayoría de las haciendas públicas locales no pueden destinar recursos hacia actividades productivas distintas a las tradicionales, por eso hay casos como los de Oaxaca o Chiapas, donde el magisterio es muy fuerte y es tradicional, que exige tantos recursos que no permite inversiones en actividades que tengan que ver con el desarrollo económico, con lo cual podría fortalecer su economía. Es decir, no hay un vínculo claro entre las participaciones, la actividad económica y la recaudación en las entidades federativas, lo que ha llevado a que la distribución de las participaciones per cápita no hayan cambiado con el paso del tiempo. (Cuadro 2).



¿Cuál es la propuesta concreta?

Se pretende replantear el pacto federal para que cada entidad atienda los problemas más importantes que viven en sus comunidades y regiones, para lo cual propone nuevas potestades tributarias locales:

a) Permitir a las entidades introducir un impuesto a las ventas finales de todos los bienes que actualmente están gravados por el IEPS. (presentes y futuros)

b) Establecer que cuando menos el 20% de lo recaudado se destine a los municipios.

c) También, que cuando menos el 50% de lo recaudado se destine a infraestructura en vialidades y en seguridad.

d) Y se les transferirá a los Estados la potestad tributaria sobre la tenencia con un artículo transitorio que dará 6 años para su aplicación a las legislaturas locales.

La recaudación de estas nuevas potestades se sumarían al 30% del incremento de la recaudación federal participable con motivo de la reforma fiscal. Por otra parte, para rescatar el espíritu de fomento a la actividad económica y estímulo a la recaudación de las participaciones federales, al mismo tiempo se propone fortalecer el componente solidario y redistributivo:

e) Modificando las formulas de las participaciones para premiar la actividad económica y los esfuerzos de recaudación.

f) Adecuar las reglas de algunos de los fondos de aportaciones para realizar transferencias federales redistributivas.

Hasta aquí, es la propuesta concreta que la Secretaría de Hacienda ha presentado para mejorar la hacienda pública de las entidades de la república, la cual, está ahora en manos del Poder Legislativo y ya ha sido criticada por los principales sectores de nuestra economía. ¿Cuál es el beneficio concreto para Durango? ¿De quien es la responsabilidad de informar a los ciudadanos en este tema? ¿De tin-marín de do-pin-güe? La verdad que no hemos escuchado nada al respecto.

Como se trata de una propuesta que igual está dirigida hacia la iniciativa privada como al sector público, en lo particular me preocupa el debate de nuestros legisladores locales y federales y la resolución que finalmente hará el Gobierno del Estado. Por lo menos –se supone- los diputados federales y los senadores ya tienen tablas y están más “encanchados”, aunque no hemos visto ninguna postura; y la legislatura local se encuentra en plena transición y tampoco vemos claro por donde vendrá su posicionamiento, lo único que mostraron en campaña es que todos los diputados locales van a ayudar a generar empleos y traer más recursos a Durango ¿Cómo? No lo sé.

¿Cuál es el escenario para el Gobierno del Estado de Durango?

Partiríamos de una realidad que es la justicia y la equidad distributiva. En este sentido, competimos con entidades que a lo largo del tiempo han estado soportando la carga fiscal del país, y que, en términos de Población y de Producto Interno Bruto, criterios fundamentales para la distribución de los ingresos fiscales, exigirán un mejor tratamiento de la federación. Con estos criterios Durango aparece en el lugar 24 a nivel nacional. (Cuadros 3 y 4).







Asimismo, el Estado de Durango presenta un crecimiento promedio de 12.43% de los ingresos públicos en los últimos 9 años. Lo que representa un crecimiento moderado que se ve estancado a partir del año 2003, producto de las bajas expectativas del precio del petróleo y al poco margen de maniobra de los presupuestos públicos, pues en general los rubros de gasto ya están “etiquetados” o “asignados” históricamente. Recordemos las penurias que pasó la administración del Lic. Ángel Sergio Guerrero Mier al terminar el sexenio 1998 – 2004; y la refinanciación obligada de la deuda pública que hizo la actual administración del C.P. Ismael Hernández Deras, apenas en el año 2005. (Cuadros 5 y 6).




Ahora bien, la cuestión aquí no es pedir más, sino cómo justificar que no le den menos a Durango, toda vez que en la entidad tenemos una base gravable muy raquítica, y, por otro lado, hasta el año 2010, el cargo que representará el financiamiento público de la Supercarretera Durango – Mazatlán, restará margen de maniobra al presupuesto que llega de la federación.

A ello súmele las grandes necesidades que se tienen en la entidad de más infraestructura carretera: Fresnillo, Parral; mejores vialidades urbanas; seguridad pública; y por ahí hasta el último los apoyos para apuntalar el crecimiento económico de nuestras regiones. De modo que el costo de oportunidad para nuestro gobierno estatal es muy alto.

En este contexto, estimados amigos, la discusión que se haga en los siguientes 3 meses será fundamental para la programación del presupuesto 2008 y las inversiones subsecuentes para nuestro estado. De ahí la preocupación y cuidado que debemos darle a la aprobación o no de una reforma hacendaria para nuestro país.

En este sentido, valdría la pena conocer los planes que hay en la Ley de Ingresos y las prioridades de gasto para 2008 de nuestro gobierno estatal, al margen del presupuesto participativo que ha condicionado invertir los recursos públicos de Durango en fachadas del centro histórico; o en las nuevas instalaciones de la feria; o en la supercarretera Durango – Mazatlán.

Los números, las gráficas y los comentarios los dejo para su reflexión, estimado lector.

Leonardo Alvarez es economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C.; cualquier cometario relacionado con esta columna, por favor dirigirla a:
leonardoengd@gmail.com ó www.leonardoengd.blogspot.com