sábado, 31 de julio de 2010

Junio 2010: el empleo con cifras del IMSS.

Va un humilde análisis, sin ánimo de ser pesimista, sino al contrario, contribuir al análisis objetivo de las cifras de empleo que se reportan en el país y en nuestro Durango. Se analizan estadísticas del registro patronal del IMSS y de la STPS.

Por el momento, la comparación anual entre 2009 y 2010 de cualquier indicador resulta ridícula por efectos de la crisis. En el tema del empleo registrado en el IMSS, por ejemplo, la caída en 2009 fue tan drástica, que cualquier incremento durante el presente año representaría un crecimiento positivo más que “favorable”.



En realidad, en lo que respecta al país, hemos recuperado terreno: apenas 4,693 empleos respecto a 2008; pero, aún mantenemos un déficit de 184 mil 985 empleos permanentes (profesionistas).

En el caso de Durango es similar: hemos recuperado apenas 809 empleos respecto a 2008, Sin embargo en materia de empleos permanentes, mantenemos un déficit de 2,491 empleos. Es algo que se abatirá poco a poco, y por lo menos en un par de años. Si es que Estados Unidos no se desacelera.

Ni en el país ni en el estado veo una dinámica favorable debido a los conflictos políticos. Tanto el poder ejecutivo federal y estatal priorizan, como siempre, la lógica política por encima de la logica económica.

Hay cambios recientes en el gabinete económicao de Calderón y habrá cambios en el gabinete estatal. Nada nuevo, otra vez a volver a empezar de cero. la misma historia, el mismo país.

 
 
 
 


Leonardo Alvarez

Infraestructura y transporte de primer mundo.

No cabe duda que Durango se caracterizó durante el presente sexenio por la inversión en infraestructura nueva en carreteras y en la zona urbana de la capital.



Es importante reconocer que en nuestra ciudad se avanzó en la recuperación de espacios públicos, la re-estructuración de vialidades y el rescate de nuestro centro histórico. Esto es un gran inicio, pero falta consolidarlo con un programa fuerte de mantenimiento y remozamiento de pavimentos, áreas verdes y jardines pero, sobre todo, apostarle a la modernización del transporte público y el uso seguro de la bicicleta. Estamos a tiempo de corregir y propiciar las condiciones para ello.

Con la infraestructura creada actualmente, a largo plazo, la apuesta por el automóvil saldrá cara para la competitividad de nuestra ciudad. Más tráfico, mayor contaminación, más gastos en combustibles, población más estresada y con mayores problemas de salud… Dar preferencia a la inversión en infraestructura para la movilidad de la población a base del automóvil sale costoso económica y ambientalmente, es de tercer mundo.


En un país como México, en ciudades como Durango, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, entre otras, es una miopía seguir construyendo vialidades modernas, flujos continuos, o pasos a desnivel, invirtiendo en miles de semáforos, sin tomar en cuenta al peatón y sin incentivar las condiciones para usar la bicicleta. Como lo hacen los países de primer mundo.


Algo nos pasa que seguimos manejando la movilidad ciudadana de tal manera que cada vez perdemos más tiempo, más calidad de vida, y seguimos invirtiendo mal el presupuesto.


No estoy en contra de que se use la creatividad para buscar soluciones eficientes y de bajo costo para mejorar el desplazamiento de automóviles en ciudades que crecen rápido y con tan deficiente planeación urbana.

Sin embargo, sorprende la falta de capacidad para resolver con soluciones simples y económicas los problemas que los ciudadanos sufren a diario por los cientos de “cuellos de botella” y deficientes obras en toda la ciudad.


Como ejemplo, están los nodos que habitualmente se hacen en Avenida Cuauhtémoc o Lázaro Cárdenas, en horas pico, al norte y al sur; o lo que sucede en todas las arterias del primer cuadro de la ciudad “Centro Histérico”, propiciado, principalmente, por el transporte público cada vez más obsoleto, irrespetuoso y de mala calidad que hemos tolerado y que han promovido nuestras complacientes autoridades de transportes. Desgraciadamente, los sindicatos “choferiles” están detrás, cada vez más debilitados y cuestionados, por cierto.


Países del primer mundo, con excepción de Estados Unidos, han apostado por la movilidad con base en el transporte público moderno y eficiente, por las ciclovías y lo peatonal, que debe de ir acompañado de un profundo cambio en el desarrollo urbano a base del multiuso razonable del suelo, y la construcción vertical, rescatando áreas verdes.


Siempre será más económico y competitivo para una ciudad apostarle a un transporte público que combine metro, autobuses articulados y normales, con la infraestructura peatonal y para bicicletas que sea segura Así tuviésemos que cobrar impuestos estatales por varios años para esta infraestructura, o endeudarnos responsablemente.


Madrid acaba de inaugurar una ruta ciclista y peatonal “verde”, de 64 kilómetros que rodea la ciudad. En Barcelona, en el 2007, el 46.5 por ciento de los desplazamientos de las personas eran a pie y en bicicleta. En Alemania, Noruega, Finlandia y Suecia, a pesar del frío, 80% de los desplazamientos de sus ciudadanos se hacen en bicicleta. Esto es competitividad y calidad de vida.


Aún con los graves problemas que hemos acumulado por décadas de mala planeación y decisiones, deberíamos trabajar en un proyecto de reestructuración radical con metas ambiciosas de largo plazo. Pero para lograrlo necesitamos funcionarios profesionales expertos en estas áreas, y no políticos con mentalidad “chapulinesca” que apenas llegan a una responsabilidad y antes de demostrar capacidad y resultados, ya piensan en el próximo hueso.

No cabe duda que Durango se caracterizó durante el presente sexenio por la inversión en infraestructura nueva en carreteras y en la zona urbana de la capital. Es un gran inicio, pero falta consolidarlo con un programa fuerte de mantenimiento y remozamiento de pavimentos, áreas verdes y jardines pero, sobre todo, apostarle a la modernización del transporte público y el uso seguro de la bicicleta. Estamos a tiempo de corregir y propiciar las condiciones para ello.

Leonardo Alvarez

jueves, 29 de julio de 2010

Ley SB 1070

He leído y escuchado muchas barbaridades acerca de la Ley SB 1070 que criminaliza a los inmigrantes ilegales que residen en Arizona, y que, en el futuro próximo será reproducida por otros estados de la unión americana. De eso no tengo duda.



Soy mexicano, me considero patriota y no comparto muchos de los puntos de vista que se han expresado en contra de esta Ley. Los norteamericanos son libres de hacer y deshacer con sus leyes lo que quieran; es su país. Al contrario, me da tristeza y pena que por nuestras propias carencias y conflictos políticos, nuestros compatriotas se van en búsqueda de una mejor vida, la cual no se las podemos ofrecer aquí, en México. Son varias mis razones para explicar este punto de vista:


Primero, como mexicanos debemos reconocer que no hemos creado oportunidades a nuestra gente y ésta se va en búsqueda de un alivio económico y profesional; incluso, se va ilegalmente sorteando toda una serie de infortunios. Esta migración es nuestro problema.


Segundo, debemos reconocer que no todos los migrantes son trabajadores o buscadores de oportunidades. Entre ellos hay una parte que son delincuentes que distorsionan y manchan al resto que si emigra por necesidad. De hecho, esta porción de la migración atenta contra las costumbres y cultura norteamericana y claramente no contribuye a la formación de capital social y tampoco revoluciona positivamente la cultura en Estados Unidos.

Tercero, como lo menciono al principio, es un país que se rige bajo sus propias leyes. Por lo cual debemos tener cuidado al tratar de juzgar solo desde nuestra perspectiva –como agraviados--, las razones por las cuales hay una contundente mayoría de norteamericanos que están a favor de este tipo de leyes. Además, la crisis económica actual es un factor fundamental para que se le quieran cargar culpas a los extranjeros ilegales. En el mundo, hay una radicalización de los discursos anti-migrantes por esa razón.


Cuatro, no cabe duda que la Ley SB 1070 tiene tintes raciales muy marcados, pero me parece que no se le puede comparar a la época de Hitler o Stalin o cualquier totalitarismo que se haya vivido en la historia. Seriamos muy estúpidos si permitiéramos esto de nuevo. La Ley SB 1070, nos guste o no, trata de mitigar y detener la migración masiva de personas que no tienen oportunidades en su país y que, de manera ilegal, residen en los Estados Unidos. En este punto, veo con agrado la lucha que diversas organizaciones civiles norteamericanas, a la par de ciudadanos y familias, están dando para que se regularice su situación. Se movilizan, y la batalla la están dando en Arizona y todo Estados Unidos.


Finalmente, a pesar de todas las voces de repudio, de que nuestro Congreso haga extrañamientos y mande cartas al Presidente de los Estados Unidos, o que el presidente Felipe Calderón haya sido aplaudido por los Demócratas en Washington, con quienes debemos estar más encabronados es con nuestro estúpido e ignorante gobierno y toda la clase política en general, porque tienen paralizado al país y no nos están generando las condiciones necesarias para nuestro desarrollo. Primero hay que cambiar las cosas en nuestra casa para que no nos hagan el feo en otro país.


He leído y escuchado muchas barbaridades acerca de la Ley SB 1070 que criminaliza a los inmigrantes ilegales que residen en Arizona, y que, probablemente, incremente este tipo de medidas en otros estados de la unión americana. Lo que más me preocupa es que no estamos haciendo lo suficiente para que nuestros paisanos no tengan que irse de México a buscar oportunidades en otro país.


Leonardo Alvarez

lunes, 26 de julio de 2010

Los problemas de Durango: resaca Electoral de julio 2010

Después de las elecciones no tenía claro un título o tema que, en particular, pudiera explicar la situación en la que objetivamente pueda describir lo que hoy es Durango. Lo cierto es que reina la incertidumbre.


Sin embargo, para producir este humilde texto tuve que apelar a la perspectiva que te da la distancia para observar y, sobre todo escucharlos. Por ello, dedico estas letras a mis queridos amigos, a los cuales quiero y estimo porque son parte de mi familia, y a quienes (muchos de ellos) el destino y la fortuna los ha llevado a radicar fuera de nuestro terruño. A todos ellos, van algunas respuestas...


1) No al culto a la personalidad. Hay un enorme rechazo a las formas en que se ha gobernado durante los últimos 6 años. Quizás se cambió el paradigma de gobierno cuando Ismael Hernández Deras llegó al poder. Hubo enormes expectativas, algunas se cumplieron, otras francamente dieron pena. Hubo excelentes cuadros políticos y funcionarios, pero también excesos de confianza, soberbia, indolencia. Hoy, los resultados electorales nos dicen que por lo menos dos tercios de las personas (considerando al 46% que no acudió a votar) no están de acuerdo en su forma de gobierno. Si Jorge Herrera Caldera, ahora Gobernador Electo, no hace una diferenciación de lo que será su gobierno respecto de lo que fue el de Ismael Hernández Deras, tendrá que vivir con la pesadilla del tutelaje, del continuismo, de la soberbia. Es claro que si no se sacude a los aduladores de siempre, a los mercenarios del poder que hoy lo entronizan, no va a consolidar un gobierno fuerte y con los consensos necesarios para cambiar la percepción que se tiene sobre su persona y su trayectoria como político, siempre, agazapado bajo la sombra de Ismael Hernández Deras. No obstante, desde mi posición como ciudadano le doy el beneficio de la duda.

2) Poder ciudadano. Los resultados electorales locales dan una enorme oportunidad de ciudadanizar al gobierno, transparentarlo, acotarlo. Incluso, el propio José Rosas Aispuro puede ser, convertirse, en estos momentos, en la piedra angular de un movimiento social independiente, apartidista. Claro que si persiste en su estilo lopezobradoriano de impugnar la elección, no llegará más que al repudio social. Sin embargo, si logra amalgamar un proyecto común entre todos aquellos ciudadanos que votaron por él y que hoy en día se mantienen sin ninguna oportunidad de figurar en el PRI, o que son los excluidos del sistema, además de conjuntar todo el potencial del "ciudadano independiente", puede lograr lo que la Coalición no logrará y que tampoco puede justificar solo para "ganarle al PRI" o "luchar por el poder". Si se consolida a mediano y largo plazo una opción ciudadana, es muy probable que Durango acceda a la transición política de manera contundente en las próximas elecciones. Estos cambios políticos no se logran de un solo golpe, la historia nos dice que son producto de un proceso que, de a poco, va minando el poder del sistema autoritario y hegemónico de un solo partido. Si en verdad se quiere trascender y trabajar para Durango, echémosle un vistazo a la historia reciente de México para que no se cometan los mismos errores de la transición política federal del año 2000, encabezada y de tristes resultados a cargo de acción nacional.

3) Inseguridad pública. No podemos tapar el sol con un dedo en cuestión de inseguridad. Si en las urnas se experimentó un enorme rechazo al PRI y a Ismael Hernández Deras es por su lamentable actuación en procuración de justicia. Más allá de las grandes obras de infraestructura y de los evidentes logros que se han coronado con cemento y fotografías, las autoridades locales no pasan --como en la mayoría de los estados donde se ha incrementado la violencia-- de aventarle la responsabilidad a la federación, sin comprometerse, sin manejar transparentemente la aplicación de justicia en el Estado. Para los funcionarios del gobierno del estado toda la responsabilidad es del ejército y de los federales y de la errónea política de Felipe Calderón contra el crimen organizado. "..No tenemos recursos suficientes..." "...El Presidente se ha equivocado en su guerra contra el narco..." "Que vengan más militares y federales...." "El ejército debe salir de las calles..." "Es culpa del ejército y de Felipe Calderón..." Eso es lo que saben decir, pero no proponen nada concreto y tampoco parecen tomar partido sobre alguna política local. Los ciudadanos de Durango perciben, con horror, lo que sucede día con día en nuestra capital y nuestros municipios: más balazos, muertes, levantones y asesinatos, todos relacionados con el crimen organizado o por ajustes de cuentas entre bandas criminales. Lejos estamos de una sociedad y de un poder político que se arriesgue a promover reformas que despenalicen las drogas o aquellos delitos que están detrás del mercado negro que produce corrupción y altas ganancias. Solo promueven más balas, más armamento, más policías... a la larga, no se combate el mercado negro de armas y estupefacientes. Se entronizan delincuentes.

4) Pobreza y desempleo. Ante el panorama de inseguridad que se incrementa en Durango también se desalientan las inversiones para incrementar el capital productivo. Sin el ánimo de ser pesimistas, tan solo echémosle un ojo a los diarios nacionales acerca de la situación del "Triangulo Dorado". El 60% de las noticias de Durango en los medios nacionales se refieren al crimen organizado. Estas noticias, obviamente, son vistas por propios y extraños, y por potenciales inversionistas. No hay empleo, no hay industria, y si en nuestros municipios se puede sostener la agricultura y la ganadería de forma tradicional, se hacen en un clima de franca zozobra. Nuestros familiares y amigos que radican lejos no desean volver ni siquiera de vacaciones, no se diga a radicar o trabajar acá en el corto o mediano plazo. Además de la cuestionable forma de tratar los temas de legalidad y justicia en el estado, también se perciben gobiernos que promueven los privilegios de las clases de poder tradicionales, ya sean sindicatos o empresarios locales proteccionistas. La política presupuestal está enfocada en las clientelas electorales: educación, burocracia, salud, desarrollo social... y, sin embargo, no existen políticas de apoyo a la creación de empresas, los presupuestos públicos en estas áreas son de lo más raquítico del país. Y para promover inversión extranjera se debe generar un clima de seguridad que, por lo menos hoy, no tenemos.

5) Lo que sigue es lo más importante. Si realmente queremos trascender como ciudad es necesario privilegiar la lealtad y la competencia, y no la lealtad y la complacencia. Son conceptos muy distintos. Hay en el futuro una enorme responsabilidad con la ciudadanía para generar resultados concretos en seguridad y en generación de oportunidades. Re-enfoque de presupuestos públicos, adelgazamiento de oficinas gubernamentales, promoción, voluntad, voluntad y promoción. Queremos a un gobierno que se comprometa con los ciudadanos y no con su partido. Queremos políticos trabajadores y responsables no políticos burócratas de sexenio. Que nos hablen con la verdad en temas como: número óptimo de diputados, tarifas de agua potable, predial, obra pública, transparencia, impuestos estatales y municipales...


En fin, si Jorge Herrera Caldera, ahora Gobernador Electo, no hace una diferenciación de lo que será su gobierno respecto de lo que fue el de Ismael Hernández Deras, tendrá que vivir con la pesadilla del tutelaje, del continuismo, de la soberbia. Es claro que si no se sacude a los aduladores de siempre, a los mercenarios del poder que hoy lo entronizan, no va a consolidar un gobierno fuerte y con los consensos necesarios para cambiar la percepción que se tiene sobre su persona y su trayectoria como político, siempre, agazapado bajo la sombra de Ismael Hernández Deras. No obstante, desde mi posición como ciudadano le doy el beneficio de la duda.