lunes, 26 de julio de 2010

Los problemas de Durango: resaca Electoral de julio 2010

Después de las elecciones no tenía claro un título o tema que, en particular, pudiera explicar la situación en la que objetivamente pueda describir lo que hoy es Durango. Lo cierto es que reina la incertidumbre.


Sin embargo, para producir este humilde texto tuve que apelar a la perspectiva que te da la distancia para observar y, sobre todo escucharlos. Por ello, dedico estas letras a mis queridos amigos, a los cuales quiero y estimo porque son parte de mi familia, y a quienes (muchos de ellos) el destino y la fortuna los ha llevado a radicar fuera de nuestro terruño. A todos ellos, van algunas respuestas...


1) No al culto a la personalidad. Hay un enorme rechazo a las formas en que se ha gobernado durante los últimos 6 años. Quizás se cambió el paradigma de gobierno cuando Ismael Hernández Deras llegó al poder. Hubo enormes expectativas, algunas se cumplieron, otras francamente dieron pena. Hubo excelentes cuadros políticos y funcionarios, pero también excesos de confianza, soberbia, indolencia. Hoy, los resultados electorales nos dicen que por lo menos dos tercios de las personas (considerando al 46% que no acudió a votar) no están de acuerdo en su forma de gobierno. Si Jorge Herrera Caldera, ahora Gobernador Electo, no hace una diferenciación de lo que será su gobierno respecto de lo que fue el de Ismael Hernández Deras, tendrá que vivir con la pesadilla del tutelaje, del continuismo, de la soberbia. Es claro que si no se sacude a los aduladores de siempre, a los mercenarios del poder que hoy lo entronizan, no va a consolidar un gobierno fuerte y con los consensos necesarios para cambiar la percepción que se tiene sobre su persona y su trayectoria como político, siempre, agazapado bajo la sombra de Ismael Hernández Deras. No obstante, desde mi posición como ciudadano le doy el beneficio de la duda.

2) Poder ciudadano. Los resultados electorales locales dan una enorme oportunidad de ciudadanizar al gobierno, transparentarlo, acotarlo. Incluso, el propio José Rosas Aispuro puede ser, convertirse, en estos momentos, en la piedra angular de un movimiento social independiente, apartidista. Claro que si persiste en su estilo lopezobradoriano de impugnar la elección, no llegará más que al repudio social. Sin embargo, si logra amalgamar un proyecto común entre todos aquellos ciudadanos que votaron por él y que hoy en día se mantienen sin ninguna oportunidad de figurar en el PRI, o que son los excluidos del sistema, además de conjuntar todo el potencial del "ciudadano independiente", puede lograr lo que la Coalición no logrará y que tampoco puede justificar solo para "ganarle al PRI" o "luchar por el poder". Si se consolida a mediano y largo plazo una opción ciudadana, es muy probable que Durango acceda a la transición política de manera contundente en las próximas elecciones. Estos cambios políticos no se logran de un solo golpe, la historia nos dice que son producto de un proceso que, de a poco, va minando el poder del sistema autoritario y hegemónico de un solo partido. Si en verdad se quiere trascender y trabajar para Durango, echémosle un vistazo a la historia reciente de México para que no se cometan los mismos errores de la transición política federal del año 2000, encabezada y de tristes resultados a cargo de acción nacional.

3) Inseguridad pública. No podemos tapar el sol con un dedo en cuestión de inseguridad. Si en las urnas se experimentó un enorme rechazo al PRI y a Ismael Hernández Deras es por su lamentable actuación en procuración de justicia. Más allá de las grandes obras de infraestructura y de los evidentes logros que se han coronado con cemento y fotografías, las autoridades locales no pasan --como en la mayoría de los estados donde se ha incrementado la violencia-- de aventarle la responsabilidad a la federación, sin comprometerse, sin manejar transparentemente la aplicación de justicia en el Estado. Para los funcionarios del gobierno del estado toda la responsabilidad es del ejército y de los federales y de la errónea política de Felipe Calderón contra el crimen organizado. "..No tenemos recursos suficientes..." "...El Presidente se ha equivocado en su guerra contra el narco..." "Que vengan más militares y federales...." "El ejército debe salir de las calles..." "Es culpa del ejército y de Felipe Calderón..." Eso es lo que saben decir, pero no proponen nada concreto y tampoco parecen tomar partido sobre alguna política local. Los ciudadanos de Durango perciben, con horror, lo que sucede día con día en nuestra capital y nuestros municipios: más balazos, muertes, levantones y asesinatos, todos relacionados con el crimen organizado o por ajustes de cuentas entre bandas criminales. Lejos estamos de una sociedad y de un poder político que se arriesgue a promover reformas que despenalicen las drogas o aquellos delitos que están detrás del mercado negro que produce corrupción y altas ganancias. Solo promueven más balas, más armamento, más policías... a la larga, no se combate el mercado negro de armas y estupefacientes. Se entronizan delincuentes.

4) Pobreza y desempleo. Ante el panorama de inseguridad que se incrementa en Durango también se desalientan las inversiones para incrementar el capital productivo. Sin el ánimo de ser pesimistas, tan solo echémosle un ojo a los diarios nacionales acerca de la situación del "Triangulo Dorado". El 60% de las noticias de Durango en los medios nacionales se refieren al crimen organizado. Estas noticias, obviamente, son vistas por propios y extraños, y por potenciales inversionistas. No hay empleo, no hay industria, y si en nuestros municipios se puede sostener la agricultura y la ganadería de forma tradicional, se hacen en un clima de franca zozobra. Nuestros familiares y amigos que radican lejos no desean volver ni siquiera de vacaciones, no se diga a radicar o trabajar acá en el corto o mediano plazo. Además de la cuestionable forma de tratar los temas de legalidad y justicia en el estado, también se perciben gobiernos que promueven los privilegios de las clases de poder tradicionales, ya sean sindicatos o empresarios locales proteccionistas. La política presupuestal está enfocada en las clientelas electorales: educación, burocracia, salud, desarrollo social... y, sin embargo, no existen políticas de apoyo a la creación de empresas, los presupuestos públicos en estas áreas son de lo más raquítico del país. Y para promover inversión extranjera se debe generar un clima de seguridad que, por lo menos hoy, no tenemos.

5) Lo que sigue es lo más importante. Si realmente queremos trascender como ciudad es necesario privilegiar la lealtad y la competencia, y no la lealtad y la complacencia. Son conceptos muy distintos. Hay en el futuro una enorme responsabilidad con la ciudadanía para generar resultados concretos en seguridad y en generación de oportunidades. Re-enfoque de presupuestos públicos, adelgazamiento de oficinas gubernamentales, promoción, voluntad, voluntad y promoción. Queremos a un gobierno que se comprometa con los ciudadanos y no con su partido. Queremos políticos trabajadores y responsables no políticos burócratas de sexenio. Que nos hablen con la verdad en temas como: número óptimo de diputados, tarifas de agua potable, predial, obra pública, transparencia, impuestos estatales y municipales...


En fin, si Jorge Herrera Caldera, ahora Gobernador Electo, no hace una diferenciación de lo que será su gobierno respecto de lo que fue el de Ismael Hernández Deras, tendrá que vivir con la pesadilla del tutelaje, del continuismo, de la soberbia. Es claro que si no se sacude a los aduladores de siempre, a los mercenarios del poder que hoy lo entronizan, no va a consolidar un gobierno fuerte y con los consensos necesarios para cambiar la percepción que se tiene sobre su persona y su trayectoria como político, siempre, agazapado bajo la sombra de Ismael Hernández Deras. No obstante, desde mi posición como ciudadano le doy el beneficio de la duda.

 

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