miércoles, 30 de septiembre de 2009

Qué puede hacer un Secretario de Desarrollo Económico en Durango

Tratar de responder a esta pregunta es muy complicado y más de uno quedaría insatisfecho.


El desarrollo económico no depende de una varita mágica o de una decisión política. Se trata de un proceso sistemático de promoción y construcción de oportunidades de largo plazo, sustentado en la disponibilidad de infraestructura física, empresarial y educativa, combinado con la provisión de bajos costos de transacción que induzcan economías de escala eficientes para la acumulación de capital productivo. Economías de aglomeración, dicen los economistas.

El reto no es sencillo. Y más, si se trata de un estado como Durango, que ocupa el lugar 21 de entre las 31 entidades federativas en competitividad nacional (Índice del IMCO, 2008).

De acuerdo al último dato arrojado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en el 2008, Durango cayó cuatro posiciones respecto al mismo índice de 2006, al pasar del lugar 17 al 21 a nivel nacional en términos de competitividad.


En el índice, durante el periodo 2001-2006, Durango muestra una tendencia de competitividad dividida en dos etapas: La primera (2001-2004), muestra un desempeño medio, con movimientos entre la posición 15 y 17; y la segunda etapa (2005-2006), en donde su competitividad cayó a la posición 21.



Una explicación concreta de esta caída lo es comparar el crecimiento real promedio del PIB per cápita de Durango con su trayectoria competitiva, en el cual, se observa que en el año de la mayor caída en competitividad (2005) también se registró una disminución de los ingresos de la población. Para ser más claros, el ingreso per-cápita de las entidades del "Top 3" del ranking (Nuevo León, Coahuila y Baja California), se ubica por encima de los 140 mil pesos anuales, mientras que en Durango se registraron cifras entre 60 y 70 mil pesos por año, por persona. En promedio, existe una brecha en el ingreso de 80 mil pesos al año por persona respecto de las tres entidades que se ubican en la cima de la competitividad estatal.

En ese contexto, la competitividad de Durango analizada por factor específico se caracteriza por estar dividida en tres. Está por encima de la media en un solo factor (Manejo sustentable del medio ambiente) en donde se ubica entre los primeros diez lugares. Está cercano a la media en cuatro factores y tiene rezagos importantes (cerca o más del 20% por debajo de la media) en cinco más. En estos últimos se encuentra el principal reto en disminuir el fuerte rezago: Sectores precursores de clase mundial, Aprovechamiento de las relaciones internacionales, Economía estable y dinámica, Sectores económicos en vigorosa competencia y Gobiernos eficientes y eficaces. En relación con los cinco estados de la región Noreste, Durango ocupa el último lugar.


En estas condiciones, la verdad, una respuesta concreta al cuestionamiento inicial es complicada porque el desarrollo económico no depende de una sola dependencia o de un solo factor. Además, el papel del gobierno no es generar empresas o empleos; los empleos los generan los empresarios y el capital empresarial de la entidad es un factor que se cuece aparte. Lamentablemente, nuestros líderes empresariales son chapados a la antigua, de estigma caciquil, proteccionistas y con una marcada aversión a la competencia y la competitividad. Lo grave del asunto es que, quien marca la agenda empresarial en el estado, aún y cuando no es esa su función primigenia, es el gobierno estatal y no los empresarios.



De modo que el desempeño de la Secretaría de Desarrollo Económico de nuestro estado, visto de una forma seria y realista no debe descalificarse a la ligera, sobre todo, considerando las condiciones de presupuesto, importancia en el escalafón del Poder Ejecutivo estatal, prioridad en la agenda "política", perfil profesional de su personal, y prioridad institucional. No podemos pedirle que obre milagros, pero sin duda hay mucho trabajo que realizar en esta materia.

Si queremos realmente incursionar en sectores precursores de clase mundial -(software, tecnologías de la información, alta tecnología, turismo) y vigorizar nuestra incipiente economía (sectores tradicionales: agropecuario, silvicultura, minería)-, nuestra prioridad es reducir la ineficiente infraestructura física y urbana que tenemos: carreteras, aeropuertos, vía de ferrocarril, agua potable, energía eléctrica...; crear oportunidades educativas de excelencia en los jóvenes (idioma inglés); desarrollar la cultura empresarial o emprendedora y; no se nos debe olvidar, brindar oportunidad a las nuevas generaciones para despuntar su talento en la consecución de estos objetivos.

Si hacemos un análisis objetivo y fuera de posiciones políticas, me parece que el trabajo de este gobierno y de esta gestión apuntó durante los últimos años en esta dirección. El cambio en las estructuras ha sido fundamental y, puede o no gustarnos; puede haber casos de éxito o fracaso; pero, el intento ha sido claro y apunta para que siga en esa dirección.

Nuestro más grave problema histórico es la baja densidad poblacional, y que, derivado de ello, las grandes obras de infraestructura debieron realizarse hace 40 o 50 años, y no en pleno siglo XXI.

Desde mi perspectiva, en general, no existe otro camino que continuar con esa tendencia de apertura y modernización tanto en las estructuras políticas como en la orientación institucional. En lo particular, fortalecer económica e institucionalmente las estructuras de Turismo y Promoción Económica será fundamental para Durango en el mediano y largo plazo.


El desarrollo económico no depende de una varita mágica o de un capricho o decisión política. Se trata de un proceso sistemático de promoción y construcción de oportunidades de largo plazo.

Leonardo Alvarez
leonardo.alvarez@prodigy.net.mx

martes, 29 de septiembre de 2009

Para cerrar mi posición sobre el paquete fiscal en discusión

Mucho se habla y se escribe sobre el paquete fiscal que propuso el Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda. Para cerrar mi posición en esta etapa, quiero formular las siguientes reflexiones:

1) La propuesta será discutida por los legisladores -nuestros representantes en el Congreso- y ojala que todo este debate mediático haya servido para que reflexionemos acerca de lo que realmente requiere nuestro país. Todo lo que se ha hablado y escrito, hasta el momento, sobra. Los diputados tienen la última palabra aunque digan que es responsabilidad exclusiva del Presidente; no obstante, todo parece indicar que habrá negociaciones políticas de por medio, y la verdad, quiero pensar que se hará una discusión seria del asunto. ¿Peco de ingenuo?

2) El PRD y su lema "Así sí gana la gente", discurso publictario de "Chucho" en la campaña que ya fue desechado a las primeras de cambio. Pues Chucho amenazó con hacer lo necesario para rechazar la propuesta fiscal, incluso, antes de que se haya analizado, y así, si más, los perredistas están preparando movilizaciones de protesta en las calles... ¿Una izquierda moderna?

3) El PAN, como siempre se ha caracterizado desde que llegó a "Los Pinos", no se pone de acuerdo. El Presidente lanzó una propuesta y en voz de varios de los "peces gordos" del partido que lidera el presidente: Diego Fernández, el mismo Vicente Fox y otros "notables" panistas muestran incongruencia. Han declarado públicamente estar en contra de la propuesta fiscal de Calderón y del gabinete económico. No es posible, ¡¡¡no hubo consenso en la propuesta y en su propio partido la descalifican!!!. Con esos compañeros, el Presidente, ¿Para qué quiere enemigos?...

4) El PRI, está en medio de este caldo de cultivo y todo está a su favor: tiene mayoría, se quedará con las principales comisiones, la política económica la promueven priístas... Sin embargo, desde mi perspectiva, aunque Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes -y todos los priístas- declaran que el responsable de la economía y del paquete fiscal es el Poder Ejecutivo y el Presidente, creo que están hechando por la borda una oportunidad importantísima de cara a la consecusión de su objetivo principal: recuperar la presidencia de México.

Considero que en ésta coyuntura bien se puede iniciar el camino para realizar las reformas estructurales que requiere México, dejando el costo político al PAN y preparar un regreso con finanzas públicas fuertes y en plena recuperación económica. Esa es mi percepción. Me parece que los priístas están bien conscientes de ello y que no se animan a dar ese paso para no allanarle el camino al Presidente; no los culpo, la política es una guerra y es normal que no quieran dar ese paso, pero... ¿Y..., México?

Como reflexión final en esta etapa, el asunto es que ahí está la propuesta, con nombre y apellido. Es una excellente oportunidad de cambiar el paradigma de los mexicanos en el tema de estabilizar las finanzas públicas de México; restarle presión fiscal y dotarle de mayor autonomía a PEMEX; incentivar la productividad y el empleo y; sobre todo, sacudirnos el dogma poplista del IVA en alimentos y medicinas. Es dar un primer gran paso para las reformas estructurales que México necesita.

Al final, los hechos hablarán por los diputados...

Leonardo Alvarez 

sábado, 26 de septiembre de 2009

¿Cómo incentivar el empleo en un contexto de recesión?

La tasa de desocupación en nuestro país, en agosto, fue de 6.28%, mientras que para el mismo mes del año pasado fue de 4.2 por ciento.

Antes de la crisis económica formal (septiembre 2008), en nuestro país existía ya un componente estructural o permanente que presionaba una tasa de desempleo promedio de 4.5%, algo así como 1.8 millones de desocupados en promedio.


Hoy, además de éste déficit de empleos que ya arrastrábamos, por los desagradables efectos de la actual recesión económica que vivimos, de acuerdo con el reporte mensual del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en agosto, las personas sin ocupación sumaron 2 millones 870 mil desocupados.

Para Durango, con cifras de INEGI pero al cierre del segundo trimestre de este año, la tasa de desocupación llegó a 5.5% de la PEA, lo que equivale a que 33 mil personas se encuentren desocupadas. Algo sumamente preocupante.

No es gratuito que a pesar de los esfuerzos mediáticos por minimizar sus efectos, la crisis económica nos impactará severamente durante este 2009 y, seguramente, sus efectos perdurarán durante el primer semestre del año próximo. Y la solución a este grave problema, debemos reconocerlo, no vendrá exclusivamente del Gobierno Federal y el Presidente; o del Gobierno del Estado y el Gobernador; como tampoco de los empresarios, o de los programas sociales contra la pobreza o la reforma fiscal. Si no cambiamos los deficientes arreglos institucionales de nuestro país, es muy probable que no salgamos de este atolladero en mucho tiempo.

Y es que la recuperación de la economía está sujeta a los ”acuerdos” institucionales que surjan entre nuestros “líderes” para solucionar los problemas de largo plazo, como lo es la eliminación de la excesiva caga fiscal de PEMEX, la búsqueda de fuentes alternas de ingresos públicos o la regulación eficiente de monopolios, por citar sólo unos ejemplos.

El ejecutivo lanzó ya un paquete fiscal que está en manos del Congreso; es eminentemente recaudatorio, más bien de corte “ochentero”, con las medidas de siempre: más impuestos a los ciudadanos en el que no se incentiva a los empresarios a generar riqueza. El pretexto es que habrá más apoyo para los pobres...

No se aprecia por ningún lado su acción decidida contra los grupos rentistas que tanto sangran al país como son: sindicatos, monopolios públicos y privados, burocracias inútiles, economía informal…; y en nuestros legisladores, lo único que vemos es una postura populista, de rechazo al paquete fiscal y poca propuesta. Hoy –como si se tratase de una comedia cantinflesca- todos los Diputados son expertos en el tema del empleo y los impuestos, y se han convertido en los principales defensores de los pobres. Eso sí, cobrando jugosos sueldos en el Congreso. ¿No es una ironía?

La generación de empleos no es cuestión de colores partidistas, de más impuestos o solo de apoyo a los pobres. Es momento de que nuestro país reciba algo a cambio de nuestros políticos. Por lo pronto, si no cambiamos los deficientes arreglos institucionales que tenemos, prevalecerá la mala distribución de la riqueza y seguiremos experimentando el abuso de los grupos rentistas más fuertes de nuestro país. Así, es muy probable que no salgamos de este atolladero en mucho tiempo.

Leonardo Alvarez
leonardo.alvarez@prodigy.net.mx

martes, 22 de septiembre de 2009

¿Crédito o Débito?

Si usted cuenta con ingresos estables, además es disciplinado, responsable y cuida su dinero, sin duda, puede utilizar una tarjeta de crédito; en cambio, si usted tiene deudas, no tiene el control de su presupuesto, y además, no tiene un ingreso estable, entonces, lo mejor es sujetarse a su nivel de salario o tarjeta de débito.


Ante los efectos de la crisis y la falta de liquidez es muy común diferir en forma de deuda nuestras compras de hoy. Sin duda, es muy cómodo firmar y dejar para luego el pago de bienes y servicios. Pero tenga cuidado.


El uso de las tarjetas de crédito se popularizó por la “comodidad” y “estatus” que implica comprar bienes sin tener que portar efectivo, pero en el caso del crédito plástico, condiciona nuestro ingreso futuro con un consumo presente, a un costo determinado por una tasa de interés promedio más "otros costos".


En este sentido, el uso del dinero plástico implica un costo adicional al precio de los productos que adquirimos y en la mayoría de los casos no estamos conscientes de ello. Entre los cargos adicionales a los que estamos expuestos aparecen conceptos como: la “cuota anual”, los “meses sin intereses”, los “recargos” y los “intereses moratorios”.


Para auxiliarnos a tomar una buena decisión sobre las tarjetas de crédito más accesibles, el Banco de México publicó un estudio comparativo de los intereses que la banca comercial cobra por el uso del dinero plástico. La herramienta es la Tasa Efectiva Promedio Ponderada. De acuerdo con esta medición, se ubicaron tres categorías de tarjetas de crédito:


1) Los bancos más caros son: Bancoppel y Cetelem (ligado a Comercial Mexicana) con un costo de 62.9% anual, le sigue Banco Fácil con 57.6% anual. Estas instituciones, curiosamente, son muy populares entre las clases bajas de nuestra población y comúnmente se ubican entre las tarjetas que se extienden en tiendas de supermercado conjuntamente con un banco, o de forma individual. Entre ellas también podemos clasificar a: Soriana, Gigante, Wall Mart, entre las más comunes. también debemos considerrar en este rubro a todas las micro-financieras que prestan dinero "fácil" y si comprobante de ingresos.


2) Los bancos con precios intermedios: HSBC cobra 36.7% anual, Banamex 34.8%, y Santander 34%.


3) Los bancos más “baratos”, si se les puede llamar así son: Ixe Banco y Banca Afirme que cobran 28.8% anual, y BBVA Bancomer 28.7%.




Es importante recomendar a usted que utilice las tarjetas de crédito para emergencias y no para consumo cotidiano como ir de compras o acudir al supermercado. Tenga cuidado con “sobre-endeudarse” porque está condicionando su ingreso futuro. Pague antes de la fecha de corte el 100% del saldo si es posible y, algo muy importante: cierre el año sin deudas por que el paquete fiscal del año entrante amenaza con ser muy agresivo, y los bancos no se harán esperar incrementando los costos de las tasas de interés.


Si usted tiene deudas, no tiene el control de su presupuesto, y además, no tiene un ingreso estable, entonces, lo mejor es sujetarse a su nivel de salario o tarjeta de débito. Cuide sus finanzas. 

leonardo.alvarez@prodigy.net.mx

lunes, 21 de septiembre de 2009

Los tecnócratas y el Presidente

Hay dos preguntas clave que surgen en ésta coyuntura.
¿Por qué, si el mundo hace 15 años apunta hacia una tercera vía (socialdemocracia, economía de mercado con intervención pública), hoy en México prevalecen los esquemas ortodoxos de la economía?

¿Por qué, hoy, en plena crisis económica, nuestro país va en contra de las medidas fiscales que se están implementando en otros países, sobre todo, los latinoamericanos, como: Brasil, Chile, Argentina o la misma España?

Complicada la tarea de explicar este par de asuntos.


No existe mejor adjetivo con el cual describir el estilo de dirigir la economía de nuestro país desde hace 27 años. Tecnocracia. Desde una perspectiva amplia, puedo argumentar que a partir del cambio de modelo económico, el denostado modelo NEOLIBERAL, por supuesto, todas las voces se han coludido para vilipendiarlo y, sin embargo, es el esquema que hace 27 años sacó del atolladero económico a México, después de las crisis petroleras de 1976 y 1982. Posterior a los nefastos gobiernos populistas (priístas) de Echeverría y López Portillo, por cierto.


Si recurrimos un poco a nuestra historia reciente; sobre todo, sería relevante para las nuevas y “huecas” generaciones de yuppies, a los que no les tocó la verdadera época de crisis; podemos encontrar que ante las devastadas finanzas públicas de las crisis petroleras de los 80´s y las desastrosas medidas de expansión del gasto púbico y el déficit fiscal de México que llegó a ser 40% del PIB, en 1982, el camino era muy claro: adelgazar al aparato burocrático -recuérdese que el gobierno de México poseía todos los factores de la producción en sus manos, incluyendo la empresa telefónica, equipos de futbol profesional, canales televisivos, equipos de beisbol, así como todas las dependencias gubernamentales tradicionales- por supuesto que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda respondían a “la voluntad política de presidente” y no la voluntad financiera de la coyuntura económica. Eran tiempos de un estatismo regulador.


Sin pretender una apología de la tecnocracia, hay que reconocer que estas graves deficiencias en nuestra economía fueron subsanadas y superadas por los tecnócratas entre 1985 y 1994. A partir del Gobierno de Miguel de la Madrid, posteriormente, Carlos Salinas de Gortari, siguiendo con Ernesto Zedillo, sobre todo.


Actualmente, los dos gobiernos panistas, tanto el de Vicente Fox como el de Felipe Calderón, siguen claramente orientados a la ortodoxia neoliberal; sin embargo, las condiciones de la economía ya no son iguales, e incluso, a pesar de que la crisis económica de 2008 tiene su origen en las mismas bases de la recesión económica de 1995: expansión del crédito de forma irracional; crisis de consumo norteamericano; elevados precios de los combustibles y materias primas; inversión especulativa…los tiempos no son los mismos y es necesario echar mano a la intervención estabilizadora de gobierno, a través de políticas económicas más agresivas de gasto público y de mayores niveles del déficit público.


Y es que nuestras autoridades económicas actuales no han comprendido que las condiciones económicas de 1982 y de 1995, hoy son radicalmente diferentes. Lo que me lleva a reconocer que, en estricto sentido, las políticas de Carlos Salinas de Gortari fueron las de mayor éxito en la historia económica de nuestro país, incluida la firma del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, pero era otra la coyuntura del país. Esa generación de tecnócratas sí tenía claro el rumbo de México; hoy, la enfermedad y los síntomas a pesar de que son iguales, requieren de otra medicina, más heterodoxa y con mayor amplitud en términos de gasto público.

En este contexto, ni todos los males pueden atribuírsele a los tecnócratas o al Presidente de la República, y por supuesto que la solución a nuestros problemas actuales no surgirá de la propia ortodoxia económica. Es claro que, por “cuestiones políticas”, desperdiciamos los últimos 15 años de estabilidad económica para modificar nuestros esquemas tributarios deficientes y reimpulsar nuestra planta productiva nacional, incluido el campo; y no hemos sido capaces de insertarnos en la nueva era de la integración geoeconómica mundial como Chile o Brasil, que han diversificado sus mercados y han impulsado cambios estructurales que hoy les permiten salir más rápido de la crisis. Han creado políticas propias y no han seguido las medidas de austeridad impuestas por el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.


Esto explica porque hoy, a pesar de que la solución -incluso la norteamericana- ha sido de intervención del gobierno en las principales industrias, los bancos y en la flexibilización de las políticas fiscales, en México no se entiende por qué el paquete fiscal del presidente Felipe Calderón sea eminentemente recaudatorio y no expansionista de la producción y el empleo. Es claro porque los empresarios que generan empleos estén encabronados.


¿Quién de los empresarios va aguantar en estos momentos una carga tributaria mayor del ISR, del IEPS, y nuevos impuestos al uso tecnología y telecomunicaciones?


Mientras que en México se debate la aplicación de nuevos impuestos a la producción y a los servicios de telecomunicaciones para el año 2010, en Brasil están proponiendo la aplicación de más exenciones fiscales a la industria, y en Chile hablan hasta de certificar al gasto público.


Desgraciadamente, hoy, cuando en el mundo imperan gobiernos socialdemócratas con apertura económica equilibrada, para incrementar la mala reputación de los tecnócratas, seguimos empecinados en aplicar medidas económicas como las de pasado: ortodoxas, clásicas, cuando las condiciones económicas son muy distintas a la década pasada y la solución nos debe impulsar a desplegar mayor inversión pública.

Paralelo a ello, la mala distribución del poder en México hace que el gobierno se vea débil, y en vez de ajustar cuentas con los grupos rentistas: sindicatos, monopolios públicos y privados, gobiernos estatales, partidos políticos y toda una gama de líderes empresariales y campesinos corruptos, les cargue la mano a los ciudadanos que son los mismos afectados de siempre.

Leonardo Alvarez



Lo que sigue es lo importante...

Alguna vez, en una conferencia de prensa estuve escuchando una ponencia de Bora Milutinovic, en su segunda etapa como Director Técnico de la Selección Mexicana, antes de que fuera sustituído por Manuel Lapuente que, finalmente nos llevó al mundial de Francia, en 1998. Para ser precisos, verano de 1996.

Alguien le cuestionó a Bora cuál era para él la jugada más importante de un partido. Bora, entre sus características respuestas, dio la que me parece la más sensata que le haya escuchado: la que sigue.

Nunca hubiera imaginado que la persona capaz de acuñar la famosa frase de "Yo respeto", que utilizaba para evadir los cuestionamientos que le hacia la prensa, me dejara esa máxima que todos debemos aplicar, no solamente en el futbol.

En términos de lo que está en juego política, social y económicamente en nuestro país, esperemos que la dscusión del nuevo paquete fiscal y de los problemas que en general enfrenta México, vayan en ese sentido. Lo que sigue adelante es lo más importante.

Y vaya que no me refiero a la Presidencia de México, lo aclaro.

Entre otros tantos problemas, lo que sigue es una reforma de Pemex (energética) y fiscal. Deben librarlo de la carga fiscal a la que lo han sometido, y por tanto, eso significa que el país se provea de nuevas fuentes de ingresos.

Es menester de nuestras fuerzas políticas (todos) crear una base impositiva amplia, justa, que sea la que menos efectos negativos cause a la inversión, el empleo y la generación de riqueza, y que sea la que menos privilegios ofrezca a los grupos rentistas del país.

De éstos dos "asuntos" y la Presidencia de México, creo que lo que sigue para nuestro país es muy subjetivo: dudo que sea lo importante.

Leonardo Alvarez

lunes, 14 de septiembre de 2009

Notas sobre la propuesta fiscal de Calderón

Dada la estructura económica desigual e inequitativa actual de México, lo complejo de nuestro sistema tributario y los problemas económicos de éste momento, el gobierno tiene tres opciones: recortar su gasto, aumentar los ingresos de otras fuentes o endeudarse.

Tampoco debemos dejar de lado cuál es el objetivo de los impuestos. Lo que el gobierno tiene que hacer cuando diseña el esquema tributario es establecer aquella combinación de impuestos que menos daño genera, es decir, aquel que menos inhibe el trabajo, el ahorro, la inversión y el crecimiento económico y que simultáneamente le permite recaudar los recursos que requiere para financiar aquellas actividades que efectivamente le competen, particularmente, proveer a la sociedad de bienes públicos, así como corregir las externalidades negativas y positivas que generan las actividades privadas y, en caso necesario, actuar subsidiariamente en aquellas ocasiones en que la intervención gubernamental efectivamente lo amerite, como podría ser un desastre natural, una crisis económica o cuando ha habido, por razones históricas, la discriminación en contra de grupos de individuos que les impiden acceder de manera eficiente a diversos mercados como el educativo, el de salud y el laboral.

En este contexto, la pertinencia y efectividad del paquete fiscal propuesto por Felipe Calderón aún no está claro. Me temo que, por las circunstancias políticas y la coyuntura económica, esta incompleto y mal enfocado; sin embargo, debemos aplaudir que la discusión está sobre la mesa. Ojala y que la viabilidad de México sea el tema y no la cerrazón política en el Congreso. En lo particular, espero mejoras en el tema de precisión/gasto/ahorro público, púes no basta con recaudar más, sino en cómo gastar mejor.

Punto bueno.- por fin están dejando de lado la ortodoxia económica y ya plantean un déficit estructural temporal. El gobierno tiene que contemplar un déficit para apuntalar una política fiscal verdaderamente anti-cíclica o anti-recesiva, pero desgraciadamente esto lo debió hacer a principios de año.

Otro punto bueno.- En la propuesta aparece la “contribución económica para la pobreza”, que es un IVA disfrazado del 2%. Sin duda es una forma sutil, e inteligente de comenzar el debate sobre el tabú de incrementar IVA en alimentos y medicinas. La ventaja es que de esta forma, buscan evitar que los partidos políticos rechacen este impuesto por que iría directamente a las entidades de la república para programas sociales. Se trata de una forma de lograr elevar la tasa efectiva del IVA, pero que de aprobarse constituye un importante paso hacia adelante aunque insuficiente para la recaudación. El IVA es progresivo, paga más quien más consume; es justo por naturaleza, pero su discusión se ha tratado de evitar por un dogma político y no con claridad económica. Hay expertos que consideran que un IVA generalizado en todos los productos del 20% sería el adecuado, considerando la desaparición del ISR y evitando incrementar otros impuestos a la producción. Coincido con ésta apreciación.

Punto más o menos malo.- el haber denominado la propuesta de establecer un impuesto generalizado de 2% a las ventas como un impuesto contra la pobreza, es tratar de venderle a la población una idea equivocada. Ningún impuesto genera un aumento del ingreso y, por lo mismo, tampoco combate la pobreza. Todo impuesto, no importa de cuál se trata, es una distorsión que el gobierno introduce en los mercados que trae como consecuencia una reducción de la cantidad intercambiada de los bienes en cuyo mercado se impuso el gravamen. Ningún impuesto genera crecimiento económico por sí mismo; el uso adecuado de los impuestos, una vez que el gobierno los redistribuye, sí puede generar crecimiento económico, pero eso es otro asunto.

Puntos malos.- Elevar 2% el ISR, 4% el uso de telcos, elevar ieps y energéticos. La reforma fiscal incluye una propuesta para elevar a 30% el tope de tasa del ISR de los individuos y de las empresas. La tasa actual es 28 por ciento. A diferencia del caso del impuesto al consumo, creo que se trata de un paso atrás. Es prioritario liberar a las empresas que generan empleos y pagan salarios. Es justo dejar solamente el IETU como la estrategia más eficiente de promover la inversión y gravar a tasas muy altas sólo la renta monopólica de las empresas. Se trata de gravar a nivel de empresa el excedente de los beneficios sobre la inversión, que finalmente se dedica al consumo. Un paso atrás, también lo constituye incluir un nuevo impuesto especial sobre el sector de telcos, con un tasa de 4%, así como incremento a las tasas de impuestos especiales en tabaco, cervezas, bebidas alcohólicas y sorteos. En el mismo sentido (para atrás) resulta el incremento de los precios de los energéticos producidos y/o comercializados por el sector público. Sin duda, estos aumentos presionarán al alza los precios y se inhibirá el consumo general de la población y la inversión productiva, que es lo más grave.

En mi opinión, debemos celebrar que por fin –más vale tarde que nunca- el ejecutivo haya lanzado una propuesta que debe ser discutida por los diputados al calor de la lógica económica.

El problema real de nuestro país es que los grupos rentistas como: sindicatos, partidos políticos, el congreso, los senadores, los gobernadores, los presidentes municipales, los monopolios públicos y privados, y hasta la “alta burocracia”, se benefician del estado actual ineficiente de nuestras finanzas públicas.

En lo particular, espero mejoras en el tema de precisión/gasto/ahorro público, púes no basta con recaudar más, sino en cómo gastar mejor. Es valido preguntarse si no sería más eficiente que el gobierno rediseñara el Presupuesto para eliminar todos aquellos rubros de gasto público que desde un punto de vista social son un desperdicio de recursos, una grave destrucción de la riqueza nacional en lugar de imponerle nuevos gravámenes a los agentes privados.

Este paquete fiscal, por las circunstancias políticas y la coyuntura económica, esta incompleto y mal enfocado; sin embargo, por fin hay una propuesta concreta que discutir.


Leonardo Alvarez
leonardo.alvarez@prodigy.net.mx

martes, 1 de septiembre de 2009

La estructura económica y el empleo

El primer semestre de 2009 para nuestro país en términos de generación de riqueza, ha sido de pesadilla. El peor en las últimas tres décadas.
Sin embargo, una de las más grandes lecciones que debemos aprender de este tipo de crisis es aprovechar el desplome de las economías más prósperas, pues la caída del nivel de empleos es siempre mayor en aquellas entidades que son más industrializadas. En general, porque son economías un tanto más rígidas y poco flexibles como para responder a los cambios de paradigma económico de forma inmediata.

Para muestra, las recientes cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que publicó INEGI para julio de este año, indican que a nivel nacional, la tasa de desocupación (TD) fue de 6.12% de la PEA, y considerando solamente las 32 zonas urbanas del país, se incrementa a 7.68%. Sin duda los porcentajes más altos de desocupación desde 1994.
En lo que respecta al desempleo por entidad al segundo trimestre del año, congruente con su estructura poblacional y su industrialización, los estados que registraron las tasas más altas fueron Querétaro con 8.1%, Coahuila de Zaragoza 7.8%, Aguascalientes, Chihuahua y Nuevo León con 7.2% cada una, el Estado de México 7.1%, el Distrito Federal 6.9%, y Tamaulipas y Tlaxcala 6.4% de manera individual. Por su parte, Durango, en el mismo lapso, ocupó la posición número 12 entre todas las entidades de la república, con 5.54%, afortunadamente por debajo de la media nacional.


No obstante, si solo nos comparamos con nuestros estados vecinos como: Chihuahua, Coahuila, Zacatecas y Sinaloa, veremos que estamos en una situación inmejorable de competirles por la atracción de proyectos, sobre todo, en temas relacionados a la agroindustria y las manufacturas de autopartes y metalmecánica, por citar dos ejemplos.

Para entidades con potencial y en vías de desarrollo, como la nuestra, las tasa de desocupación así como las cifras del PIB, deben verse como una oportunidad y un llamado a nuestras principales instituciones encargadas del desarrollo económico, para “madrugarle” a nuestros vecinos, pues en medio de la crisis, la reducción de costos, la competitividad de la mano de obra y la localización geográfica, constituyen elementos valiosísimos para la reestructuración de las factorías, dado el nuevo patrón de consumo de las economías más desarrolladas.

En este contexto, a pesar del primer semestre de pesadilla para México, más nos vale que en Durango aprovechemos el desplome de las economías estatales más desarrolladas, sobre todo, de aquellos que son nuestros vecinos y competidores más próximos; no obstante, que son las economías más fuertes las que más padecen la crisis, también pueden ser las que más rápido se recuperen.
Leonardo Alvarez

El debate en la Cámara Baja...

Una vez definidos los responsables de encabezar cada una de las bancadas en los partidos políticos, los noveles diputados, el presidente, su gabinete, se aprestan a preparar los debates legislativos que son inminentes para el rumbo y la viabilidad económica e institucional del país. Aunque arreglar las finanzas públicas es la prioridad, y ello está en manos del Presidente y los legisladores, desgraciadamente, no hay incentivos que garanticen que así lo harán.

El contexto está muy claro: Un déficit en las finanzas públicas nacionales por 300 mmdp en el 2010; Una caída pronosticada de la economía de -7.5% durante 2009; Al segundo trimestre del año, una perdida de 2.8 millones de empleos; Una dependencia asfixiante de las exportaciones manufactureras; Por lo tanto, nos recuperaremos una vez que EUA lo haga.

Quiero pensar que los mexicanos –los durangueños también- no somos ingenuos, hay problemas en materia laboral, energética, educativa, de seguridad pública… pero, por la premura de la situación, es necesario actuar en materia fiscal, y en eso estamos de acuerdo un número importante de mexicanos.

Primero, nuestro país no puede darse el lujo de perder el grado de inversión ya que ello haría, si no prácticamente imposible el financiamiento de un déficit fiscal, sí hacerlo a un mayor costo. Se requiere de una profunda y definitiva reforma tributaria que no solamente fortalezca los ingresos tributarios del gobierno federal y reduzca la dependencia petrolera, sino que además alinee los incentivos que se derivan del sistema tributario con el objetivo de generar riqueza a través de la promoción del trabajo, el ahorro y la inversión. Lo que se lograría quitando los impuestos a la producción, como el IETU y el ISR, y alineando la recaudación al consumo generalizado. También, en materia fiscal es indispensable eliminar del presupuesto todos aquellos programas de gasto que no son socialmente rentables e implican una destrucción de riqueza nacional.

En este contexto, las bancadas de cada partido han puesto en la mesa de debate sus primeras posturas. El PRI y el PRD están de acuerdo en impulsar apoyos como el seguro de desempleo. El panismo lo está analizando.

El PRI lleva la bandera de rechazar el impuesto a medicinas y alimentos. Los perredistas quieren más: utilizar los fondos de excedentes petroleros de años anteriores y destinarlos a las entidades federativas. El panismo lo está analizando.

En las agendas legislativas que delinearon ya los partidos de oposición (PRI y PRD) hay contrastes con las medidas aplicadas por el gobierno federal. El Revolucionario Institucional, dicho por su líder nacional, está en la posición de hacer una revisión de las propuestas que el Ejecutivo federal envíe a la Cámara de Diputados, pero sin posibilidad de discutir gravar medicamentos y alimentos. Negativo y punto. El PAN, adivine, lo sigue analizando.

Los diputados del PRD tienen listo el paquete de medidas de emergencia, sus expectativas son elevadas: que los programas de inversión que ejercen las entidades con una mezcla de recursos federales y locales no requieran una aportación estatal; seguro de desempleo, con plazo máximo de seis meses, pero renovable.

En el caso del PAN, sus legisladores quieren discutir una agenda fiscal, la cual se ha visto afectada por intereses coyunturales y la poca movilidad del gabinete de Hacienda. Le apuesta a la transparencia en materia de recaudación de impuestos y fomentar iniciativas que faculten a los trabajadores para realizar retiros anticipados de fondos de ahorros de largo plazo.

Hasta el momento las agendas generales trazan tres ejes principales: Economía, Seguridad y Educación, con la mayor coincidencia en aspectos económicos; sin embargo, no se lee un discurso muy diferente a legislaturas anteriores, es un remedo de buenos deseos como en una cartita de “Santa Clos”. Basta con leer las incipientes iniciativas generales y, de inicio, es retórica y más retórica. El discursito de siempre: Nosotros….los diputados de esta legislatura….sí trabajaremos para bien del país….

Las necesidades son obvias y aunque de todos nuestros problemas arreglar las finanzas públicas es la prioridad, y ello está en manos del Presidente y los legisladores, desgraciadamente, dudo que lo hagan.


Leonardo Alvarez
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