martes, 1 de septiembre de 2009

El debate en la Cámara Baja...

Una vez definidos los responsables de encabezar cada una de las bancadas en los partidos políticos, los noveles diputados, el presidente, su gabinete, se aprestan a preparar los debates legislativos que son inminentes para el rumbo y la viabilidad económica e institucional del país. Aunque arreglar las finanzas públicas es la prioridad, y ello está en manos del Presidente y los legisladores, desgraciadamente, no hay incentivos que garanticen que así lo harán.

El contexto está muy claro: Un déficit en las finanzas públicas nacionales por 300 mmdp en el 2010; Una caída pronosticada de la economía de -7.5% durante 2009; Al segundo trimestre del año, una perdida de 2.8 millones de empleos; Una dependencia asfixiante de las exportaciones manufactureras; Por lo tanto, nos recuperaremos una vez que EUA lo haga.

Quiero pensar que los mexicanos –los durangueños también- no somos ingenuos, hay problemas en materia laboral, energética, educativa, de seguridad pública… pero, por la premura de la situación, es necesario actuar en materia fiscal, y en eso estamos de acuerdo un número importante de mexicanos.

Primero, nuestro país no puede darse el lujo de perder el grado de inversión ya que ello haría, si no prácticamente imposible el financiamiento de un déficit fiscal, sí hacerlo a un mayor costo. Se requiere de una profunda y definitiva reforma tributaria que no solamente fortalezca los ingresos tributarios del gobierno federal y reduzca la dependencia petrolera, sino que además alinee los incentivos que se derivan del sistema tributario con el objetivo de generar riqueza a través de la promoción del trabajo, el ahorro y la inversión. Lo que se lograría quitando los impuestos a la producción, como el IETU y el ISR, y alineando la recaudación al consumo generalizado. También, en materia fiscal es indispensable eliminar del presupuesto todos aquellos programas de gasto que no son socialmente rentables e implican una destrucción de riqueza nacional.

En este contexto, las bancadas de cada partido han puesto en la mesa de debate sus primeras posturas. El PRI y el PRD están de acuerdo en impulsar apoyos como el seguro de desempleo. El panismo lo está analizando.

El PRI lleva la bandera de rechazar el impuesto a medicinas y alimentos. Los perredistas quieren más: utilizar los fondos de excedentes petroleros de años anteriores y destinarlos a las entidades federativas. El panismo lo está analizando.

En las agendas legislativas que delinearon ya los partidos de oposición (PRI y PRD) hay contrastes con las medidas aplicadas por el gobierno federal. El Revolucionario Institucional, dicho por su líder nacional, está en la posición de hacer una revisión de las propuestas que el Ejecutivo federal envíe a la Cámara de Diputados, pero sin posibilidad de discutir gravar medicamentos y alimentos. Negativo y punto. El PAN, adivine, lo sigue analizando.

Los diputados del PRD tienen listo el paquete de medidas de emergencia, sus expectativas son elevadas: que los programas de inversión que ejercen las entidades con una mezcla de recursos federales y locales no requieran una aportación estatal; seguro de desempleo, con plazo máximo de seis meses, pero renovable.

En el caso del PAN, sus legisladores quieren discutir una agenda fiscal, la cual se ha visto afectada por intereses coyunturales y la poca movilidad del gabinete de Hacienda. Le apuesta a la transparencia en materia de recaudación de impuestos y fomentar iniciativas que faculten a los trabajadores para realizar retiros anticipados de fondos de ahorros de largo plazo.

Hasta el momento las agendas generales trazan tres ejes principales: Economía, Seguridad y Educación, con la mayor coincidencia en aspectos económicos; sin embargo, no se lee un discurso muy diferente a legislaturas anteriores, es un remedo de buenos deseos como en una cartita de “Santa Clos”. Basta con leer las incipientes iniciativas generales y, de inicio, es retórica y más retórica. El discursito de siempre: Nosotros….los diputados de esta legislatura….sí trabajaremos para bien del país….

Las necesidades son obvias y aunque de todos nuestros problemas arreglar las finanzas públicas es la prioridad, y ello está en manos del Presidente y los legisladores, desgraciadamente, dudo que lo hagan.


Leonardo Alvarez
leonardo.alvarez@prodigy.net.mx

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