martes, 1 de septiembre de 2009

La estructura económica y el empleo

El primer semestre de 2009 para nuestro país en términos de generación de riqueza, ha sido de pesadilla. El peor en las últimas tres décadas.
Sin embargo, una de las más grandes lecciones que debemos aprender de este tipo de crisis es aprovechar el desplome de las economías más prósperas, pues la caída del nivel de empleos es siempre mayor en aquellas entidades que son más industrializadas. En general, porque son economías un tanto más rígidas y poco flexibles como para responder a los cambios de paradigma económico de forma inmediata.

Para muestra, las recientes cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que publicó INEGI para julio de este año, indican que a nivel nacional, la tasa de desocupación (TD) fue de 6.12% de la PEA, y considerando solamente las 32 zonas urbanas del país, se incrementa a 7.68%. Sin duda los porcentajes más altos de desocupación desde 1994.
En lo que respecta al desempleo por entidad al segundo trimestre del año, congruente con su estructura poblacional y su industrialización, los estados que registraron las tasas más altas fueron Querétaro con 8.1%, Coahuila de Zaragoza 7.8%, Aguascalientes, Chihuahua y Nuevo León con 7.2% cada una, el Estado de México 7.1%, el Distrito Federal 6.9%, y Tamaulipas y Tlaxcala 6.4% de manera individual. Por su parte, Durango, en el mismo lapso, ocupó la posición número 12 entre todas las entidades de la república, con 5.54%, afortunadamente por debajo de la media nacional.


No obstante, si solo nos comparamos con nuestros estados vecinos como: Chihuahua, Coahuila, Zacatecas y Sinaloa, veremos que estamos en una situación inmejorable de competirles por la atracción de proyectos, sobre todo, en temas relacionados a la agroindustria y las manufacturas de autopartes y metalmecánica, por citar dos ejemplos.

Para entidades con potencial y en vías de desarrollo, como la nuestra, las tasa de desocupación así como las cifras del PIB, deben verse como una oportunidad y un llamado a nuestras principales instituciones encargadas del desarrollo económico, para “madrugarle” a nuestros vecinos, pues en medio de la crisis, la reducción de costos, la competitividad de la mano de obra y la localización geográfica, constituyen elementos valiosísimos para la reestructuración de las factorías, dado el nuevo patrón de consumo de las economías más desarrolladas.

En este contexto, a pesar del primer semestre de pesadilla para México, más nos vale que en Durango aprovechemos el desplome de las economías estatales más desarrolladas, sobre todo, de aquellos que son nuestros vecinos y competidores más próximos; no obstante, que son las economías más fuertes las que más padecen la crisis, también pueden ser las que más rápido se recuperen.
Leonardo Alvarez

No hay comentarios.: