viernes, 22 de octubre de 2010

Durango con 5.86% en Tasa de Desocupación

Clap, clap, clap para el INEGI que a partir de septiembre generará información sobre la Tasa de Desocupación por entidad federativa, la cual, era publicada solo trimestralmente.

Dejaran de restregarnos los cuentos chinos del registro de trabajadores en el IMSS; es decir, el empleo de corto plazo, para dar paso a una estadística sistemática y de largo plazo.

A propósito de la información, Durango ocupa el lugar 16, justo por encuima de la media nacional en términos de la tasa de desocupación general.


Leonardo Alvarez

martes, 19 de octubre de 2010

Inflación y escasez

Van 11 los aumentos de precio en los combustibles, y con ello, se incrementa el descontento general de la ciudadanía. Esto es aprovechado políticamente por la oposición para denostar al actual Gobierno Federal, al que por cierto, le falta una buena y organizada comunicación, pero, sobre todo, que se refleje positivamente el impacto de la política empresarial en los pequeños y medianos negocios.

Sin embargo, dado que el aumento de los pecios escalonado de los combustibles es una medida de política económica anunciada por la Secretaría de Hacienda y consensada por el Banco de México desde principios del presente año, no me preocupa tanto. Lo que realmente es alarmante es el impacto brutal en la oferta de alimentos, bienes y servicios que se tendrá en el corto plazo por los efectos devastadores de los huracanes en las costas del sureste mexicano. Los economistas definen este fenómeno como una escalada repentina e inesperada de precios relativos. Este sí es un verdadero problema para el país en estos momentos.

La diferencia respecto a la inflación es la siguiente: La inflación, es un aumento generalizado y sostenido en el nivel de precios durante un año, se constituye sin duda como uno de los fenómenos económicos más dañinos y costosos que existen. En cambio, los precios relativos, son oscilaciones de precio generados por efecto estacional: navidad, día de reyes, diez de mayo… Es decir, son aquellos aumentos y disminuciones temporales en el precio de algunos productos, provocados por una temporada específica o por un problema inesperado como los huracanes.

El inconveniente en nuestro país es la frágil estructura industrial interna que aún no se recupera de la crisis económica del 2008 y 09. Los aumentos escalonados al precio de los combustibles formaron parte de una estrategia de salida para la actual crisis económica, al permitir al gobierno re-encauzar un subsidio elevadísimo que mantenía en el precio de los energéticos; sin embargo, el supuesto original contemplaba que para el tercer trimestre de 2010 estaríamos en franca recuperación: remesas, inversión extranjera, empleos, consumo privado.

En realidad, nuestra economía se recuperó por debajo de la expectativa inicial. Los motores del crecimiento como el empleo y el consumo privado, siguen estancados. Y lo peor es la expectativa futura de escasez que, obviamente generará presión inflacionaria hacia finales de año. Menudo reto el de nuestras autoridades económicas.

Por un lado, el efecto inmediato esperado será una restricción del circulante y del crédito, y con ello el consumo y la inversión privada volverán a contraerse; y por otra parte, la liberación de recursos extraordinarios para los estados afectados generará desequilibrio en las finanzas públicas y una presión para aumentar el déficit fiscal de nuestro país.

Definitivamente, no son buenas noticias para México. Especialmente hoy que se discute el presupuesto federal para 2011 y la asignación de las partidas para los gobiernos de las entidades de la República. Si en la “abundancia” nuestros políticos no se ponen de acuerdo, actualmente, con un panorama inflacionario enfrente, ¿Qué podemos esperar?

Van 11 aumentos consecutivos de precio en los combustibles, y con ello, se incrementa el descontento general de la ciudadanía. Sin embargo, en realidad, es más preocupante la escasez de alimentos, bienes y servicios que provocaron los huracanes en el sureste mexicano.

Ojalá esto sea aprovechado por la oposición para demostrar que sí se puede generar una reforma fiscal integral, y no solamente sirva para denostar al actual Gobierno Federal.


Leonardo Alvarez

lunes, 18 de octubre de 2010

Educación: costosa y con bajo nivel…

Dada la importancia de la educación en el desarrollo nacional es fundamental analizar la dimensión, destino e impacto de los cuantiosos recursos que se canalizan al sector educativo.

Un estudio reciente de la Fundación México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas, A.C. demuestra que el desempeño del sistema educativo en México parece ser insuficiente para que los estudiantes adquieran las competencias requeridas para competir en un contexto cada vez más demandante. Una parte del estudio lo puede usted analizar en la Revista Este País del mes de octubre (http://estepais.com/site/wp-content/uploads/2010/10/15_fepymexicoevalua_evaluaciondelgasto.pdf).

Por ejemplo, la mitad de los estudiantes mexicanos de 15 años está por debajo del nivel mínimo de desempeño que establece el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes.

Asimismo, la prueba Enlace de 2010 indica que la mayoría de los alumnos de primaria tienen desempeño elemental o insuficiente en español con 63%, matemáticas con 66% e historia con 79%. Dramático.

Estos resultados no corresponden con el nivel de gasto asignado: en 2006, México ocupaba el primer sitio entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la proporción del gasto público total asignado a la educación, que fue de 22%, mientras que el promedio de los países que integran la OCDE fue de 9%.

En lo que respecta la distribución del gasto en educación, si bien es creciente y constante cada año, tiene pocas posibilidades de generar un efecto favorable en la calidad educativa, porque la mayor parte del mismo se destina a gasto administrativo, 82.6% a sueldos y salarios, y sólo 4.8% se canaliza a infraestructura y equipamiento escolar (gasto de inversión, 2.2%, y gasto de operación, 2.6%).

Esta asignación poco eficiente del gasto público educativo genera espacios y necesidades de apoyo que no son atendidos por ninguna instancia, y que derivan en una carga económica para los padres de familia, quienes canalizan recursos propios para apoyar el costo operativo de escuelas públicas: cuotas de padres de familia, clases extra de inglés, aportaciones para material de limpieza y el pago de conserjes, entre otros gastos adicionales. Esta situación sugiere que, en la práctica, la educación pública en México no es gratuita.

Por ejemplo, durante 2009, las familias mexicanas gastaron en educación pública el equivalente al 0.83% del Producto Interno Bruto (PIB) y en educación privada el gasto prácticamente fue igual a 0.98% del PIB. Los hogares con niveles de ingreso intermedio son los que destinan más recursos a la educación. De acuerdo con datos de 2008, los hogares mexicanos gastan casi 18% de su ingreso familiar en educación privada y casi el 8% en educación pública.

Sin duda la educación debe ser una de las prioridades para generar un país más prospero y competitivo; sin embargo, hay que poner énfasis no solo en la cantidad de recursos que se invierten en ella. Y me parece que para eso les pagamos a los legisladores.

Los resultados del sistema educativo no corresponden con el nivel de gasto asignado. México gasta 22% de su presupuesto en Educación, y de este porcentaje, casi el 83% se destina para sueldos y salarios. Definitivamente, hay algo que debe corregirse de inmediato.


Leonardo Alvarez

viernes, 8 de octubre de 2010

Durango y su competitividad: ¿Durango se Transforma?

Recientemente se dieron a conocer los resultados del Índice de Competitividad Estatal que genera el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), para los estados de nuestro país. Se trata de una de las mediciones más serias para evaluar el avance de cada entidad respecto a sus pares de la república y, cuando es bien entendida y estudiada, resulta una herramienta indispensable para la toma de decisiones y la generación de políticas públicas que ayuden a mitigar las deficiencias. http://imco.org.mx/indice_estatal_2010/PDFS/10.Durango.pdf

Con datos de 2009, y sin tomar en cuenta lo sucedido en las elecciones del 4 de julio y lo que acaba de suceder con el conflicto universitario, Durango se estancó en el lugar 21 de entre las 32 entidades federativas en el Índice de Competitividad Estatal 2010. Obtuvo una calificación general de 41/100, y se encuentra 5.8% por debajo del promedio del país.

Al comparar la situación económica de Durango, se puede observar que cuenta con un PIB per cápita 17.1% menor que el promedio nacional. Es decir, los duranguenses generan 18,934 pesos menos que el mexicano promedio.

A pesar de que el crecimiento promedio anual del PIB per cápita estatal en los últimos 6 años fue mayor al de las demás entidades (3%), esta brecha aumentó respecto a 2006, debido a la diferencia en la generación de riqueza entre los duranguenses y el mexicano promedio. La economía informal, la baja penetración de seguro y la persistencia de tasas de desempleo, son algunos de los factores que más nos afectan.

Fortalezas:
Como fortalezas, el estado de Durango se encuentra por encima de la media nacional en 5 subíndices --sin destacar en alguno de ellos--. Los subíndices de “Sistema de derecho confiable y objetivo” y “Manejo sustentable del medio ambiente” son aquellos en los que más aventaja al promedio de los estados en 11% y 10% respectivamente.


Debilidades:
En cuanto a sus debilidades, Durango se distingue por ser el tercer estado con la calificación más baja en el subíndice de “Sistema político estable y funcional” y presentar un rezago de 54.6% con respecto al promedio del país. De los cuatro subíndices adicionales en los cuales se ubica por debajo de la media, destaca también el rezago de 37% en “Sectores económicos en vigorosa competencia”.

Después de lo que sucedió en la UJED, me parece retrocedimos aún más en "Sistema político estable y funcional". Me queda claro que si se midiera un subíndice con el título "Sistema autoritario estable y cuasi policial", estaríamos en los primeros lugares de Competitividad, y creanme que no lo estoy escribiendo para que nos dé risa. Esto es para morirnos de pánico!!

Las variables que propician el mal desempeño en dichos subíndices son: Poca competencia electoral, concentración política y participación ciudadana en las elecciones; y un bajo coeficiente de invención, número de empresas grandes y eficiencia en el consumo de agua, respectivamente. Añadiría: utilizan a las fuerzas policiacas para amedrentar cualquier posición diferente a la del gobierno. 

No cabe duda que tenemos varios retos pendientes: seguridad pública, empleo, seguridad social, rendición de cuentas. Son solo algunas tareas inconclusas. Digamos que están en transición. Lo que ha sucedido en las últimas dos semanas nos muestra las reales intenciones de este gobierno por solucionar estos problemas: legitimarse al precio que sea.

Si escuchamos y leemos los "discursos" que se están manejando "oficialmente"; si realmente aspiramos a convertirnos en el nuevo polo de desarrollo económico del norte de México que en ellos se afirma, sencillamente, debemos hacer las cosas de diferente manera. No podemos seguir con el discurso de "Durango se Transforma".

Creanme que no lo estoy escribiendo para que no dé risa. Esto es para morirnos de pánico!! 


Leonardo Alvarez