lunes, 18 de octubre de 2010

Educación: costosa y con bajo nivel…

Dada la importancia de la educación en el desarrollo nacional es fundamental analizar la dimensión, destino e impacto de los cuantiosos recursos que se canalizan al sector educativo.

Un estudio reciente de la Fundación México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas, A.C. demuestra que el desempeño del sistema educativo en México parece ser insuficiente para que los estudiantes adquieran las competencias requeridas para competir en un contexto cada vez más demandante. Una parte del estudio lo puede usted analizar en la Revista Este País del mes de octubre (http://estepais.com/site/wp-content/uploads/2010/10/15_fepymexicoevalua_evaluaciondelgasto.pdf).

Por ejemplo, la mitad de los estudiantes mexicanos de 15 años está por debajo del nivel mínimo de desempeño que establece el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes.

Asimismo, la prueba Enlace de 2010 indica que la mayoría de los alumnos de primaria tienen desempeño elemental o insuficiente en español con 63%, matemáticas con 66% e historia con 79%. Dramático.

Estos resultados no corresponden con el nivel de gasto asignado: en 2006, México ocupaba el primer sitio entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la proporción del gasto público total asignado a la educación, que fue de 22%, mientras que el promedio de los países que integran la OCDE fue de 9%.

En lo que respecta la distribución del gasto en educación, si bien es creciente y constante cada año, tiene pocas posibilidades de generar un efecto favorable en la calidad educativa, porque la mayor parte del mismo se destina a gasto administrativo, 82.6% a sueldos y salarios, y sólo 4.8% se canaliza a infraestructura y equipamiento escolar (gasto de inversión, 2.2%, y gasto de operación, 2.6%).

Esta asignación poco eficiente del gasto público educativo genera espacios y necesidades de apoyo que no son atendidos por ninguna instancia, y que derivan en una carga económica para los padres de familia, quienes canalizan recursos propios para apoyar el costo operativo de escuelas públicas: cuotas de padres de familia, clases extra de inglés, aportaciones para material de limpieza y el pago de conserjes, entre otros gastos adicionales. Esta situación sugiere que, en la práctica, la educación pública en México no es gratuita.

Por ejemplo, durante 2009, las familias mexicanas gastaron en educación pública el equivalente al 0.83% del Producto Interno Bruto (PIB) y en educación privada el gasto prácticamente fue igual a 0.98% del PIB. Los hogares con niveles de ingreso intermedio son los que destinan más recursos a la educación. De acuerdo con datos de 2008, los hogares mexicanos gastan casi 18% de su ingreso familiar en educación privada y casi el 8% en educación pública.

Sin duda la educación debe ser una de las prioridades para generar un país más prospero y competitivo; sin embargo, hay que poner énfasis no solo en la cantidad de recursos que se invierten en ella. Y me parece que para eso les pagamos a los legisladores.

Los resultados del sistema educativo no corresponden con el nivel de gasto asignado. México gasta 22% de su presupuesto en Educación, y de este porcentaje, casi el 83% se destina para sueldos y salarios. Definitivamente, hay algo que debe corregirse de inmediato.


Leonardo Alvarez

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