domingo, 23 de septiembre de 2007

Inflación especulativa.

Agradezco los comentarios –a favor y encontra-, que en buena medida siguen motivando la elaboración de esta columna. Siempre es muy grato saber que por lo menos hay dos o tres lectores incautos que siguen esta editorial tan numérica.

Por lo menos el día de hoy dejaremos en paz los cuestionamientos locales acerca de las “políticas” de empleo, no vaya a ser que se suiciden los encargados de la materia en el Estado que no están acostumbrados a las críticas constructivas, y en cambio, me permitiré opinar sobre los riesgos inflacionarios que ha provocado la reciente aprobación de la reforma fiscal en el Congreso. Una “medida macroeconómica” que finalmente beneficiará a todos los estados de la República.

Parto de dos comentarios que son la base de mi argumentación; el primero es un informe que Guillermo Ortiz Martínez, Gobernador del Banco de México (Banxico), elaboró recientemente y en el cual aseguró que el crecimiento económico es la principal vía para abatir los niveles de pobreza. (12 de septiembre 2007; El Economista); y el segundo, es una declaración de Guillermo Güémez, Subgobernador de ese mismo instituto, donde estimó que el
alza gradual de dos centavos mensuales a la gasolina mitigará las posibilidades de aumentos de precios. (14 septiembre 2007; El Universal).

Cómo propiciar crecimiento económico y reducir y mantener estable la inflación son dos de las grandes preocupaciones de nuestro país por lo menos las dos últimas décadas. Lejano está el último sexenio que nuestro país creció a tasas decentes, y, sin embargo, ha mantenido agresivas medidas restrictivas en el control inflacionario.

A raíz de la última gran crisis (1995), al parecer, las autoridades monetarias han logrado esas metas inflacionarias a costa de un bajo crecimiento económico. La premisa, sin duda, es y sigue siendo mantener a toda costa un “equilibrio macroeconómico”.

Analizando el comportamiento de la inflación en la última década, nos percataremos que de contar con tasas por encima del 50% que tuvimos en 1996, entre los años 2000 y 2006 se ha llegado a tasas inferiores al 6% anual. Un logro que se debe en gran medida a una serie de medidas restrictivas que iniciaron con las reformas que Ernesto Zedillo promovió a mediados de la década de los 90as. Entre las más importantes podemos mencionar la autonomía de Banxico, y el régimen de libre flotación del tipo de cambio. Analicemos el comportamiento de la inflación (Cuadro 1), y las metas logradas con este enfoque en nuestro país. (Cuadro 2).



Si bien es cierto que los objetivos inflacionarios en promedio se han cumplido para México, también es evidente que se ha castigado con estas medidas restrictivas el crecimiento económico. Evidencia empírica nos refuerza que el secreto de países emergentes que han logrado excelentes tasas de crecimiento en poco tiempo, no ha sido concentrarse en las medidas inflacionarias únicamente, sino en generar crecimiento en la economía.

Por ejemplo, India se ha destacado por la preparación de recursos humanos de primer nivel y la formación de capital humano, además del diseño y aplicación de muy importantes proyectos de reformas institucionales que impactaron su comercio internacional y sus medidas impositivas. China por su parte, se olvidó que sólo existe una ventaja competitiva en su mano de obra barata, y se ha enfocado en la tecnología y la atracción de inversión extranjera a sus principales centros de consumo. Sin duda, son países que privilegian el conocimiento y el valor agregado y se han olvidado de procesos primarios: temas en los cuales México deberá poner un interés muy especial durante los años por venir.

Contrario a estos dos países, en México, durante el sexenio pasado además de frenar el crecimiento económico pero manteniendo una inflación baja, se desarrollaron programas de asistencia social como Oportunidades y el Seguro Popular que incentivaron la informalidad y no se tradujeron cambios cualitativos en los recursos humanos. Si hubo o no una disminución de la pobreza extrema durante el sexenio pasado, esto se ve minimizado ante el gran rezago económico que actualmente sufre nuestra planta productiva. Un crecimiento promedio anual durante el último sexenio inferior al 3% en promedio. (INEGI).

Hoy en día, con las mismas medidas restrictivas y ante la urgencia de contar con mayores recursos y generar mejores condiciones de crecimiento económico por fin se ha aprobado una reforma fiscal, hecho que hay que aplaudir, sin embargo, el fantasma de la inflación se ha disparado en toda la sociedad, inclusive, antes de que entre en vigor la reforma.

Lamento que haya múltiples posicionamientos negativos de todos los sectores de la población, y casi ninguno a favor, incluso de los diputados que finalmente aprobaron la reforma fiscal. La verdad que es muy lamentable, ya que se trata de una inflación de tipo especulativa impulsada por las empresas y por los medios de comunicación que quieren una revancha.

Aunque técnicamente es improbable una cascada de aumentos, dado que estamos hablando de un aumento de dos centavos por litro al mes, la inflación de tipo especulativa producida principalmente por los medios de comunicación con ánimos de revancha, y luego por los propios empresarios es inevitable. Todos quieren sacar una tajada del pastel confundiendo a la población.

El Banco de México tiene una meta de inflación para el mediano plazo de un 3% +/- un punto porcentual y ha dicho que espera una tasa para el año de entre 3.75% y 4.25% en el tercer trimestre.

La inflación anual en México se desaceleró a un 4.03% en agosto, pero permanece por arriba del rango del objetivo del banco central. Se ha puesto en riesgo finalmente esa meta.

Si nuestro país no entra en una dinámica de trabajo en equipo, y de una agresividad empresarial bien enfocada, poco podremos avanzar por mejorar nuestras condiciones de vida. Y si a esto le añadimos una política macroeconómica restrictiva, que no ha incentivado la economía interna y que tiene guardadas en el baúl medidas de expansión del gasto público por mantener un “equilibrio macroeconómico” a toda costa, no generará el crecimiento económico que el país necesita.

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domingo, 16 de septiembre de 2007

El empleo en Durango: ¿Cifra Récord?

Hablar de empleo es como hablar de democracia. Se erige en un concepto mítico, supremo, perfecto, incluso de un alto valor moral: todos lo aceptan, lo anhelan, lo prometen y casi nadie asume un compromiso formal para cumplirlo, simplemente porque es un fenómeno que no se puede operar por simple capricho. La generación de empleos no depende de una persona, ni de un político, ni de un candidato, ni de un gobierno, debe ser una prioridad de todos.

Comienzo así el comentario de hoy porque en la semana que transcurrió, con toda la parafernalia típica que acompaña al informe de Gobierno, y con la expectativa ciudadana que hay entorno del empleador más grande del Estado de Durango, me topé con el siguiente boletín de prensa (que después fue titular en la mayoría de los periódicos locales, por supuesto): “Alcanza Durango cifra record en el número de asegurados en el IMSS”. Me quedé pensativo y miré al horizonte petrificado como una gárgola de esas del Ricardo Castro…

No sé usted, pero lo primero que se me vino a la mente fue creer que se abrió otra nueva dependencia de gobierno… Es que con eso de que nuestros Diputados locales se aprueban mayor presupuesto y mayores curules justificándose en una consulta popular y en el aumento de la población, pues como que ya tengo pánico. Pero luego volví a un estado de sensatez inusual en mí: risas…

Este sentimiento de incredulidad me viene de las matemáticas, luego del entendimiento. Efectivamente, según las cifras de trabajadores asegurados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportadas durante el mes de agosto del año en curso en ese boletín, hemos llegado a la cifra récord durante este sexenio de 180 mil 239 personas trabajando formalmente. Sin embargo, estos datos son muy parciales y no nos están diciendo toda la verdad como para estar satisfechos.

Según datos de las mismas fuentes, en Durango tenemos un rezago en la generación de empleos de por lo menos 6 años. Esta cifra récord de la que se habla, es apenas la recuperación de nuestra planta productiva local después de caer dramáticamente entre los años 2000 y 2002, producto de la desaceleración económica de Estados Unidos, y de la crisis exportadora que disminuyó el consumo mundial cuando los ataques terroristas de septiembre 11 en Nueva York. En su afán de vitorear una victoria que sigue siendo pírrica y que no le corresponde al gobierno anunciar, con la difusión de este boletín, han caído en el error de utilizar estadística para afirmar que hemos crecido, pero no nos dicen toda la verdad, o es una verdad muy parcial.

Además, no sé porque nuestros funcionarios públicos se empeñan en medir el desarrollo económico por sexenios, sin embargo, siguiendo con esa absurda tradición versarán los siguientes argumentos: el gobierno actual comenzó un 15 de septiembre de 2004 con 167 mil 861 trabajadores registrados en el IMSS. Como es de esperar en un fenómeno cíclico como el empleo, ha tenido altas y bajas, pero al 31 de agosto del presente año reporta una generación acumulada de 12 mil 378 empleos. La cifra récord de la que hablan. (Cuadro 1)



Como verán en la misma gráfica, el comportamiento del empleo durante lo que va de esta administración es alentador, pero aún no es suficiente si consideramos que actualmente contamos con una población de aproximadamente 1.5 millones de habitantes, de los cuales 600 mil son Población Económicamente Activa (PEA). Y todavía peor, muchos de los empleos actuales se están generando vía la obra pública del gobierno en el sector de la construcción, empleos que no son permanentes.

Continuando con el análisis transexenal del desempeño en el empleo tal como le gusta al gobierno, ahora déjeme comprobar que los 180 mil empleos de la administración actual apenas representan una recuperación del nivel que tuvimos en el año 2000 (181 mil 309): resulta alarmante que nuestra iniciativa privada, nuestros sindicatos, nuestro gobierno, los ciudadanos y todo el aparato productivo vinculado a la generación de empleos, tuviéramos que esperar 6 años para recuperar los empleos perdidos. (Cuadro 2).





Analizando esa misma gráfica con datos del IMSS y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), nos damos cuenta que el nivel de empleos ha crecido de forma irregular, y el período más prolongado de crecimiento estuvo entre 1995 y el año 2000. De forma contraria, del año 2000 al 2004, el empleo tuvo su peor comportamiento, iniciándose una recuperación moderada a finales de 2004 y principios del año 2005.

En términos absolutos, en el sexenio de Silerio Esparza se generaron 29 mil 494 empleos, es en el período que inicia el cambio cualitativo en nuestra industria al llegar a Durango el Grupo Yazaki en la rama automotriz; el sexenio de Guerrero Mier fue muy bueno durante los dos primeros años: generó 16 mil 127 empleos, pero fue desastroso en términos absolutos por que le tocó la crisis de exportación mundial: en cuestión de meses se perdieron 20 mil plazas en el ramo textilero, por otro lado, dio un brinco a empresas de mayor contenido tecnológico como Philips en la Laguna, y marcó el inicio de la modernización comercial de Durango; el sexenio actual va conservadoramente bien: en tres años ha generado 12 mil 378 empleos formales en términos absolutos, y marca formalmente el inicio de la recuperación de la industria textil y la aceptación mundial de los vehículos japoneses: Yazaki se expande en Durango, sin embargo, cierran diversas empresas textiles y lamentablemente LG Philips. Aún no hay diversificación tecnológica.

¿Qué hubo en el contexto de esos sexenios para favorecer o perjudicar el empleo en nuestro estado?

¿Acaso hay una formula mágica que le garantice a un gobierno la generación permanente del empleo?

¿Cuál es el papel de los empresarios, de los sindicatos y de los ciudadanos?

En el tercer informe se habla de los éxitos pero no de los fracasos: ¿Qué pasa con CMS Manufacturing en Nombre de Dios y Canatlán?; ¿Que pasó el año pasado con LG Philips?

Es evidente la generación de infraestructura y el mejoramiento de nuestra ciudad, la obra pública y los empleos que genera están a la vista, pero no son permanentes. De ahí lo preocupante del caso. Pregunta: ¿Dónde está la política empresarial y de desarrollo económico? ¿Dónde están los resultados de la mejor Ley de Desarrollo Económico del país que se aprobó al inicio de este sexenio en Durango?

La respuesta tiene que ver con el dinero, lamentablemente. Seguimos siendo el Estado de la República con la oficina de Desarrollo Económico más pequeña y con menos recursos del país. A ello súmele la falta de imaginación…

Además, competimos con estados como San Luis Potosí, Querétaro, Chihuahua, Zacatecas o Aguascalientes donde la oficina de desarrollo Industrial es una prioridad.

El hecho de haber alcanzado una cifra “récord” en generación de empleos como dice el boletín institucional del Estado, no debe sino comprometernos más con Durango. Analicemos cada uno de nosotros nuestro papel como empresarios, como profesionistas y como ciudadanos para ayudarle al gobierno que no puede, no sabe y requiere del apoyo de todos los duranguenses. La generación de empleo depende de todos.




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domingo, 9 de septiembre de 2007

La generación de empleo como política de Estado.

La generación de empleos es un fenómeno cíclico que no necesariamente va de la mano con el crecimiento poblacional y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Es muy difícil medir el impacto de las políticas públicas para con el empleo, sin embargo, aquellas entidades que tienden a generar condiciones propicias en sus sectores clave, fuera de los dogmas políticos, logran desarrollarse más rápidamente. Analicemos por qué.

El crecimiento del PIB en México durante el periodo comprendido entre 1993 y 2003 (último dato disponible de PIB), en comparación con otras economías y, sobre todo, de nuestras propias necesidades de empleo y producción es insuficiente y hasta mediocre (2.7% promedio anual). El repunte comenzó en el año 1996, y a pesar de que en los últimos 5 años se han registrado tasas inferiores al 3% de crecimiento promedio anual (sumamente mediocre), tenemos las condiciones para incrementarlo en el futuro, sólo si propiciamos las reformas más urgentes, sobre todo para bajar los costos de la energía y de la recaudación fiscal. ¿Qué dice nuestro Congreso al respecto?

Los estados más destacados y que sirvieron como locomotora de nuestro país en términos del PIB durante estos 10 años son: Aguascalientes, Querétaro, Coahuila, Baja California, Tamaulipas, Quintana Roo, Chihuahua, Nuevo León y Guanajuato. Es claro que se debió a que la economía de estas entidades está sustentada en industrias que fabrican productos e insumos para la exportación, con altos contenidos tecnológicos y mayor valor agregado. Un argumento sólido contra los detractores sistemáticos del TLC. (Cuadro 1)

En este mismo periodo, Durango, nuestra entidad, se mantiene con un crecimiento promedio anual de 3%, que lo ubica en el lugar 15 a nivel nacional, apenas por encima de la media nacional. Esto gracias al dinamismo industrial de la Comarca Lagunera (textilera, metalmecánica y agroindustrial) y la industria minera, que se han comportado de manera positiva.

Por otra parte, el comportamiento del empleo formal comparado con el crecimiento del PIB, de entrada es completamente contradictorio. La razón es muy simple (científicamente hablando). Mientras que la economía crece de manera directamente proporcional al tamaño de su población, es decir, el PIB crece porque la población crece de manera natural, el desempleo se agudiza en aquellas entidades que ostentan una base industrial sólida, y por lo tanto, puestos de trabajo disponibles.

De tal manera que las entidades que mejor desempeño del PIB tuvieron, por ejemplo, es muy probable que destaquen con tasas de desempleo más recurrentes y constantes. Es el caso de entidades como: Chihuahua, Durango, Tlaxcala, Puebla, Coahuila, Hidalgo, Estado de México, Baja California Sur, Distrito Federal, Tamaulipas, Aguascalientes, Sonora, Morelos, entre las principales. ¿Se ha preguntado porqué no aparece Chiapas o Oaxaca en la parte más alta de las estadísticas de desempleo?

Si analizamos las estadísticas del desempleo detenidamente, y las comparamos con el crecimiento del PIB y de la población en los estados, es muy probable que las entidades con mejores resultados en PIB, aparezcan clasificadas de manera negativa en el rubro del empleo. La razón de ser de esta “incongruencia” se explica muy fácilmente: el desempleo es grave en aquellos estados que suponen una estructura industrial más sólida, que se convierten en receptores de mano de obra de otras ciudades en donde no existe tal dinamismo industrial. Por eso se van nuestros talentos.

Para el caso de Durango que ocupa el lugar 24 en población y el 15 en crecimiento del PIB durante los años 1993-2003, en términos anuales (2006) es apenas el lugar 31 a nivel nacional en generación de empleo. La razón es que la estructura industrial aún es de baja escala o de poco valor agregado. Tenemos una participación del PIB en el sector agropecuario muy apegada al sector primario con poco valor agregado. Cada año de cosechas, por ejemplo, seguimos dependiendo de los subsidios a la comercialización de maíz y frijol, mientras que otras entidades invierten en equipo y tecnología para transformar los productos agrícolas.

Por ello mi argumento es señalar la generación de empleo como un fenómeno cíclico que no necesariamente crece con la población y el PIB, sino con las medidas contracíclicas que el Estado desarrolle como parte de su política económica y no de su agenda política.

En el caso particular de Durango, nos debe impulsar la necesidad de generar mejores condiciones en aquellos sectores en los que somos más fuertes: ganadería, agroindustria, minería, abordarlos con una visión de clusters; movernos hacia sectores nuevos en los que podemos ser competitivos: autopartes, metalmecánica, software; sin olvidarnos del profundo compromiso y responsabilidad con las generaciones posteriores.

En este sentido ¿Cree usted que el Gobierno del Estado de Durango está haciendo bien su chamba? Si su respuesta es sí, es usted una persona muy optimista o trabaja para el gobierno y va llegar lejos en la vida. Si su respuesta es no, todavía le quedan tres años a este gobierno para demostrar lo contrario….

¿Cuáles son las medidas contracíclicas de empleo que el Estado desarrolla en la entidad? Los microcréditos, las células de financiamiento… Clap, clap, clap.

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martes, 4 de septiembre de 2007

PANEGIRISTAS….

No quiero ser interpretado como un sentimentaloide el día de hoy. De hecho nunca. Pero con este texto quiero expresar que la calidad periodística del entorno de Durango en su mayoría se compone de un puñado de seres humanos serviles y acomodaticios. Hay muy raras excepciones, hay que reconocerlo, pero en general, hay un ejército de aduladores al servicio del gobierno y del gobernador que le están haciendo daño. Leamos mis argumentos.

Desgraciadamente los periódicos y noticieros están plagados de personajes, columnistas, deportistas, conductores, líderes sociales, políticos, funcionarios, ruleteros, eléctricos, y hasta boxeadores que saturan de alabanzas la imagen y acciones del Gobernador en turno que da asco. No es que esté contra el Gobernador Ismael Hernández Deras, pero tanta lambisconería cansa. ¿O es que se trata de un ser de otro planeta y no lo sabemos todavía?

Hace su trabajo y lo hace bien, de hecho para eso se le paga y por eso ganó las elecciones de forma contundente, pero de ahí a que sea un ser Galáctico, de la estirpe de un semi-dios alado, discúlpenme, pero ni Pelé ni Maradona en sus equipos lo eran. No me extrañaría que le incomode tanta lambisconería al Gobernador…pero eso sólo lo sabe él….

A estas alturas de la historia cuando hay más libertad de prensa y mayores oportunidades de escribir lo que se piensa, o lo que dice la sociedad, a los medios de comunicación se les acabaron las ideas y los cuestionamientos. En los medios de comunicación locales todavía hay quienes defienden y pregonan un concepto como el de la Democracia, y en el fondo, se trata sólo de plegarias a los dioses por agradecer o celebrar un sistema autoritario de un solo hombre en el poder. ¿No les parece contradictorio?

―Es que Durango es chiquito y muy tímido―, me decía un fuereño….
―Los tienen bien controladitos en Durango―, me dijo otro….

Me da pena ver la manera poco objetiva en que son tratados todos y cada uno de los espacios que se tienen en los principales medios de comunicación. Sinceramente, la difusión institucional es exagerada y unida a la difusión electoral resulta grosera y hasta ofensiva para los ciudadanos por su costo. Incluso, resulta poco grato saber que de esa misma publicidad institucional dependen casi la mayoría de los medios de comunicación en el estado. ¡¡¡Por suerte se inventaron los blogs!!!

Por ejemplo, si usted lee cualquier periódico local, basta con leer un simple y burdo boletín del Gobierno del Estado anunciando las actividades de todo el poder ejecutivo; sígase hasta la página de Policía; y luego, estaciónese también en la sección de Sociales: verá que en todas partes utilizan frases como ésta:

“El señor gobernador…..”
“Por instrucciones del señor gobernador…..”
“El jefe político del estado…..”
“El primer priísta de Durango….”
“El que manda…..”
“El Presidente real del PRI…”
“Si Dios y Él lo permiten…”
“La última palabra la tiene el de Zambrano…”
“Una obra sin precedentes…”
“Por primera vez en la historia…”
“El único estado que lo hace o lo tiene en el país…”
“La mejor feria del país…”
“Los priístas acordaron….”

Es más, la última vez que consulté mi horóscopo decía que la luna de acuario en armonía con Ismael, me traerían buena fortuna en los negocios….¡¡¡AAAHHHGGGG!!! Ya no le digo que vea las entrevistas de los pocos funcionarios que salen en televisión, pues el miedo y la sumisión es evidente.

No cabe duda que somos una sociedad con miedo, que sufre y evita cualquier situación que pueda interpretarse como una opinión distinta del Gobernador, como si fuera un pecado mortal. Desgraciadamente, al revisar cada una de estas expresiones, sin darnos cuenta, los ciudadanos estamos reconociendo y admitiendo que por lo menos en Durango, el poder lo tiene una sola persona, y eso me llena de tristeza y a la vez de enojo. No sé a usted.

Yo creo que la adulación y los aduladores que viven a costa del gobernador le son adversos y lo perjudicarán a la larga. Al final, son los que le hacen daño a la imagen de cualquier político por que fastidian a la ciudadanía con tantas exaltaciones. Bueno, es una percepción muy personal y puede que me equivoque.

¿Ustedes qué opinan?

¡¡¡Dios Salve al Rey!!!

Leonardo Alvarez es Economista y un católico conflictivo que no tiene perdón de Dios…. De hecho es más científico que ser humano. Cualquier duda, comentario o sugerencia favor de enviarlo a:
leonardo.alvarez@prodigy.net.mx o http://leonardoengd.blogspot.com

domingo, 2 de septiembre de 2007

Implicaciones de las cifras poblacionales.

La población es uno de los principales ejes de la política pública de cualquier país. Conocer la cantidad y características de la población es el punto de partida para la toma de decisiones en materia de política pública. En nuestro país, el referente principal sobre la materia es el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), y para medir los cambios poblacionales realiza un Censo general cada diez años y un Conteo poblacional en medio de estos ejercicios, también, cada diez años. El más reciente fue el “II Conteo de Población y Vivienda 2005”.

Por sus implicaciones de política pública, los resultados del Conteo trascienden el aparentemente simple proceso de contabilización de quienes habitan en el país, y permite renovar la comprensión de la realidad nacional e internacional por medio de múltiples indicadores que cambian al incluir nuevas cifras poblacionales: indicadores de riqueza como el PIB; la dinámica y condiciones de salud del país; los flujos de comercio mundial; o simplemente los criterios de asignación de participaciones federales. En esta entrega, a partir del análisis poblacional de nuestro país, trataré de ilustrar algunas de estas implicaciones que se derivan de estos cambios en nuestra población.

Primero, analicemos la población total de nuestro país comparándola a nivel mundial. En este contexto ocupamos el lugar número 11 y tal parece que nadie está en condiciones de disputarle el primerísimo lugar a China, o incluso el segundo lugar a la India. Para las grandes empresas y consorcios internacionales, el futuro del mundo es hacer negocios con el mercado asiático. No es novedad que en este siglo XXI y en plena globalización, China haya revolucionado el comercio y el consumo mundiales. (Cuadro 1)




De este cuadro, deducimos que México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica sólo por debajo de Brasil. Seguramente le seguirán Argentina, Uruguay y Chile. Por ello, es entendible porque Luis Inacio Lula Da Silva le da tanta importancia a nuestro país y lamentablemente, los mexicanos sólo nos concentramos en el TLC. Los flujos de comercio mundial apuntan para el pacífico: China, Japón, Corea, Taiwán; o para Europa: Alemania, Francia, España; y por qué no para Sudamérica.

Ahora analicemos la población nacional y su distribución por entidad federativa. Por el número de habitantes destacan los 5 primeros estados de la República: Estado de México, Distrito Federal, Veracruz, Jalisco y Puebla, los cuales representan el 40.6% de la población total del país. Esto significa que en estas cinco entidades de la república se concentra alrededor del 50% del presupuesto gubernamental federal. (Cuadro 2).

Se puede identificar un segundo grupo de entidades (de entre 3 y 5 millones de habitantes) que agrupan 29.3% de la población total: Guanajuato, Chiapas, Nuevo León, Michoacán, Oaxaca, Chihuahua, Guerrero y Tamaulipas.

Un tercer grupo de entidades con más de 2 y menos de tres millones de habitantes, concentran 16.5% de la población: Baja California, Sinaloa, Coahuila, San Luis Potosí, Sonora, Hidalgo y Tabasco.

Por su parte, las entidades que tienen más de uno y menos de dos millones de habitantes; reúnen sólo 10.8% de la población: Yucatán, Morelos, Querétaro, Durango, Zacatecas, Quintana Roo, Tlaxcala y Aguascalientes.
Finalmente, -allá lejos- se ubican cuatro entidades con menos de un millón de habitantes que reúnen tan sólo 2.7% de la población total del país: Nayarit, Campeche, Colima y Baja California Sur.

Con estas cifras nos damos cuenta que la labor del Ejecutivo Federal no es tan sencilla a la hora de distribuir los recursos públicos, y por ello utiliza la población como una referencia para realizar comparaciones ponderadas, pues le permite conocer la dimensión de un indicador en función de la cantidad de personas que habitan una localidad, un país o región.
Por otra parte, debido a los cambios en las cifras poblacionales, es de esperar que los recursos que la federación transfiere a las entidades federativas aumenten o disminuyan según el cambio poblacional en cada entidad. En promedio, más del 80% de los ingresos totales de las entidades federativas provienen de las transferencias de recursos federales por medio de las llamadas “Participaciones Federales”. (Durango 93%) Como son: Ramo 28, Ramo 33, el Programa de Apoyo para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (PAFEF), el Fondo de Apoyo a la Educación Básica y Normal (FAEB), y los Convenios de Descentralización del presupuesto de egresos de cada año.
De modo que el nivel poblacional y sus variaciones sugieren que las entidades con más población y mayor crecimiento poblacional en los últimos años, se podrían beneficiar en mayor medida que el resto de las entidades con los recursos provenientes de las participaciones federales.
Según la “Ley de Coordinación Fiscal” del 10 de febrero de 2005 -dato más reciente que tengo a la mano- los criterios de asignación de las participaciones federales a las entidades federativas son los siguientes:
  • 45.17% del total del Fondo se debe repartir en proporción a la población de cada entidad.
  • 45.17% se debe repartir de acuerdo con la participación de los estados en los impuestos federales sobre tenencia o uso de vehículos; el impuesto especial sobre producción y servicios; y sobre automóviles nuevos.
  • 9.66% del total del Fondo en proporción inversa a las Participaciones por habitante en cada entidad, de acuerdo con los criterios anteriores.

Leonardo Alvarez es Economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C., cualquier comentario por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/