domingo, 16 de septiembre de 2007

El empleo en Durango: ¿Cifra Récord?

Hablar de empleo es como hablar de democracia. Se erige en un concepto mítico, supremo, perfecto, incluso de un alto valor moral: todos lo aceptan, lo anhelan, lo prometen y casi nadie asume un compromiso formal para cumplirlo, simplemente porque es un fenómeno que no se puede operar por simple capricho. La generación de empleos no depende de una persona, ni de un político, ni de un candidato, ni de un gobierno, debe ser una prioridad de todos.

Comienzo así el comentario de hoy porque en la semana que transcurrió, con toda la parafernalia típica que acompaña al informe de Gobierno, y con la expectativa ciudadana que hay entorno del empleador más grande del Estado de Durango, me topé con el siguiente boletín de prensa (que después fue titular en la mayoría de los periódicos locales, por supuesto): “Alcanza Durango cifra record en el número de asegurados en el IMSS”. Me quedé pensativo y miré al horizonte petrificado como una gárgola de esas del Ricardo Castro…

No sé usted, pero lo primero que se me vino a la mente fue creer que se abrió otra nueva dependencia de gobierno… Es que con eso de que nuestros Diputados locales se aprueban mayor presupuesto y mayores curules justificándose en una consulta popular y en el aumento de la población, pues como que ya tengo pánico. Pero luego volví a un estado de sensatez inusual en mí: risas…

Este sentimiento de incredulidad me viene de las matemáticas, luego del entendimiento. Efectivamente, según las cifras de trabajadores asegurados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportadas durante el mes de agosto del año en curso en ese boletín, hemos llegado a la cifra récord durante este sexenio de 180 mil 239 personas trabajando formalmente. Sin embargo, estos datos son muy parciales y no nos están diciendo toda la verdad como para estar satisfechos.

Según datos de las mismas fuentes, en Durango tenemos un rezago en la generación de empleos de por lo menos 6 años. Esta cifra récord de la que se habla, es apenas la recuperación de nuestra planta productiva local después de caer dramáticamente entre los años 2000 y 2002, producto de la desaceleración económica de Estados Unidos, y de la crisis exportadora que disminuyó el consumo mundial cuando los ataques terroristas de septiembre 11 en Nueva York. En su afán de vitorear una victoria que sigue siendo pírrica y que no le corresponde al gobierno anunciar, con la difusión de este boletín, han caído en el error de utilizar estadística para afirmar que hemos crecido, pero no nos dicen toda la verdad, o es una verdad muy parcial.

Además, no sé porque nuestros funcionarios públicos se empeñan en medir el desarrollo económico por sexenios, sin embargo, siguiendo con esa absurda tradición versarán los siguientes argumentos: el gobierno actual comenzó un 15 de septiembre de 2004 con 167 mil 861 trabajadores registrados en el IMSS. Como es de esperar en un fenómeno cíclico como el empleo, ha tenido altas y bajas, pero al 31 de agosto del presente año reporta una generación acumulada de 12 mil 378 empleos. La cifra récord de la que hablan. (Cuadro 1)



Como verán en la misma gráfica, el comportamiento del empleo durante lo que va de esta administración es alentador, pero aún no es suficiente si consideramos que actualmente contamos con una población de aproximadamente 1.5 millones de habitantes, de los cuales 600 mil son Población Económicamente Activa (PEA). Y todavía peor, muchos de los empleos actuales se están generando vía la obra pública del gobierno en el sector de la construcción, empleos que no son permanentes.

Continuando con el análisis transexenal del desempeño en el empleo tal como le gusta al gobierno, ahora déjeme comprobar que los 180 mil empleos de la administración actual apenas representan una recuperación del nivel que tuvimos en el año 2000 (181 mil 309): resulta alarmante que nuestra iniciativa privada, nuestros sindicatos, nuestro gobierno, los ciudadanos y todo el aparato productivo vinculado a la generación de empleos, tuviéramos que esperar 6 años para recuperar los empleos perdidos. (Cuadro 2).





Analizando esa misma gráfica con datos del IMSS y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), nos damos cuenta que el nivel de empleos ha crecido de forma irregular, y el período más prolongado de crecimiento estuvo entre 1995 y el año 2000. De forma contraria, del año 2000 al 2004, el empleo tuvo su peor comportamiento, iniciándose una recuperación moderada a finales de 2004 y principios del año 2005.

En términos absolutos, en el sexenio de Silerio Esparza se generaron 29 mil 494 empleos, es en el período que inicia el cambio cualitativo en nuestra industria al llegar a Durango el Grupo Yazaki en la rama automotriz; el sexenio de Guerrero Mier fue muy bueno durante los dos primeros años: generó 16 mil 127 empleos, pero fue desastroso en términos absolutos por que le tocó la crisis de exportación mundial: en cuestión de meses se perdieron 20 mil plazas en el ramo textilero, por otro lado, dio un brinco a empresas de mayor contenido tecnológico como Philips en la Laguna, y marcó el inicio de la modernización comercial de Durango; el sexenio actual va conservadoramente bien: en tres años ha generado 12 mil 378 empleos formales en términos absolutos, y marca formalmente el inicio de la recuperación de la industria textil y la aceptación mundial de los vehículos japoneses: Yazaki se expande en Durango, sin embargo, cierran diversas empresas textiles y lamentablemente LG Philips. Aún no hay diversificación tecnológica.

¿Qué hubo en el contexto de esos sexenios para favorecer o perjudicar el empleo en nuestro estado?

¿Acaso hay una formula mágica que le garantice a un gobierno la generación permanente del empleo?

¿Cuál es el papel de los empresarios, de los sindicatos y de los ciudadanos?

En el tercer informe se habla de los éxitos pero no de los fracasos: ¿Qué pasa con CMS Manufacturing en Nombre de Dios y Canatlán?; ¿Que pasó el año pasado con LG Philips?

Es evidente la generación de infraestructura y el mejoramiento de nuestra ciudad, la obra pública y los empleos que genera están a la vista, pero no son permanentes. De ahí lo preocupante del caso. Pregunta: ¿Dónde está la política empresarial y de desarrollo económico? ¿Dónde están los resultados de la mejor Ley de Desarrollo Económico del país que se aprobó al inicio de este sexenio en Durango?

La respuesta tiene que ver con el dinero, lamentablemente. Seguimos siendo el Estado de la República con la oficina de Desarrollo Económico más pequeña y con menos recursos del país. A ello súmele la falta de imaginación…

Además, competimos con estados como San Luis Potosí, Querétaro, Chihuahua, Zacatecas o Aguascalientes donde la oficina de desarrollo Industrial es una prioridad.

El hecho de haber alcanzado una cifra “récord” en generación de empleos como dice el boletín institucional del Estado, no debe sino comprometernos más con Durango. Analicemos cada uno de nosotros nuestro papel como empresarios, como profesionistas y como ciudadanos para ayudarle al gobierno que no puede, no sabe y requiere del apoyo de todos los duranguenses. La generación de empleo depende de todos.




Cualquier comentario relacionado con esta columna por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/



1 comentario:

Galis dijo...

Hola Leo, mmm un tema dificil y complejo, creo que ante el tema del empleo hay que tomar en cuenta muchos más aspectos, como son: el tamaño de la economía, su vocación natural, su población y cómo esta distribuída, etc, etc.
O sea tomar un número como un indicador de bienestar tiene amplias desventajas, en primero porque es ampliamente debatible excepto en un contexto perfectamente definido.
El interpretar que todo aumento es un beneficio, es un concepto que de inicio apoyo, por ejemplo el aumento de mi sueldo, =), pero en cuanto al empleo tiene sus interpretaciones, de inicio como manifiestas es solo una recuperación a un estado que ya habíamos tendio antes del lamentable 11 de septiembre y ya entonces hablábamos que solo era una recuperación, que tal vez nos ayudara a palear los años de retraso, además es importante ver que tenemos industrias que son estacionales, como es la confección, que como aumenta 2 mil puestos los reduce, y un sector comercial muy robusto que aumenta en noviembre-diciembre para caer dramaticamente.
Además debemos tomar en cuenta el tamaño de nuestra economía, obviamente con 1.5 millones de habitantes pues no es que no queramos ser Nuevo León o la Ciudad de México es que simplemente estamos imposibilitados.
El empleo, creo debe tener una análisis de el número de empleos, las industrias a las que pertenece y su calidad, en el tiempo y en el ingreso, pero creo que este debate no será fructífero hasta que dejemos de desear que el empleo se genere por decreto y que sea usado como nota de primera plana.
Creo que lo más importante es preguntarnos y nosotros qué hacemos por Durango, yo por lo pronto opino...