domingo, 9 de septiembre de 2007

La generación de empleo como política de Estado.

La generación de empleos es un fenómeno cíclico que no necesariamente va de la mano con el crecimiento poblacional y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Es muy difícil medir el impacto de las políticas públicas para con el empleo, sin embargo, aquellas entidades que tienden a generar condiciones propicias en sus sectores clave, fuera de los dogmas políticos, logran desarrollarse más rápidamente. Analicemos por qué.

El crecimiento del PIB en México durante el periodo comprendido entre 1993 y 2003 (último dato disponible de PIB), en comparación con otras economías y, sobre todo, de nuestras propias necesidades de empleo y producción es insuficiente y hasta mediocre (2.7% promedio anual). El repunte comenzó en el año 1996, y a pesar de que en los últimos 5 años se han registrado tasas inferiores al 3% de crecimiento promedio anual (sumamente mediocre), tenemos las condiciones para incrementarlo en el futuro, sólo si propiciamos las reformas más urgentes, sobre todo para bajar los costos de la energía y de la recaudación fiscal. ¿Qué dice nuestro Congreso al respecto?

Los estados más destacados y que sirvieron como locomotora de nuestro país en términos del PIB durante estos 10 años son: Aguascalientes, Querétaro, Coahuila, Baja California, Tamaulipas, Quintana Roo, Chihuahua, Nuevo León y Guanajuato. Es claro que se debió a que la economía de estas entidades está sustentada en industrias que fabrican productos e insumos para la exportación, con altos contenidos tecnológicos y mayor valor agregado. Un argumento sólido contra los detractores sistemáticos del TLC. (Cuadro 1)

En este mismo periodo, Durango, nuestra entidad, se mantiene con un crecimiento promedio anual de 3%, que lo ubica en el lugar 15 a nivel nacional, apenas por encima de la media nacional. Esto gracias al dinamismo industrial de la Comarca Lagunera (textilera, metalmecánica y agroindustrial) y la industria minera, que se han comportado de manera positiva.

Por otra parte, el comportamiento del empleo formal comparado con el crecimiento del PIB, de entrada es completamente contradictorio. La razón es muy simple (científicamente hablando). Mientras que la economía crece de manera directamente proporcional al tamaño de su población, es decir, el PIB crece porque la población crece de manera natural, el desempleo se agudiza en aquellas entidades que ostentan una base industrial sólida, y por lo tanto, puestos de trabajo disponibles.

De tal manera que las entidades que mejor desempeño del PIB tuvieron, por ejemplo, es muy probable que destaquen con tasas de desempleo más recurrentes y constantes. Es el caso de entidades como: Chihuahua, Durango, Tlaxcala, Puebla, Coahuila, Hidalgo, Estado de México, Baja California Sur, Distrito Federal, Tamaulipas, Aguascalientes, Sonora, Morelos, entre las principales. ¿Se ha preguntado porqué no aparece Chiapas o Oaxaca en la parte más alta de las estadísticas de desempleo?

Si analizamos las estadísticas del desempleo detenidamente, y las comparamos con el crecimiento del PIB y de la población en los estados, es muy probable que las entidades con mejores resultados en PIB, aparezcan clasificadas de manera negativa en el rubro del empleo. La razón de ser de esta “incongruencia” se explica muy fácilmente: el desempleo es grave en aquellos estados que suponen una estructura industrial más sólida, que se convierten en receptores de mano de obra de otras ciudades en donde no existe tal dinamismo industrial. Por eso se van nuestros talentos.

Para el caso de Durango que ocupa el lugar 24 en población y el 15 en crecimiento del PIB durante los años 1993-2003, en términos anuales (2006) es apenas el lugar 31 a nivel nacional en generación de empleo. La razón es que la estructura industrial aún es de baja escala o de poco valor agregado. Tenemos una participación del PIB en el sector agropecuario muy apegada al sector primario con poco valor agregado. Cada año de cosechas, por ejemplo, seguimos dependiendo de los subsidios a la comercialización de maíz y frijol, mientras que otras entidades invierten en equipo y tecnología para transformar los productos agrícolas.

Por ello mi argumento es señalar la generación de empleo como un fenómeno cíclico que no necesariamente crece con la población y el PIB, sino con las medidas contracíclicas que el Estado desarrolle como parte de su política económica y no de su agenda política.

En el caso particular de Durango, nos debe impulsar la necesidad de generar mejores condiciones en aquellos sectores en los que somos más fuertes: ganadería, agroindustria, minería, abordarlos con una visión de clusters; movernos hacia sectores nuevos en los que podemos ser competitivos: autopartes, metalmecánica, software; sin olvidarnos del profundo compromiso y responsabilidad con las generaciones posteriores.

En este sentido ¿Cree usted que el Gobierno del Estado de Durango está haciendo bien su chamba? Si su respuesta es sí, es usted una persona muy optimista o trabaja para el gobierno y va llegar lejos en la vida. Si su respuesta es no, todavía le quedan tres años a este gobierno para demostrar lo contrario….

¿Cuáles son las medidas contracíclicas de empleo que el Estado desarrolla en la entidad? Los microcréditos, las células de financiamiento… Clap, clap, clap.

Cualquier comentario con esta columna por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/

2 comentarios:

Galis dijo...

Hola Leo, qué tienes en contra de las células, a ver? jaja. Definitivamente el análisis del por qué Durango no ha logrado un repunte en sus niveles de empleo, nos llevaria más que unas tazas de café, en mi caso particular me gustaría enfocarme en el caso atípico que representamos en cuanto al fenómeno poblacional, crecemos a tasas solo dadas en países europeos y no por éxito de medidas de salud, y si por la migración de las mujeres en etapa reproductiva, Durango vivirá antes que cualquier otro estado en México una carencia de siguiente generación, fenómeno que ya vivimos, pedimos fuentes de trabajo pero no tenemos quién trabaje en los procesos, ya sea por el salario o por que en los municipios la fuerza trabajadora ha decidido migrar. Lo que es claro es que las medidas de política pública se enfocan al beneficio social (lo de beneficio es altamente discutible), más de 70 años no nos han demostrado fehacientemente que darle pan y circo al pueblo no es suficiente, y que todos merecemos una calidad de vida.

ElRich dijo...

Que tal leo muy interesante y respetable tu punto de vista, creo que el error mas grande de la poblacion sigue siendo el ver a "el gobierno" como responsable primordial en al generacion de empleo, desde mi muy particular punto de vista lo que necesitamos primero como mexicanos y luego como duranguenses es el tan esperado cambio de actitud de pedir empleo a generar el empleo, considero que aunque el actor importante deben ser las instituciones su chamba debe ser propiciar el clima correcto para que germinen las semillas " que poetico" mi propuesta es y seguira siendo el apostarle a nuestros talentos locales, tenemos un enorme potencial en cerebros solo falta el quitarnos el ya merito y estar dispuestos a apostarle y pagar el precio de un Durango diferente. La magia en cifras no existe ni relacion PIB empleo, satisfacion de la poblacion. Lo que necesitamos es gente con huee..!
saludos!