lunes, 1 de junio de 2009

La Ocupación y El Empleo (Abril 2009)

Durante abril, se mantuvo el pesimismo general de la población:

1) por los efectos de la influenza;
2) la percepción de la crisis económica mundial; y
3) al periodo normal vacacional de semana mayor.

Los indicadores de ocupación y empleo a nivel nacional y local, se mantuvieron con una tendencia a la baja un tanto más drástica de lo acostumbrado en estos meses. Se rompió el ciclo de manera negativa más pronunciada.

Así lo demuestra el INEGI en sus Indicadores Oportunos de Ocupación y Empleo del 26 de mayo de 2009. Las cifras indican que en abril, 6 de cada 10 personas en el país (57.8%) formaron parte de la población económicamente activa disponible para trabajar, y que, de éste porcentaje, 9 de cada 10 personas se mantuvo ocupada durante el mes. La tasa de desocupación nacional se ubicó en 5.25%, proporción mucho mayor a la que se presentó el año pasado cuando se ubicó en 3.61%. Un aumento en la tasa de desocupación nacional del 45% aproximadamente.

Para Durango no es ajeno este oscuro panorama (No vivimos en una burbuja de aire aislados del mundo). Según datos del INEGI del primer trimestre del presente año, publicados el 15 de mayo, la Tasa de Desocupación en nuestro estado llegó a ubicarse en 6.5%, por encima de la media nacional y compartiendo honores con el Estado de México en el quinto puesto entre los estados con las tasas más altas de desocupación en el país.





Los sectores en los que seguimos padeciendo los efectos de la crisis son, de manera directa por efectos de la crisis mundial: el industrial-manufacturero y de la construcción; y se han agudizado por consecuencia de la influenza humana: el comercio y los servicios. De este último, destacan los restaurantes, hoteles y el turismo en general. En este sentido, debemos reconocer y hacer incapié que el Gobierno Federal y todos los gobiernos estatales tomaron las medidas pertinentes en materia sanitaria, pues de ninguna manera se pueden escatimar esfuerzos en materia de salud pública, sin embargo, sí hubo repercusiones serias en nuestra economía.

La buena noticia es que de este impase epidemiológico vamos salir bien librados en el corto plazo, pues el consumo interno y la demanda de bienes locales se reflejarán de inmediato en los inventarios de las industrias alimentaria y de servicios, principalmente.

La mala noticia es que la situación a mediano y corto plazo se complica por efecto de la crisis mundial y el bajo consumo norteamericano sobre nuestros productos exportables. En los Estados Unidos, las fábricas de automóviles mantienen serios problemas financieros, lo que repercute directamente en la demanda y producción de autopartes de nuestro país.

Urge que se restablezca el consumo norteamericano por que nuestras entidades inmersas en el cluster de autopartes, incluido Durango, claro está, no podrán sostener de manera artificial los empleos relacionados con la industria automotriz en el mediano plazo. Los gobiernos estatales no pueden sostener los empleos a costa del presupuesto público de los estados.

Por lo tanto, es urgente y necesario que fluyan más rápida y diligentemente los apoyos destinados a las pequeñas y medianas empresas que el Gobierno Federal anunció en el paquete fiscal de 2009. Lo lamentable del asunto localmente, es que ni en Desarrollo Económico Estatal ni en la Secretaría de Economía Federal, se ponen de acuerdo para apoyar a nuestras PYMES. Al parecer no les preocupan las cifras de desempleo. ¡¡Qué lástima!!!

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