domingo, 22 de julio de 2007

¿Cómo reaccionará Durango ante la Reforma Fiscal que plantea el Gobierno Federal?

Hay un mal chiste que dice que el ser humano no se puede salvar de dos cosas en la vida: de la muerte y de los impuestos. Esa sentencia, por muy absurda que parezca tiene mucha lógica y es muy precisa pero no aplica del todo para nosotros los mexicanos, sobre todo por aquellos que gran parte de su vida se empeñen en evadir a la muerte y el pago de sus impuestos. Sin duda un porcentaje alto de mexicanos.

En esta entrega lector lectora, aprovechando la coyuntura analizaremos de manera general la Reforma Fiscal que el ejecutivo federal está promoviendo ante el poder legislativo y el sector empresarial de nuestro país. El objetivo: “adivinar” cuál va a ser la postura que nuestro estado tomará ante los desafíos que le representa esta gran reforma. De tín marín de do pin güe….

Ahora que ya se acabó el tema electoral –podemos pensarlo por lo menos-, y que ya no hay tantos distractores en el ambiente político local –quiero suponerlo- me preocupan tres cosas: i) la postura que vaya a tomar el Ejecutivo Estatal para entrar en el debate de esta reforma y plantear su posición de rechazo o de apoyo frente al ejecutivo federal, toda vez que esta reforma contempla aumentar la recaudación por la vía estatal y modificar las formulas de distribución fiscal hacia las entidades de la república; 2) el trabajo de nuestros legisladores federales para hacer frente a las necesidades financieras de nuestra entidad; y 3) la postura de nuestro exiguo sector empresarial, que hasta la fecha está más distraído por ver quién y cómo se administran los festejos del 444 aniversario de la fundación de nuestra bella ciudad colonial.

¿Qué plantea el Ejecutivo con la Reforma Fiscal?

Podemos afirmar que no se trata de una Reforma Fiscal tan agresiva como la presentada por Vicente Fox, y mucho menos se trata de una reforma integral. En este sentido, el gobierno federal ha mostrado un gran respeto y ha sido muy cauteloso al presentar su propuesta.

Una muestra de ello es que Calderón y el equipo de Carstens, inteligentemente no presionan con modificaciones al IVA sobre todo por el desgastado debate nacionalista de incluir alimentos y medicinas, y tampoco plantea modificaciones sustanciales al ISR, lo que habla de un equipo que está consciente de que no se puede lograr por arte de magia una reforma fiscal milagrosa como pretendió Vicente Fox. La novedad es la inclusión de la Contribución Empresarial de Tasa Única (CETU), que ha despertado polémicas por que es eminentemente recaudatoria, pero que abordare detenidamente en una segunda entrega.

Como una contraofensiva “tácita” el gobierno federal lanzó su programa de infraestructura condicionando sus logros a la aprobación de la reforma fiscal. Hasta ahora, debemos ser claros y objetivos, el Ejecutivo está trabajando una estrategia muy cautelosa y muy proactiva, a la sazón de que si el sector industrial, los gobiernos estatales, y todo el país requieren de mayor inversión publica, es necesario que el gobierno federal recaude más y gaste mejor.

El reto planteado en la reforma es contar con unas finanzas públicas menos petrolizadas que puedan atender los rezagos sociales que tiene el país, y para ello, plantean cuatro ejes principales:

1.- Mejorar la administración tributaria para facilitar el cumplimiento y combatir con mayor efectividad la evasión fiscal.

2.- Establecer una estructura institucional que asegure un gasto más eficiente y transparente en los tres órdenes de gobierno.

3.- Replantear el federalismo fiscal, dotando a los estados y municipios de mejores instrumentos e incentivos para establecer una relación de corresponsabilidad entre todos los órdenes de gobierno.

4.- Sentar las bases para un sistema tributario que permita sustituir los ingresos petroleros con fuentes más estables, empleando esquemas neutrales que promuevan la inversión, el crecimiento y la generación de empleos.

De donde parte el Ejecutivo:


Por cuestiones de espacio expondré sólo cuatro de los elementos más importantes que esgrime la Secretaría de Hacienda para plantear la reforma: El Gasto público bajo; los retos que hay en materia de infraestructura; fortalecer los ingresos públicos no petroleros; y finalmente, la baja recaudación del IVA y el ISR por evasión en nuestro país.

I.- En México el gasto público es bajo comparado con otros países de la OCDE y Latinoamérica. Un gasto público eficiente y sustentable contribuye al desarrollo, por lo que existe una asociación positiva entre los ingresos públicos y la competitividad. (Cuadro 1). Aunado a lo anterior, existe muy poco margen de maniobra: sólo el 9.44% del gasto es susceptible de reasignación, pues ya está etiquetado para las dependencias y programas (Comunicado SHCP; julio 2007).



2.- El reto que enfrenta México en materia de infraestructura requiere de una asignación significativa de recursos para desarrollo económico. En América Latina sólo estamos por encima de Brasil y Argentina y la razón principal es que esos países cuentan con una condición geográfica más difícil que la nuestra. (Cuadros 2 y 3).


3.- Los ingresos totales del gobierno son bajos, con la particularidad de que los tributarios no petroleros se han mantenido a niveles similares y los petroleros representan más del 30% de los ingresos. Por otro lado, los ingresos provenientes del petróleo son muy inciertos debido a la volatilidad de precios y a la producción que ha puesto en riesgo a todos los países miembros de la OPEP (Comunicado SHCP; julio 2007).

4.- En México la recaudación de IVA e ISR es baja aún comparada con países menos desarrollados (Cuadros 4 y 5). Además, se estima que la evasión fiscal es de 27% de la recaudación potencial, o 3% del PIB, colocándose por encima del nivel observado en los países con mejores prácticas (Comunicado SHCP; julio 2007).






En suma, el sistema tributario mexicano recauda poco, gasta mal y genera distorsiones económicas como las siguientes:

i) Tratamientos especiales y gran número de exensiones dificultan la equidad;
ii) Su complejidad dificulta a los contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones;
iii) Eleva los gastos de administración;
iv) Permite la evasión fiscal;
v) Hasta el momento el esfuerzo y “costo político” se concentra en el gobierno federal y es bajo en los estados y municipios.

En este contexto, considero un buen paso el que se plantea con esta reforma por que no será la única y tampoco la definitiva. En el futuro se tendrá que ajustar el IVA al margen de los debates dogmáticos, y quizá el ISR tienda a la desaparición. El caso es que, desde mi perspectiva, se trata de una reforma muy específica y bien valdría la pena probarla para ver sus efectos en el mediano y corto plazo. Miente quien asegure empeorará o mejorará el país, pues es un juicio a priori.

Lo preocupante es la posición de un estado como Durango en el tema del “Federalismo Fiscal”. En pos de la justicia tributaria, la reforma beneficiará a los estados que recaudan más y que asuman el compromiso de cobrar más impuestos por cuenta propia. Es decir, los estados más ricos como Nuevo León, Estado de México, Jalisco, Baja California….

¿Los durangueños estaremos dispuestos? ¿El gobierno estatal estará dispuesto? Adivina adivinador ¿Qué proponen nuestras autoridades estatales? Los legisladores: Salum, Aispuro, Herrera, Benítez, Dorador, Galván, Pacheco, Castro, Chozas, Arévalo, Aguilar, Escajeda, Quiñones, ¿Dónde están? ¿Qué opinan? ¿Qué le conviene a Durango?

Por lo menos un punto de acuerdo para algo importante le exigimos al congreso local.

Nuestros empresarios, además de seguir pidiéndole todo al gobierno –no todos, aclaro- ¿Qué opinan?

Recuerden que ya se acabaron las elecciones intermedias, la feria dura sólo 15 días, y de la muerte y de los impuestos jamás nos salvaremos…

Leonardo Alvarez
Cualquier comentario relacionado con esta columna es bienvenido: leonardoengd@gmail.com o dirigirse a: http://leonardoengd.blogspot.com/

4 comentarios:

mikael dijo...

non scio nihil verbarum sua magister, doctus et magnus est, et memoria mea non...

SPQR

GD Números y Gráficas dijo...

Leo: Muy buen artículo, me gusto que manejas el tema, tus comentarios suspicasez hacia nuestros empresarios y hacia nuestros representantes populares... Te doy mi punto de vista, no es necesaria una reforma fiscal en México para contar con una mayor recaudación fiscal. Basta y sobra con una simplificación fiscal, esta comprobado, incluso con regresiones econométricas, que la simplificación fiscal aumenta la recaudación fiscal... Pero esperemos que el equipo de Cartens y el mismo Calderón puedan influir en la CONAGO, con los Presidentes de Partidos y con los líderes de bancada...

Galis dijo...

Hola Leo, interesante tema, principalmente porque es de gran impacto ($$$$) y pocos se atreven a opinar.
Para mi la reforma fiscal viene de más atrás, que la reforma la realice, sugiera, redacte y ejecute quien tenga conocimiento del tema, ya de por si leer e intentar interpretar la ley es un arte, que da de comer a muchos fiscalistas.
Creo que surge todo de lo mismo, un montón de políticos, que lejos de desear un aumento en la recaudación, buscan un aumento en su ingreso.
La reforma fiscal es solo un elemento, en mi opinión, de la compleja eficientización del recurso público, pero debemos tener en cuenta que per se, no resolverá la falta de recurso, pero si facilitará y dará certidumbre a los contribuyentes.

Galis dijo...

Mmm, respecto de cómo reaccionaremos en Durango, pues eso es muy obvio, a dónde el viente nos lleve más lejor... ahh claro todos unidos...