jueves, 3 de junio de 2010

Los cinco jinetes del apocalipsis

Dos sucesos importantísimos se posicionaron –y contrastaron-- en las últimas dos semanas de mayo a propósito de la crisis económica que estamos padeciendo: 1) La declaración de Felipe Calderón en Alemania en la que afirmó que México está más fuerte que nunca y que durante 2009 y lo que va de 2010, superamos los cinco jinetes del apocalipsis; y 2) la visita que hicieron a México Paul Krugman y Erick Maskin, premios nobel de economía en 2008 y 2009, respectivamente, en la que califican como “desalentador” el crecimiento económico de nuestro país, comparándolo con estados de la unión americana hasta antes de la segunda guerra mundial.


Respecto a la declaración del Presidente, como líder, destaca su posición optimista, de vanguardia, alentando al país a no rendirse ante la adversidad. El problema es que los cinco jinetes del apocalipsis a los que hace referencia, en el ánimo de la ciudadanía, a mi juicio, no han sido bien librados y tienen su dosis de pertinencia política:

La influenza, es correcto que el brote de influenza ya fue superado, pero, gracias a Germán Martínez y su estrategia de confrontación política en las elecciones del año pasado, se mantiene en el ánimo de la gente que fue una reacción desmesurada del ejecutivo, que fue para crear pánico y que, gracias a ello, no solo fuimos objeto de discriminación mundial, sino que nuestra economía sufrió un impacto gigantesco del tamaño de (-0.5) del PIB por la baja drástica en el comercio y el turismo entre abril y mayo de 2009.

Crisis Económica, se ha dicho hasta el cansancio que la hemos superado; sin embargo, este repunte en la mayoría de los indicadores es debido a una recuperación paulatina externa, dependiente aún del consumo norteamericano. Y sigue latente el problema de Europa.

Violencia desatada por el crimen organizado, hasta hoy, al menos esa es mi percepción, no tengo un balance verídico en el que hayamos cumplido un objetivo concreto y real en la lucha contra el narco. Sólo he visto el repunte de la violencia y del pánico, y más federales y militares en las calles.

¿Sequía extrema superada?, ¿la mayor en 70 años?; que yo recuerde, en nuestro país, salvo en regiones afectadas exprofeso, no hay una queja generalizada por problemas de sequía. Lo que realmente afecta al campo, es la enorme burocracia y corrupción que existe en los programas destinados para el sector, curiosamente los más subsidiados y los más ineficientes por sus resultados concretos.

Finalmente, la baja producción de petróleo, en realidad, por la crisis, el tema del petróleo desapareció del contexto, pero gracias a que no se ha logrado una reforma energética porque no se actúa contra los sindicatos y contra la inercia política que detiene al país –tampoco hemos logrado una reforma fiscal, política o educativa--, las finanzas públicas no mejoran, seguimos siendo un país de poca recaudación, bajos salarios, una tercera parte de la PEA en la informalidad, y con una vulnerabilidad económica enorme.

Respecto al contrastante y desalentador comentario de Krugman sobre nuestra economía, tiene razón en lo que se refiere a mejorar la Educación y Ciencia y Tecnología, como base para nuestro desarrollo, pero, para mi gusto, el problema más grave de México es político. No hay voluntad política. Mientras sigamos a expensas de las decisiones del Congreso y del Senado, y de las revanchas contra las embestidas fallidas del ejecutivo, México seguirá hundido en la mediocridad económica.

Dos sucesos importantísimos se contrastaron en las últimas dos semanas a propósito de la crisis económica que estamos padeciendo: Calderón afirma que vamos bien y Krugman refuta que nos falta mejorar la educación para desarrollarnos. Considero que los dos se quedan cortos.

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