Lo escuchó bien: Durante los últimos 10 años, nuestro país, en promedio, solo creció 2.2% anualmente. Algo verdaderamente insuficiente para solventar las necesidades de la población como: empleo, salud, vivienda…educación.
Esto es debido a la inoperante gestión pública en materia de desarrollo económico dirigida hacia el mercado interno. Me explico mejor: Durante la gestión de Vicente Fox y Felipe Calderón no han variado las políticas públicas que se implementaron en la época de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo. Estas políticas privilegiaron el mercado de exportación y dejaron pendientes las reformas hacia el mercado interno. Aquí está la enorme falla de los gobiernos de Acción Nacional.
No se equivocan los expresidentes priístas cuando refieren que la reforma económica que el país inició a finales de la década de los 80´s, quedó incompleta. Esta reforma debieron continuarla los Presidentes extraídos de Acción Nacional, pero les ha temblado la mano para actuar contra los poderes fácticos y contra los monopolios públicos y privados existentes. No podemos aceptar la excusa de que no pueden solos y tampoco que la economía mundial está en crisis.
Es cierto que el Ejecutivo está disminuido políticamente para propiciar las reformas estructurales que México requiere por sí mismo. Es necesaria la ayuda y cooperación política de todos los partidos en el Congreso y en el Senado. Sin embargo, es el mismo Partido Acción Nacional quien se ha encargado de generar un ambiente político hostil al propiciar divisiones, traiciones y campañas políticas de ataque y no de propuesta. Aquí también Acción Nacional tiene una responsabilidad importante que se niega a reconocer.
Para que México transite hacia un nivel de desarrollo económico como el que hoy tienen Chile, Brasil, Argentina o Colombia; países que siempre estuvieron por debajo del nuestro en materia de desarrollo; la economía mexicana debe ensanchar el mercado interno, desarrollar su industria, fortalecer el consumo de productos propios, sin olvidarse de la globalización y de las exportaciones. Provocar que ahora sí sea PEMEX un motor de crecimiento y no solo la caja chica del gobierno federal. Inducir el pago de impuestos justos y equitativos. Reorientar y diversificar su mercado hacia Sudamérica y Europa. Pero todo parece indicar que la lógica política se impone sobre la lógica económica. Y seguiremos igual. En medio de un pleito por el poder político.
Al cierre de 2010, cuando se ha cumplido una década de gestión de Acción Nacional al frente del país, el saldo no es favorable ni en desarrollo económico, ni en seguridad, ni en educación, por citar solo tres ejemplos.
Hoy, a pesar del magro crecimiento económico, del desempleo, de la pobreza, la preocupación de los mexicanos es la seguridad. Los últimos cuatro años han sido de lucha frontal contra el narcotráfico y tampoco se ven resultados promisorios. Por tanto, la calificación de la ciudadanía hacia el presidente y su gestión no está en su mejor momento.
Hoy, que también los tambores de “guerra política” comienzan a escucharse, a los partidos y a los gobernantes les debemos recordar que llevamos poco más de 10 años con un crecimiento económico mediocre. Y me parece que los mexicanos merecemos resultados!!!
Leonardo Alvarez
@leon_alvarez
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