martes, 16 de marzo de 2010

Efectos de la inflación en los de ingreso bajo

Los precios al consumidor de México subieron un 0.58% en febrero, reportó el Banco de México, para colocar la inflación anualizada en 4.83%, muy por encima de lo esperado por el mercado. El impacto directo del aumento de precios afecta el consumo de la clase media; pero, sobre todo, a la clase de menos ingresos.



Este aumento en la variación anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor de febrero con respecto al mes de enero, se explica, fundamentalmente, por un mayor ritmo en la tasa de variación anual en los precios del grupo de las frutas y verduras del subíndice de los productos agropecuarios.


Por un lado, el clima y los terribles fenómenos naturales que azotan Chile y Haití –en primer plano--, suponen una severa escasez de alimentos en el mercado en el corto y mediano plazo. Por otra parte, en el ámbito interno de México, el impacto ha sido mayor a partir del aumento de precio de gasolinas y combustibles. Incluso, los analistas estiman nuevos incrementos producidos por la presión de productores, distribuidores y los referentes al transporte público de carga y pasajeros. Los llamados precios concertados.


Dos meses de consecutivos aumentos en combustibles, han exacerbado la preocupación departe de asalariados y trabajadores que hoy en día destinan el 88% de su ingreso al gasto corriente. Un serio golpe a su poder adquisitivo.


Para comprender el impacto de la inflación en las clases medias y de ingresos bajos, de acuerdo a cifras de INEGI, de este 88% de gasto que los hogares mexicanos destinan al gasto corriente, la mitad (52%) tan solo es destinado para adquirir alimentos y transporte.


Si consideramos que, en promedio, en México, el 65.3% de la población ocupada es asalariada y subordinada a un patrón (Es decir, 29 millones de personas) se trata de individuos de clase media y baja que mantienen salarios ínfimos seriamente golpeados en su poder adquisitivo.


Y, peor todavía, si segmentamos a las personas que solo reciben un salario mínimo, por su posición en el ingreso, es decir, 5.9 millones ó (13.4% de los asalariados); con mayor razón, la expectativa sobre su poder de compra es muy negativa y el impacto de la inflación es devastador.

En suma, el 72.8% de la “población ocupada” en nuestro país recibe menos de 7 mil pesos mensuales para sus sustento. Generalmente, familias compuestas por 5 personas donde la mamá y los hijos mayores tienen que contribuir al ingreso familiar generalmente de manera informal y en la economía subterránea.

 

Los precios al consumidor de México subieron un 0.58% en febrero, para colocar la inflación anualizada en 4.83%, muy por encima de lo esperado por el mercado. Eso significa que 32.4 mdp, --aquellas que tienen un trabajo remunerado--, subsisten con menos de 7 mil pesos al mes. Por lo general, padres de familia que encabezan un hogar compuesto por 5 personas.

Leonardo Alvarez

lunes, 8 de marzo de 2010

Los acuerdos políticos y las elecciones de julio 2010

Los acuerdos políticos fallidos en los que incurrió el PAN (Idilio: Nava-Gómez Mont- Paredes), ahora ya desenmascarado a diestra y siniestra, no le dan margen ni calidad moral para presentar un programa de gobierno de "coalición" en ninguna entidad de la República.Sin duda, el priísmo es el menos afectado por el deslíz del famoso acuerdo firmado, que es una verguenza para la "democracia" mexicana.


Mientras Acción Nacional siga perdido, justificandose asímismo la posibilidad de convenir y coaligarse con PRD, PT y Convergencia, el priísmo camina, se refuerza, se organiza y se muestra como la única opción real "organizada" y con "experiencia"de gobierno en el país. Por lo menos, como los únicos que pueden gobernar un país que se cae a pedazos.

Queda claro que siempre ha habido acuerdos de este tipo, sólo que nunca habían surgido a la luz pública, y menos que se hicieran por escrito. No es nuevo para los priístas, y tampoco nos debe extrañar, este es el nivel de política que tenemos. Se chamaquearon al PAN, y quedan muy mal parados el Presidente, Peña Nieto y Paredes.

Para todos los que me preguntan acerca de la situación que guarda la coalición en la entidad, les informo que, dada la desorganización, los perfiles y los que promueven en Durango, pues va directo al fracaso. El PAN no deja de ser un partido de "coro y estudiantina", y el PRD y Convergencia, incluído José Rosas Aispuro, no van más allá de priístas resentidos que no están cómodos bajo el manto del partido "azul celestial".

El PRI de Durango ya mostró músculo, organización y, sobre todo, una lista de candidatos en cada distrito balanceada, repartida, en la que destaca la inclusión de todos sus sectores y actores políticos. En Durango queda bien la frase que dice más o menos así: "Podrán estar en desacuerdo, existirán diferencias, incluso podrán odiarse, pero jamás se harán daño". A la hora de la verdad, el priísmo responde con lo mejor que sabe hacer y que había dejado de lado en el 2000 y el 2003: trabajo en equipo.

Eso, estimados amigos, no se puede derrotar con coaliciones mal agrupadas y con cuadros pequeñitos, mucho menos, con incongruencias políticas. Me queda claro que la única forma de derrotar al PRI es con una opción nueva, fresca, irreverente, atrevida. Esa no se construye con "adoloridos" o con "frustrados". Esta opción se debe construir a largo plazo, con ideas, con educación, con capital social.

Faltan las campañas políticas. Estamos ante momentos previos a la vorágine publicitaria que será desplegada entre abril y junio. Será una campaña diferente, eso sí. Con todo, me parece que la Coalición carece de esa chispa irreverente que hace falta para triunfar.

Leonardo Alvarez

sábado, 6 de marzo de 2010

México, de los más castigados por la inflación: OECD

Un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), reveló que en enero pasado México tuvo la cuarta inflación más alta de 135 países que la conforman. Nuestro país registró un alza en precios de 4.5% en enero, superada sólo por Turquía, Islandia y Hungría.



Turquía registró la mayor inflación en el primer mes de 2010, con un alza de 8.2% en los precios al consumidor, seguida de Islandia con 6.6, Hungría con 6.4, México con 4.5 y el Reino Unido con 3.5%.


En contraste, varios países de la OCDE observaron durante los primeros 30 días del año una deflación o inflación negativa, encabezados por Irlanda con una tasa de -3.9%, Japón con -1.3, Holanda con -0.8 y Finlandia con -0.2%.


El reporte añadió que el incremento anual de 10.6% que mostraron los precios de la energía (en el mundo), empujó la inflación total hasta 2.1% en enero, por arriba del 1.9% observado el último mes de 2009.


En el caso de México, señala que tuvo la tercera inflación más alta en alimentos al registrar un alza de 5.1%, mientras que en productos energéticos fue de 3.0%. Precisamente el incremento a los energéticos es uno de los principales factores que amplían el contraste entre consumidores, productores y analistas, sobre la recuperación de nuestra economía.


Mientras los analistas económicos consultados por Banco de México en enero y febrero mantienen una expectativa positiva de la economía, al situarse en 145 puntos (para mi gusto muy optimistas), los consumidores privados y la confianza del productor se mantienen en pésimo nivel, con 82.1 y 40.8%, respectivamente.

Este dilema no es menor. Los especialistas se basan en el repunte que el comercio mundial y por ende, las exportaciones manufactureras están obteniendo gracias a una parcial recuperación de la economía norteamericana; sin embargo, el panorama particular de cada país, como en nuestro caso, es desolador.


Particularmente en México y los países subdesarrollados más deficientes, no existe una economía interna sólida que pueda sostener la recuperación en todos los sectores de la economía, y que ésta no solamente sea a través de las manufacturas. En febrero, la economía norteamericana incrementó de 16 a 18% su tasa de desempleo, lo que implica, nuevamente, un severo freno al consumo norteamericano.


En nuestro país, el grave dilema del consumo interno y la recuperación económica es propiciado por el aumento a los energéticos, lo que mantiene un claro contraste entre analistas, consumidores y productores.

Leonardo Alvarez