domingo, 30 de diciembre de 2007

Año 2007: Un recuento del desempeño económico nacional y estatal**

Estimados lectores, coincide la publicación de esta columna con el último día del año 2007, mismo que extingue lentamente y nos obliga a reflexionar rápidamente para ajustar la brújula y navegar a buen puerto en el 2008. Desde la trinchera de las gráficas y de los números les deseamos mucha salud y éxito en todos sus proyectos.

Prácticamente estamos listos para comenzar un año más de “experiencia” llenos de buenos deseos y generosas expectativas. Hagamos pues un balance, un recuento de lo bueno y de lo malo, en materia económica, tanto a nivel federal como local durante el 2007, lo que equivale a deshebrar el primer año de gestión de Felipe Calderón Hinojosa como Presidente de México y el tercer año de gobierno de Ismael Hernández Deras como Gobernador de Durango.


Desempeño económico en el estado de Durango.
Infraestructura:
En principio de cuentas debemos reconocer la estrecha, pragmática y hasta convenenciera relación del Gobernador de Durango con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa y con el resto de su gabinete. La mezcla de recursos públicos estatales y municipales sumados a los recursos de los programas federales han fructificado dando buenos dividendos e impulsando (aunque insuficientemente aún) la economía local. En el primer trienio de Ismael Hernández Deras es evidente lo que se ofrece a la vista en materia de infraestructura carretera, comercial y turística para nuestro estado, aunque sigue siendo ocioso lo que se publicita con bombo y platillo en los medios masivos de comunicación, pero hay que entender que a los políticos les encanta la publicidad porque es gratis (se paga con nuestros impuestos).

Desarrollo Empresarial: En lo que respecta a la dinámica que presentaron los fondos federales de apoyo empresarial (Fondo PYME, PROSOFT, FONAES, etc.) que debieran contribuir para contrarrestar la escasa capacidad empresarial y emprendedora que existe en Durango y a generar empleos la cosa es muy distinta. Por una parte, nuestras empresas, hay que reconocerlo, son eminentemente tradicionales (y familiares) por lo que no les gusta la competencia, le temen al riesgo y a la inversión productiva, por otra parte, las autoridades competentes encargadas de romper este paradigma todavía brillan por su ausencia. Nos referimos a la Delegación Federal de la Secretaría de Economía y a la SEDECO, ambas caracterizadas por el bajo perfil de sus funcionarios y al nulo margen de maniobra que el Ejecutivo Estatal les otorga en relación a la promoción y al desarrollo económico. De los organismos empresariales ya hablaremos más adelante.

Aunque hay una inversión razonable en programas como las Incubadoras de Nuevos Negocios, el esfuerzo de los Empresarios Jóvenes de COPARMEX y otros esquemas de desarrollo empresarial, además de que las Instituciones Educativas han promovido una oferta profesional más competitiva y diversificada no ha sido suficiente para consolidar el desarrollo económico de Durango. Por lo menos, nos encantaría ver una nueva empresa 100% duranguense (que no sea franquicia) en nuestro flamante Paseo Durango o en otro escaparate del remodelado Centro Histórico de Durango, sin embargo nuestra realidad es otra.

Generación de Empleo Formal: A pesar de que el Gobierno Estatal se jacta y presume de haber cruzado el umbral histórico en la generación de empleo (que en última instancia es una decisión que le corresponde a las empresas), hagamos un análisis más riguroso y objetivo. Los trabajadores permanentes (quitando los eventuales) en el sector privado estatal registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) suman en números redondos, a noviembre de este año, 152 mil, esto es, 14 mil fuentes de empleo menos que en el año 2000. Aunque en el 2007 la tasa de crecimiento del empleo formal es muy similar que las registradas en 1999 o en el 2000, alrededor de 4%, aun no recuperamos el nivel de empleo “máximo histórico” en Durango (Gráfica 1).


De diciembre del 2006 a noviembre del 2007 se han generado 6 mil 200 (6,200) nuevas plaza permanentes de trabajo (Gráfica 1), insuficientes para absorber la creciente oferta profesional duranguense que, desgraciadamente, tiene que emigrar a otros Estados, incluso al extranjero. Lo grave del caso es que el Gobierno Estatal sigue realizando un esfuerzo aislado y no en equipo, tal como se hace en otras Entidades de la República Mexicana con acuerdos claros entre Sindicatos, Organizaciones Sociales, Cámaras y Organizaciones Empresariales e Instituciones Educativas. En este sentido, no escuchamos la voz empresarial “local”, ni el aporte de nuestras Instituciones Profesionales al respecto del empleo, sólo el Gobierno le entra a este debate. Ni pensar que las Cámaras Empresariales aporten su granito de arena, sólo son voces o líderes de opinión al servicio del Gobierno ocupados en la pose de cada entrevista que conceden, pero de empleos o de proyectos viables de inversión en Durango simplemente hay silencio. Proliferan en Durango las Cámaras Empresariales que hacen política barata y no promueven mejores condiciones para sus agremiados o creación de nuevas fuentes de empleo. Es curioso, el papel de promotor del empleo e inversión productiva es liderado por Gobierno Estatal y no por las Cámaras Empresariales o los mismos Empresarios. En fin, cada vez que se cuestionan este tipo de prácticas es común escuchar una respuesta que refleja nuestra apatía: “es Durango”. Antes de que culminara el año 2007, después de la gira de trabajo por Alemania, el Gobierno Estatal anunció otros cientos de empleos adicionales para Durango en la rama automotriz, ojalá no sean empleos de periódico o se sobreestimen como ha sucedido casi siempre en los proyectos de manufactura de esa naturaleza.

En general, para concluir este apartado, el trabajo del Gobierno Estatal está a la vista y tenemos la responsabilidad (y la obligación) de sumarnos a éste aportando trabajo duro y lo mejor de nosotros, pero sobre todo, animándonos a romper paradigmas.

El desempeño de la economía “Calderonista”
Felipe Calderón Hinojosa recibió el cambio de estafeta en condiciones políticas y sociales sumamente complicadas, aunque con estabilidad macroeconómica, pero con deficiencia económicas estructurales que urgen resolver (Cuadro 2).


Diagnóstico: La economía mexicana durante el periodo de Calderón padece más que nunca los efectos del deficiente marco institucional en que se desenvuelven las actividades productivas, en gran medida, debido a la ineficiente y excesiva regulación tanto a nivel Federal, Estatal y Municipal. Esto implica que los costos de transacción a los cuales se enfrentan los agentes económicos, empresas e individuos, son muy elevados dando como resultado una tasa de crecimiento económico muy por debajo de nuestras necesidades y, en consecuencia, menor crecimiento del empleo formal, de los salarios reales, así como menores posibilidades de abatir la pobreza.

Gasto público para impulsar la economía: Sumado a lo anterior, el Gobierno Federal se enfrenta a una “precariedad fiscal” derivada de la baja carga tributaria, la alta dependencia de los ingresos petroleros y los diversos compromisos ineludibles de gasto corriente como las pensiones de los empleados públicos y las transferencias federales a los Estados y Municipios. El problema fiscal se ha tratado de resolver con dos medidas que, aunque importantes, no atacan a fondo el problema estructural de las finanzas públicas. La primera es la reforma de las pensiones del ISSSTE con un esquema similar al que rige para los empleados del Sector Privado bajo el sistema de las AFORES. La segunda es la reforma que introdujo el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), ésta, sin embargo, no resuelve la debilidad tributaria ya que no atiende la necesidad de pasar de un sistema basado en impuestos al ingreso a uno sustentado en impuestos al consumo que son más simples de recaudar y de administrar.

Crecimiento del PIB: México tiene tasas de crecimiento económico similares a las de los países desarrollados (entre 3% y 4%), pero el problema es que somos una economía en vías de desarrollo con muchos retos en la parte económica y aún más en la parte social; simplemente para comparar: China e India tienen tasas de crecimiento muy cercanas al 10%. Para que la economía crezca a tasas elevadas y sostenidas se necesita (y es urgente) de un marco legal simplificado que minimice los costos de transacción y que garantice la existencia de mercados competitivos, tanto de bienes como de factores de la producción.

Monopolios: Por otro lado, hay importantes sectores (telecomunicaciones, energético, comercio, construcción, por mencionar algunos) donde imperan los monopolios y las prácticas monopólicas, generando no sólo un menor bienestar de los consumidores, sino también una menor tasa de inversión en la economía y una menor competitividad de las empresas mexicanas frente a las extranjeras.

Si Felipe Calderón Hinojosa y su gobierno quieren en verdad plasmar o provocar cambios benéficos a la economía mexicana, tendrán que vencer la resistencia de aquellos que se oponen a modificar el marco institucional porque se benefician del “estado actual” ineficiente (burócratas, sindicatos y grandes empresas). Es el reto más importante que tendrá en los próximos 5 años el gobierno calderonista, no enfrentarse a este gran “conflicto” nacional implicará que la economía siga con una tendencia de desempeño pobre y sin muchas esperanzas para resolver otros problemas sociales como la pobreza.

** Coautores:
Leonardo Alvarez: Es economista y Socio Fundador de la empresa GD Innovacioes, S.C.
leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx ó leonardoengd@blogspot.com.

Luis de la Torre Cruz: Es consultor privado y Socio Fundador de GD Innovaciones, S.C.
luis.delatorre@gdinnovaciones.com.mx ó ldelatorre@hotmail.com.

domingo, 25 de noviembre de 2007

¿Más creciminto económico para México?

Hace un par de semanas se vertieron en los medios de comunicación de tipo financiero, los resultados de un panel desarrollado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y algunas instituciones multilaterales como la OECDE y la CEPAL. El objetivo era discutir una amplia variedad de temas relacionados con el desarrollo económico de América Latina y, por consiguiente, de nuestro país.

En la reunión sobresalieron temas como la pobreza, la desigualdad, el acceso a la justicia, y otros temas importantes. Junto, aparecieron unos más cotidianos como la competitividad y el capital humano, por citar los más comunes, y no podía faltar una revisión del tema del crecimiento económico de México, pues la reunión estuvo encabezada por José Ángel Gurría, Director General de la OCDE, secundado por José Luis Machinea, Director Ejecutivo de la Cepal, y Jorge Mattar, Director Adjunto de ese organismo en México.

José Luis Machinea hizo énfasis en los aspectos macroeconómicos y el manejo del gasto publico, y Jorge Mattar, abundó sobre el tema del empleo y la evolución del mercado de trabajo en los últimos años.

La verdad se trata de comentarios que más allá de las fantasías y de los buenos deseos, son los mismos que hemos estado escuchando desde hace una década, por lo menos, y que, desgraciadamente, gracias a nuestra poca eficiencia política y a nuestro largo largo pero muy largo proceso democrático se han visto relegados a segundo término. Pero veamos a qué conclusiones llega cada uno de los participantes.


La Macroeconomía y el manejo del gasto público.

El señor Machinea mencionó la importancia que tiene el manejo macroeconómico pero no de manera fundamentalista y doctrinaria como se ha venido haciendo en México y otros países del orbe (Crítica al neoliberalismo). A su ver, la política macroeconómica no debe obsesionarse con el control de la inflación e insistió en la necesidad de mantener una estrategia anticíclica, es decir, debe ir acompañada de la mano del gobierno a través de una asignación eficiente de gasto público.

En realidad este punto es un tanto discordante con la posición oficial, que preferiría que el estímulo al crecimiento proviniera de los empresarios, no de estímulos fiscales. Sin embargo, en los hechos, es una realidad que la economía por sí misma no ha generado el crecimiento necesario. Y nuestros empresarios, a no ser que todos tuvieran el atrevimiento y las ventajas del apellido Slim, creo que no van a reaccionar favorablemente como piensan los economistas clásicos. Machinea es de la idea que hay que darles un apoyo fiscal para facilitar esa reacción. (Neokeynesiano).

Adicionalmente, realizó buenas propuestas en relación con el crecimiento económico: Destacó la importancia de reducir la volatilidad y del papel de la política fiscal para lograr el desarrollo; también habló de la trascendencia de elevar la competitividad, de ampliar la infraestructura y, sobre todo, de mejorar el grado de competitividad en distintos mercados; mencionó la conveniencia de diversificar la estructura productiva profundizando el efecto dinamizador de las exportaciones. El elemento clave en todas estas propuestas es que la estrategia a delinear tiene que ver con mayores inversiones en la educación y la innovación tecnológica y empresarial.

Machinea insistió, al igual que José Ángel Gurría, en basar esta estrategia para destinar estímulos fiscales: primero en una reforma fiscal que nos facilite la recaudación, la distribución del ingreso y reduzca la evasión; y segundo, que esta misma reforma nos ayudará a mejorar la competitividad, pero que tenga como principal propósito mejorar la cohesión social. Un cambio que se ocupe no sólo de los ingresos sino también de la calidad del gasto público. Sin embargo, al menos en el papel, la reforma fiscal que entrará en vigor en enero próximo en nuestro país es eminentemente recaudatoria, no le veo la simplicidad y tampoco la redistribución por ningún lado, así que tengo mis dudas al respecto….


La evolución del mercado laboral en México y Latinoamérica.

Por lo que toca a Jorge Mattar, en un extenso e inteligente análisis –a mi manera de ver- habló sobre el reto que representa el siempre polémico tema del empleo. Para ello relató la evolución que ha sufrido el mercado de trabajo en los últimos años. En primer lugar, el vuelco al exterior "del modelo de crecimiento", no trajo la creación de empleos que se esperaba. Las exportaciones sí crecieron pero no el empleo.

Según Mattar, las razones de esta ausencia han sido la ruptura de cadenas productivas después de la apertura, la tendencia a usar menos mano de obra, y la escasa articulación del nuevo sector exportador, o sea, las maquiladoras. Estas, por sí mismas, sí son altas generadoras de empleo pero esa ocupación no genera efectos multiplicadores hacia el resto de la economía del país.

¿Es coherente lo anterior con las muy bajas cifras de desocupación abierta que nos muestran las estadísticas? Se habla de cifras de ocupación récord, inclusive en el ámbito federal.

Las cifras son correctas, (las hace el INEGI diría Gabriel Salas Sierra) pero no reflejan el verdadero problema que es de subocupación o informalidad de la economía.

Además, la migración esconde, en parte, el tamaño del déficit de empleo. Así, la corriente migratoria anual de México a los EEUU, según Mattar, se estima, en términos netos, en alrededor de 550 mil personas por año.

Otro indicador muy preocupante, mencionado por Mattar, es que la distribución de desocupados según grado de instrucción, revela que son mayoría los que tienen estudios superiores. Su participación se elevó de 31% en 1992 a 46% en el 2003, y actualmente llega al 53%.

¿Cuál es la lección que debemos poner en práctica?

Para nuestros expositores la cuestión del crecimiento económico para México, no es sólo el problema fiscal, o de un control excesivo de la inflación y el gasto público, también lo es la forma indiscriminada e irreflexiva en que se llevó a cabo la famosa apertura. (Ya es tarde para lamentarnos).

Pero esto, a mi forma de ver las cosas, no quiere decir que hay que darle vuelta atrás al reloj, o que haya que renegociar el tratado de libre comercio con Canadá y Estados Unidos, ni mucho menos, pero sí que hay otros problemas que hay que “arreglar” y aprovechar para nuestro beneficio, en particular, para integrar de manera digna al mercado laboral a buena parte de la fuerza de trabajo nacional.

Si bien es cierto, la entrada de China e India al comercio mundial relegaron la ventaja comparativa que teníamos en procesos industriales de mano de obra intensivos, también nos pueden abrir espacios a inclinarnos por inversiones que nos hagan explotar la ventaja logística que representa estar a sólo unas horas del consumidor más grande del mundo, que es Estados Unidos.

Por otra parte, no se nos olvide que China, India e incluso Chile en nuestro continente, gozan hoy de esta bonanza económica gracias a regímenes dictatoriales que cerraron filas y aislaron completamente del mundo a estos países por un prolongado periodo de tiempo. México, en cambio, entró al neoliberalismo desde hace 25 años pero no lo hizo acompañado de un régimen dictatorial, mediante asesinatos o desaparecidos y mucho menos en condiciones de militarización. Creo que en eso les llevamos una seria ventaja.

¡¡Ojo señores políticos, señores empresarios!!. Cualquier país del mundo desearía estar tan cerca del gigante consumidor más grande del mundo.

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martes, 20 de noviembre de 2007

La noche quedó atrás... (Invictus)

No pude retraerme de confiarles este fragmento de poema fabuloso.

Siempre acostumbro recordarlo y no les puedo negar que se trata de una especie de amuleto con el que me tengo fe, y con el que me he mantenido a flote muchas veces.

Si les contara la historia de cómo y dónde lo leí por primera vez, sería motivo de un buen vino, de un buen queso, de unas buenas tapas y de unas cuantas noches rodeado de mis amigos, unos cuantos amigos, solamente.

Fue escrito por William Ernest Henley hace mucho, mucho, tiempo...lo tituló "Invicto".

La versión que les muestro sirvió de epígrafe a la tremenda novela de Jan Valtín, que enumera las atrocidades del los nazis, titulada:

"La noche quedó atrás..."

Espero les guste.

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"Invictus"

La noche quedó atrás.....

La noche quedó atrás...., pero me envuelve,
negra como un abismo entre ambos polos;
doy gracias a los dioses cualesqiera que sean,
por mi espíritu indómito.

No importa cuan estrecha sea la puerta,
ni que me halle abruhmado de castigos;
soy capitán triunfante de mi estrella
y el dueño de mi espíritu.

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Por cierto, es el fragmento mejor traducido que he leído en mi vida, pues hay muchas versiones e interpretaciones dispares, sin embargo, este fragmento en especial tiene las palabras precisas, las que a mi juicio son espectaculares.

Leo

domingo, 11 de noviembre de 2007

Competitividad social en México y Durango.

El ánimo de medir nuestras capacidades o aptitudes en diversos temas no tiene límites y cada vez estamos más abiertos a este tipo de fenómenos. La tecnología en las comunicaciones ha contribuido grandemente y la población en general entiende esa necesidad. Por lo mismo, hablar de temas como transparencia, competitividad, eficiencia, medio ambiente, entre otros, se ha hecho de lo más cotidiano.

En la entrega del día de hoy escribiré sobre la competitividad social, un tema relativamente nuevo, basado en un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado recientemente en México
www.undp.org.mx/desarrollohumano, y donde nuestra ciudad capital ha salido bien rankeada a nivel nacional.

Para entrar en detalle partamos de distintos significados de competitividad: en el Foro Económico Mundial 2007, se definió como el conjunto de factores, políticas e instituciones que determinan el nivel de productividad de una región o país; para el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), es la capacidad de atraer y retener inversiones; y como ventajas y desventajas de una nación para vender sus productos en los mercados internacionales, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En el caso de la competitividad, el PNUD en México ha propuesto un nuevo enfoque para su medición, poniendo énfasis en la calidad y características de los empleos a los que tiene acceso la población y el bienestar que, por esta vía, puede alcanzar una sociedad. Basándose en esta premisa, se construyó un Índice de Competitividad Social (ICS) que permite conocer la situación en la materia en 32 áreas urbanas de México, por medio de la agregación de cinco variables relacionadas con el mercado de trabajo. Estas variables son: trabajo infantil, intensidad de la jornada laboral, acceso a servicios de salud, pobreza salarial y formalidad en el empleo.

Para cada una de estas variables se construye un subíndice que permite analizar los logros y retos en cada una de ellas. El ICS se obtiene mediante la agregación de los cinco subíndices de las variables mencionadas y sus resultados se representan en valores que van de 0 a 1, el logro mínimo y máximo alcanzables, respectivamente.

Los resultados del Índice de Competitividad Social en el año 2006 para las 32 ciudades consideradas en la medición muestran que Chihuahua, Tijuana y La Paz son las mejor posicionadas en el ICS, con valores de 0.8620, 0.8254 y 0.8125, respectivamente. Durango, nuestro estado, destaca en la octava posición con 0.7707. Hay que recalcar que las zonas urbanas que se encuentran en las 8 primeras posiciones del ICS se ubican en el norte del país, excepto Querétaro con el séptimo lugar.

Los lugares más rezagados de la clasificación son ocupados por las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Oaxaca y Tlaxcala, cuyo ICS es 0.6999, 0.6973 y 0.6304, respectivamente. La mayoría de las ciudades con los resultados más bajos en el ICS se ubican en el centro y sur del país.

Dieciocho de las 32 ciudades estudiadas se encuentran por encima del valor del ICS para todas las zonas urbanas, que es de 0.7401 (media nacional), y en su mayoría corresponden a ciudades del norte y occidente del país. Las 14 ciudades restantes se encuentran por debajo de ese valor y se ubican en las regiones centro y sur de México.

La evolución del ICS entre los años 2005 y 2006 no muestra cambios sustanciales en la clasificación de las 32 ciudades ni en sus valores en el ICS.
En ambos años las primeras y las últimas posiciones son ocupadas por las mismas zonas urbanas. Sobresale el caso de Oaxaca que ocupando el lugar 31 en ambos años, tuvo un crecimiento de 0.0194 puntos (2.8%), el más elevado de las 32 ciudades analizadas.

Para analizar gráficamente esta clasificación, ver el Cuadro 1 anexo, que considera las zonas urbanas ordenadas de mayor a menor valor en su ICS de 2006, y en el cual sólo se presentan las 10 zonas urbanas con valor más alto y las 10 con el valor más bajo en su ICS.



En el caso particular de los subíndices para Durango, tenemos que de los cinco índices de competitividad social en cuatro estamos por encima de la media nacional: Trabajo infantil (lugar 15), que tiene que ver con la proporción de la población ocupada total cuya edad es mayor a15 años de edad; Acceso a servicios de salud (lugar 10), proporción de la población ocupada total que, por parte de su trabajo, cuenta con algún tipo de atención médica; La formalidad en el empleo (lugar 16), proporción de la población ocupada total que labora en lugares con registro o razón social; La pobreza salarial (lugar 17), proporción de la población ocupada que reporta ingreso salarial mensual por encima de la línea de pobreza de capacidades; Sólo en el caso de intensidad de la jornada infantil (lugar 4), estamos en una posición privilegiada, este subíndice se refiere a la población ocupada que labora dentro de un rango semanal de entre 25 y 48 horas, (Ver Cuadro 2).


La lectura de estas mediciones resulta muy interesante y puede ser tema de muchas páginas y de muchas interpretaciones. Es importante reconocer que en términos generales Durango se ubica entre los mejores lugares en lo que se refiere a la calidad en el empleo y el bienestar que las personas pueden alcanzar por este medio. Somos una ciudad con perfil bajo todavía.

Sin embargo, los registros indican que se debe poner cuidado en la pobreza salarial, la formalidad en el empleo y el trabajo infantil donde hemos sido menos favorecidos. Lo que nos comprueba que en nuestro estado se pagan salarios apenas de subsistencia; que hay pocas empresas registradas formalmente; y que a pesar de que es inmoral y hasta delito, hay un alto grado de menores de edad trabajando en nuestra ciudad. Eso también nos recuerda a todos que tenemos mucho trabajo por delante. Así las cosas.

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DESAPERCIBIDO

Hubo quienes notaron que durante la ceremonia de inauguración de Paseo Durango nadie mencionó, ni siquiera el maestro de ceremonias, al secretario de Desarrollo Económico, Jorge Reynoso. Dicen que ni siquiera lo dejaron acercarse al momento del corte del listón, tal vez sea porque atribuyen el mérito de este proyecto al ahora alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo.

Tal vez esté esperando poner la primera piedra del parque industrial o realizar otro encuentro de proveedores aunque sea "pirateado" como el anterior.


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lunes, 15 de octubre de 2007

¿Realmente son aprovechadas las remesas de nuestros migrantes?

Al anunciado agotamiento de las reservas petroleras, que se prevé suceda en menos de una década, se añade ahora, como otro problema de urgente solución, la drástica reducción del ritmo de crecimiento de las remesas que envían los mexicanos que laboran en Estados Unidos. De mantenerse esta tendencia, podrían sobrevenir agudas crisis sociales y políticas que, incluso, pondrían en riesgo la gobernabilidad, como lo advierte un informe del Banco de México de principios de este año.

El punto central es que, a querer o no, la economía mexicana se ha vuelto dependiente de ese importante flujo de divisas, que el año pasado ascendió a más de 23 mil millones de dólares, monto que equivale a 66 por ciento de las exportaciones de petróleo crudo, 116 por ciento del superávit comercial del sector petrolero, 95 del superávit del sector maquilador, 190 de los ingresos por viajeros internacionales, 2.7 del PIB y 128 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED).

Como elementos adicionales para encender las luces de alarma es necesario apuntar que, de 2003 a 2006, las remesas crecieron en promedio 19 por ciento al año, mientras que durante los primeros siete meses de 2007 el crecimiento fue sólo de 1.7 por ciento, en relación con 2006 (16 mil 230 millones de dólares a agosto de este año). Un estudio publicado por El Colegio de la Frontera Norte recientemente va más allá, pues subraya que, en términos reales, el monto de las remesas se redujo 2.2 por ciento durante el primer semestre de este año.

De acuerdo con este informe las causas de este descenso son variadas:

1) Los mayores problemas que enfrentan los connacionales para emigrar hacia Estados Unidos, por el reforzamiento de la vigilancia fronteriza.
2) Las crecientes dificultades que han tenido los migrantes mexicanos para encontrar trabajo, ante controles oficiales cada vez más estrictos.
3) El menor ritmo de crecimiento de la economía estadounidense, principalmente en el sector de la construcción, situación que ha repercutido en las oportunidades de empleo para los migrantes mexicanos en ese país.
4) La migración de familias completas hacia aquella nación, lo que ha resultado en la aparición de verdaderos pueblos fantasma en varios estados de la República.

Este último factor requiere atención especial desde ya, pues de seguir esa emigración masiva (y no hay indicios de que vaya a parar), en un plazo de 15 años el monto de las remesas caerá drásticamente en 50 por ciento, en relación con el flujo que nuestro país recibe en la actualidad.

En Durango no es menos dramático el asunto, según los datos del último censo poblacional (Conteo 2005), en 5 años la entidad solo creció en 60,456 habitantes(33 habitantes por día), una tasa de crecimiento de la población de 0.72%. Añadido a este fenómeno va el del envejecimiento de la Población y de la PEA. Además, por lo visto el problema de la emigración no solo es hacia afuera de la entidad, sino en el interior. Las cifras indican que están desapareciendo algunas comunidades en nuestro estado, sólo Durango, Gómez Palacio y Lerdo que constituyen el 63.7 por ciento de la población creció en este periodo a una tasa ponderada promedio del 1.60 por ciento, mientras que todo el estado lo hace al 0.72%. Entonces, significa que el restante 36.3% de la población las tasas son ínfimas o negativas.

Por otro lado, debemos ser conscientes que a pesar de existir un esfuerzo importante por parte de los tres niveles de gobierno por mezclar recursos de nuestros paisanos a través del Programa 3 X 1 de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) con el gobierno del estado y los municipios, éstos recursos en su mayoría son para obras de remosamiento de iglesias, plazas públicas, jardines, escuelas o centros de salud, y en menor medida para caminos o carreteras o proyectos que detonen progreso económico de forma más sustancial en nuestras comunidades. Es decir, el programa 3 X 1 está siendo utilizado como asistencia social y no como un detonante de las oportunidades de empleo en las comunidades.

En este contexto, se estima que en 15 años, las remesas van a caer por debajo de 50 por ciento de su nivel actual, por lo que debemos tomar medidas urgentes para fortalecer el mercado interno nacional y de los diferentes sectores y regiones del país. Desafortunadamente, junto con los ingresos petroleros y lo que deja el turismo internacional, las remesas son utilizadas como un estabilizador macroeconómico y no como un ingreso que genere efectos multiplicadores regionales en las zonas tradicionales. De ahí mi postura para que sean mejor aprovechados esos recursos y los programas que se han diseñado para ello.
Hay que tomar en cuenta que 66 por ciento de los municipios pertenecientes a los diez estados del centro-occidente de México, prácticamente han exportado su fábrica de emigrantes y se encuentran despoblados. En el caso de Zacatecas, el índice llega hasta 77 por ciento. Durango, nuestro estado, está entre esta estadística, pero el caso no es tan dramático como Zacatecas o Michoacán.

Es claro que la clase política nacional, estatal y local está más preocupada por las cuestiones electorales que por un problema como este. No se tiene una visión estratégica de nación ni de país, sino que discute intereses muy de corto plazo. No están reflexionando los escenarios, a 15 o 20 años, de un México con pocas divisas del petróleo, las remesas caídas en 50 por ciento y con un mercado interno muy pobre a nivel regional y sectorial.

Vale la pena revisar las estrategias de los países que recientemente han tenido logros y son exitosos en este asunto de las remesas. Como un caso de éxito podemos mencionar España e Italia, que en pocos años pasaron de ser receptores a exportadores de remesas impulsando pequeños centros regionales en materia forestal, mueblera, electrónica, turística, y hasta alimentaria; no así podemos afirmar de Turquía donde las remesas se desplomaron hace 12 años y no han vuelto a crecer. Incluso Turquía es uno de los países que más emigrantes registra al año en el viejo continente. A nosotros como estado y como país nos corresponde decidir qué queremos aprovechar de esta relación migrante-remesa-región.

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martes, 9 de octubre de 2007

Confinado al silencio...temporalmente.

Estimados, no he tenido tiempo y salud suficiente para seguir con las entregas semanales. No ha sido por gusto ni mucho menos. Mi salud se quebró un poco y decidí tomarme un pequeño descanso de dos semanas antes de seguir escribiendo.

Ni los absurdos anuncios de los empleos generados por el Gobierno de Durango con dinero del erario público (con nombre y apellido) me habían motivado a escribir, eso ya de por sí es trágico, pero espero seguir insistiendo en que lo que nos están vendiendo es pan y circo y no resultados.

La realidad de las cosas es que en Durango seguimos siendo un estado caciquil a merced del grupo de poder en turno, y los que se callan, es porque no aman a Durango o dependen de la gente que está hoy en el poder, o simplemente son indiferentes o tienen miedo. Así las cosas.

Bueno, me van a tener que aguantar un rato.

Y como firman en el gobierno:

Sufragio Efectivo, No reelección.

Leonardo Alvarez

domingo, 23 de septiembre de 2007

Inflación especulativa.

Agradezco los comentarios –a favor y encontra-, que en buena medida siguen motivando la elaboración de esta columna. Siempre es muy grato saber que por lo menos hay dos o tres lectores incautos que siguen esta editorial tan numérica.

Por lo menos el día de hoy dejaremos en paz los cuestionamientos locales acerca de las “políticas” de empleo, no vaya a ser que se suiciden los encargados de la materia en el Estado que no están acostumbrados a las críticas constructivas, y en cambio, me permitiré opinar sobre los riesgos inflacionarios que ha provocado la reciente aprobación de la reforma fiscal en el Congreso. Una “medida macroeconómica” que finalmente beneficiará a todos los estados de la República.

Parto de dos comentarios que son la base de mi argumentación; el primero es un informe que Guillermo Ortiz Martínez, Gobernador del Banco de México (Banxico), elaboró recientemente y en el cual aseguró que el crecimiento económico es la principal vía para abatir los niveles de pobreza. (12 de septiembre 2007; El Economista); y el segundo, es una declaración de Guillermo Güémez, Subgobernador de ese mismo instituto, donde estimó que el
alza gradual de dos centavos mensuales a la gasolina mitigará las posibilidades de aumentos de precios. (14 septiembre 2007; El Universal).

Cómo propiciar crecimiento económico y reducir y mantener estable la inflación son dos de las grandes preocupaciones de nuestro país por lo menos las dos últimas décadas. Lejano está el último sexenio que nuestro país creció a tasas decentes, y, sin embargo, ha mantenido agresivas medidas restrictivas en el control inflacionario.

A raíz de la última gran crisis (1995), al parecer, las autoridades monetarias han logrado esas metas inflacionarias a costa de un bajo crecimiento económico. La premisa, sin duda, es y sigue siendo mantener a toda costa un “equilibrio macroeconómico”.

Analizando el comportamiento de la inflación en la última década, nos percataremos que de contar con tasas por encima del 50% que tuvimos en 1996, entre los años 2000 y 2006 se ha llegado a tasas inferiores al 6% anual. Un logro que se debe en gran medida a una serie de medidas restrictivas que iniciaron con las reformas que Ernesto Zedillo promovió a mediados de la década de los 90as. Entre las más importantes podemos mencionar la autonomía de Banxico, y el régimen de libre flotación del tipo de cambio. Analicemos el comportamiento de la inflación (Cuadro 1), y las metas logradas con este enfoque en nuestro país. (Cuadro 2).



Si bien es cierto que los objetivos inflacionarios en promedio se han cumplido para México, también es evidente que se ha castigado con estas medidas restrictivas el crecimiento económico. Evidencia empírica nos refuerza que el secreto de países emergentes que han logrado excelentes tasas de crecimiento en poco tiempo, no ha sido concentrarse en las medidas inflacionarias únicamente, sino en generar crecimiento en la economía.

Por ejemplo, India se ha destacado por la preparación de recursos humanos de primer nivel y la formación de capital humano, además del diseño y aplicación de muy importantes proyectos de reformas institucionales que impactaron su comercio internacional y sus medidas impositivas. China por su parte, se olvidó que sólo existe una ventaja competitiva en su mano de obra barata, y se ha enfocado en la tecnología y la atracción de inversión extranjera a sus principales centros de consumo. Sin duda, son países que privilegian el conocimiento y el valor agregado y se han olvidado de procesos primarios: temas en los cuales México deberá poner un interés muy especial durante los años por venir.

Contrario a estos dos países, en México, durante el sexenio pasado además de frenar el crecimiento económico pero manteniendo una inflación baja, se desarrollaron programas de asistencia social como Oportunidades y el Seguro Popular que incentivaron la informalidad y no se tradujeron cambios cualitativos en los recursos humanos. Si hubo o no una disminución de la pobreza extrema durante el sexenio pasado, esto se ve minimizado ante el gran rezago económico que actualmente sufre nuestra planta productiva. Un crecimiento promedio anual durante el último sexenio inferior al 3% en promedio. (INEGI).

Hoy en día, con las mismas medidas restrictivas y ante la urgencia de contar con mayores recursos y generar mejores condiciones de crecimiento económico por fin se ha aprobado una reforma fiscal, hecho que hay que aplaudir, sin embargo, el fantasma de la inflación se ha disparado en toda la sociedad, inclusive, antes de que entre en vigor la reforma.

Lamento que haya múltiples posicionamientos negativos de todos los sectores de la población, y casi ninguno a favor, incluso de los diputados que finalmente aprobaron la reforma fiscal. La verdad que es muy lamentable, ya que se trata de una inflación de tipo especulativa impulsada por las empresas y por los medios de comunicación que quieren una revancha.

Aunque técnicamente es improbable una cascada de aumentos, dado que estamos hablando de un aumento de dos centavos por litro al mes, la inflación de tipo especulativa producida principalmente por los medios de comunicación con ánimos de revancha, y luego por los propios empresarios es inevitable. Todos quieren sacar una tajada del pastel confundiendo a la población.

El Banco de México tiene una meta de inflación para el mediano plazo de un 3% +/- un punto porcentual y ha dicho que espera una tasa para el año de entre 3.75% y 4.25% en el tercer trimestre.

La inflación anual en México se desaceleró a un 4.03% en agosto, pero permanece por arriba del rango del objetivo del banco central. Se ha puesto en riesgo finalmente esa meta.

Si nuestro país no entra en una dinámica de trabajo en equipo, y de una agresividad empresarial bien enfocada, poco podremos avanzar por mejorar nuestras condiciones de vida. Y si a esto le añadimos una política macroeconómica restrictiva, que no ha incentivado la economía interna y que tiene guardadas en el baúl medidas de expansión del gasto público por mantener un “equilibrio macroeconómico” a toda costa, no generará el crecimiento económico que el país necesita.

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domingo, 16 de septiembre de 2007

El empleo en Durango: ¿Cifra Récord?

Hablar de empleo es como hablar de democracia. Se erige en un concepto mítico, supremo, perfecto, incluso de un alto valor moral: todos lo aceptan, lo anhelan, lo prometen y casi nadie asume un compromiso formal para cumplirlo, simplemente porque es un fenómeno que no se puede operar por simple capricho. La generación de empleos no depende de una persona, ni de un político, ni de un candidato, ni de un gobierno, debe ser una prioridad de todos.

Comienzo así el comentario de hoy porque en la semana que transcurrió, con toda la parafernalia típica que acompaña al informe de Gobierno, y con la expectativa ciudadana que hay entorno del empleador más grande del Estado de Durango, me topé con el siguiente boletín de prensa (que después fue titular en la mayoría de los periódicos locales, por supuesto): “Alcanza Durango cifra record en el número de asegurados en el IMSS”. Me quedé pensativo y miré al horizonte petrificado como una gárgola de esas del Ricardo Castro…

No sé usted, pero lo primero que se me vino a la mente fue creer que se abrió otra nueva dependencia de gobierno… Es que con eso de que nuestros Diputados locales se aprueban mayor presupuesto y mayores curules justificándose en una consulta popular y en el aumento de la población, pues como que ya tengo pánico. Pero luego volví a un estado de sensatez inusual en mí: risas…

Este sentimiento de incredulidad me viene de las matemáticas, luego del entendimiento. Efectivamente, según las cifras de trabajadores asegurados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportadas durante el mes de agosto del año en curso en ese boletín, hemos llegado a la cifra récord durante este sexenio de 180 mil 239 personas trabajando formalmente. Sin embargo, estos datos son muy parciales y no nos están diciendo toda la verdad como para estar satisfechos.

Según datos de las mismas fuentes, en Durango tenemos un rezago en la generación de empleos de por lo menos 6 años. Esta cifra récord de la que se habla, es apenas la recuperación de nuestra planta productiva local después de caer dramáticamente entre los años 2000 y 2002, producto de la desaceleración económica de Estados Unidos, y de la crisis exportadora que disminuyó el consumo mundial cuando los ataques terroristas de septiembre 11 en Nueva York. En su afán de vitorear una victoria que sigue siendo pírrica y que no le corresponde al gobierno anunciar, con la difusión de este boletín, han caído en el error de utilizar estadística para afirmar que hemos crecido, pero no nos dicen toda la verdad, o es una verdad muy parcial.

Además, no sé porque nuestros funcionarios públicos se empeñan en medir el desarrollo económico por sexenios, sin embargo, siguiendo con esa absurda tradición versarán los siguientes argumentos: el gobierno actual comenzó un 15 de septiembre de 2004 con 167 mil 861 trabajadores registrados en el IMSS. Como es de esperar en un fenómeno cíclico como el empleo, ha tenido altas y bajas, pero al 31 de agosto del presente año reporta una generación acumulada de 12 mil 378 empleos. La cifra récord de la que hablan. (Cuadro 1)



Como verán en la misma gráfica, el comportamiento del empleo durante lo que va de esta administración es alentador, pero aún no es suficiente si consideramos que actualmente contamos con una población de aproximadamente 1.5 millones de habitantes, de los cuales 600 mil son Población Económicamente Activa (PEA). Y todavía peor, muchos de los empleos actuales se están generando vía la obra pública del gobierno en el sector de la construcción, empleos que no son permanentes.

Continuando con el análisis transexenal del desempeño en el empleo tal como le gusta al gobierno, ahora déjeme comprobar que los 180 mil empleos de la administración actual apenas representan una recuperación del nivel que tuvimos en el año 2000 (181 mil 309): resulta alarmante que nuestra iniciativa privada, nuestros sindicatos, nuestro gobierno, los ciudadanos y todo el aparato productivo vinculado a la generación de empleos, tuviéramos que esperar 6 años para recuperar los empleos perdidos. (Cuadro 2).





Analizando esa misma gráfica con datos del IMSS y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), nos damos cuenta que el nivel de empleos ha crecido de forma irregular, y el período más prolongado de crecimiento estuvo entre 1995 y el año 2000. De forma contraria, del año 2000 al 2004, el empleo tuvo su peor comportamiento, iniciándose una recuperación moderada a finales de 2004 y principios del año 2005.

En términos absolutos, en el sexenio de Silerio Esparza se generaron 29 mil 494 empleos, es en el período que inicia el cambio cualitativo en nuestra industria al llegar a Durango el Grupo Yazaki en la rama automotriz; el sexenio de Guerrero Mier fue muy bueno durante los dos primeros años: generó 16 mil 127 empleos, pero fue desastroso en términos absolutos por que le tocó la crisis de exportación mundial: en cuestión de meses se perdieron 20 mil plazas en el ramo textilero, por otro lado, dio un brinco a empresas de mayor contenido tecnológico como Philips en la Laguna, y marcó el inicio de la modernización comercial de Durango; el sexenio actual va conservadoramente bien: en tres años ha generado 12 mil 378 empleos formales en términos absolutos, y marca formalmente el inicio de la recuperación de la industria textil y la aceptación mundial de los vehículos japoneses: Yazaki se expande en Durango, sin embargo, cierran diversas empresas textiles y lamentablemente LG Philips. Aún no hay diversificación tecnológica.

¿Qué hubo en el contexto de esos sexenios para favorecer o perjudicar el empleo en nuestro estado?

¿Acaso hay una formula mágica que le garantice a un gobierno la generación permanente del empleo?

¿Cuál es el papel de los empresarios, de los sindicatos y de los ciudadanos?

En el tercer informe se habla de los éxitos pero no de los fracasos: ¿Qué pasa con CMS Manufacturing en Nombre de Dios y Canatlán?; ¿Que pasó el año pasado con LG Philips?

Es evidente la generación de infraestructura y el mejoramiento de nuestra ciudad, la obra pública y los empleos que genera están a la vista, pero no son permanentes. De ahí lo preocupante del caso. Pregunta: ¿Dónde está la política empresarial y de desarrollo económico? ¿Dónde están los resultados de la mejor Ley de Desarrollo Económico del país que se aprobó al inicio de este sexenio en Durango?

La respuesta tiene que ver con el dinero, lamentablemente. Seguimos siendo el Estado de la República con la oficina de Desarrollo Económico más pequeña y con menos recursos del país. A ello súmele la falta de imaginación…

Además, competimos con estados como San Luis Potosí, Querétaro, Chihuahua, Zacatecas o Aguascalientes donde la oficina de desarrollo Industrial es una prioridad.

El hecho de haber alcanzado una cifra “récord” en generación de empleos como dice el boletín institucional del Estado, no debe sino comprometernos más con Durango. Analicemos cada uno de nosotros nuestro papel como empresarios, como profesionistas y como ciudadanos para ayudarle al gobierno que no puede, no sabe y requiere del apoyo de todos los duranguenses. La generación de empleo depende de todos.




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domingo, 9 de septiembre de 2007

La generación de empleo como política de Estado.

La generación de empleos es un fenómeno cíclico que no necesariamente va de la mano con el crecimiento poblacional y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Es muy difícil medir el impacto de las políticas públicas para con el empleo, sin embargo, aquellas entidades que tienden a generar condiciones propicias en sus sectores clave, fuera de los dogmas políticos, logran desarrollarse más rápidamente. Analicemos por qué.

El crecimiento del PIB en México durante el periodo comprendido entre 1993 y 2003 (último dato disponible de PIB), en comparación con otras economías y, sobre todo, de nuestras propias necesidades de empleo y producción es insuficiente y hasta mediocre (2.7% promedio anual). El repunte comenzó en el año 1996, y a pesar de que en los últimos 5 años se han registrado tasas inferiores al 3% de crecimiento promedio anual (sumamente mediocre), tenemos las condiciones para incrementarlo en el futuro, sólo si propiciamos las reformas más urgentes, sobre todo para bajar los costos de la energía y de la recaudación fiscal. ¿Qué dice nuestro Congreso al respecto?

Los estados más destacados y que sirvieron como locomotora de nuestro país en términos del PIB durante estos 10 años son: Aguascalientes, Querétaro, Coahuila, Baja California, Tamaulipas, Quintana Roo, Chihuahua, Nuevo León y Guanajuato. Es claro que se debió a que la economía de estas entidades está sustentada en industrias que fabrican productos e insumos para la exportación, con altos contenidos tecnológicos y mayor valor agregado. Un argumento sólido contra los detractores sistemáticos del TLC. (Cuadro 1)

En este mismo periodo, Durango, nuestra entidad, se mantiene con un crecimiento promedio anual de 3%, que lo ubica en el lugar 15 a nivel nacional, apenas por encima de la media nacional. Esto gracias al dinamismo industrial de la Comarca Lagunera (textilera, metalmecánica y agroindustrial) y la industria minera, que se han comportado de manera positiva.

Por otra parte, el comportamiento del empleo formal comparado con el crecimiento del PIB, de entrada es completamente contradictorio. La razón es muy simple (científicamente hablando). Mientras que la economía crece de manera directamente proporcional al tamaño de su población, es decir, el PIB crece porque la población crece de manera natural, el desempleo se agudiza en aquellas entidades que ostentan una base industrial sólida, y por lo tanto, puestos de trabajo disponibles.

De tal manera que las entidades que mejor desempeño del PIB tuvieron, por ejemplo, es muy probable que destaquen con tasas de desempleo más recurrentes y constantes. Es el caso de entidades como: Chihuahua, Durango, Tlaxcala, Puebla, Coahuila, Hidalgo, Estado de México, Baja California Sur, Distrito Federal, Tamaulipas, Aguascalientes, Sonora, Morelos, entre las principales. ¿Se ha preguntado porqué no aparece Chiapas o Oaxaca en la parte más alta de las estadísticas de desempleo?

Si analizamos las estadísticas del desempleo detenidamente, y las comparamos con el crecimiento del PIB y de la población en los estados, es muy probable que las entidades con mejores resultados en PIB, aparezcan clasificadas de manera negativa en el rubro del empleo. La razón de ser de esta “incongruencia” se explica muy fácilmente: el desempleo es grave en aquellos estados que suponen una estructura industrial más sólida, que se convierten en receptores de mano de obra de otras ciudades en donde no existe tal dinamismo industrial. Por eso se van nuestros talentos.

Para el caso de Durango que ocupa el lugar 24 en población y el 15 en crecimiento del PIB durante los años 1993-2003, en términos anuales (2006) es apenas el lugar 31 a nivel nacional en generación de empleo. La razón es que la estructura industrial aún es de baja escala o de poco valor agregado. Tenemos una participación del PIB en el sector agropecuario muy apegada al sector primario con poco valor agregado. Cada año de cosechas, por ejemplo, seguimos dependiendo de los subsidios a la comercialización de maíz y frijol, mientras que otras entidades invierten en equipo y tecnología para transformar los productos agrícolas.

Por ello mi argumento es señalar la generación de empleo como un fenómeno cíclico que no necesariamente crece con la población y el PIB, sino con las medidas contracíclicas que el Estado desarrolle como parte de su política económica y no de su agenda política.

En el caso particular de Durango, nos debe impulsar la necesidad de generar mejores condiciones en aquellos sectores en los que somos más fuertes: ganadería, agroindustria, minería, abordarlos con una visión de clusters; movernos hacia sectores nuevos en los que podemos ser competitivos: autopartes, metalmecánica, software; sin olvidarnos del profundo compromiso y responsabilidad con las generaciones posteriores.

En este sentido ¿Cree usted que el Gobierno del Estado de Durango está haciendo bien su chamba? Si su respuesta es sí, es usted una persona muy optimista o trabaja para el gobierno y va llegar lejos en la vida. Si su respuesta es no, todavía le quedan tres años a este gobierno para demostrar lo contrario….

¿Cuáles son las medidas contracíclicas de empleo que el Estado desarrolla en la entidad? Los microcréditos, las células de financiamiento… Clap, clap, clap.

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martes, 4 de septiembre de 2007

PANEGIRISTAS….

No quiero ser interpretado como un sentimentaloide el día de hoy. De hecho nunca. Pero con este texto quiero expresar que la calidad periodística del entorno de Durango en su mayoría se compone de un puñado de seres humanos serviles y acomodaticios. Hay muy raras excepciones, hay que reconocerlo, pero en general, hay un ejército de aduladores al servicio del gobierno y del gobernador que le están haciendo daño. Leamos mis argumentos.

Desgraciadamente los periódicos y noticieros están plagados de personajes, columnistas, deportistas, conductores, líderes sociales, políticos, funcionarios, ruleteros, eléctricos, y hasta boxeadores que saturan de alabanzas la imagen y acciones del Gobernador en turno que da asco. No es que esté contra el Gobernador Ismael Hernández Deras, pero tanta lambisconería cansa. ¿O es que se trata de un ser de otro planeta y no lo sabemos todavía?

Hace su trabajo y lo hace bien, de hecho para eso se le paga y por eso ganó las elecciones de forma contundente, pero de ahí a que sea un ser Galáctico, de la estirpe de un semi-dios alado, discúlpenme, pero ni Pelé ni Maradona en sus equipos lo eran. No me extrañaría que le incomode tanta lambisconería al Gobernador…pero eso sólo lo sabe él….

A estas alturas de la historia cuando hay más libertad de prensa y mayores oportunidades de escribir lo que se piensa, o lo que dice la sociedad, a los medios de comunicación se les acabaron las ideas y los cuestionamientos. En los medios de comunicación locales todavía hay quienes defienden y pregonan un concepto como el de la Democracia, y en el fondo, se trata sólo de plegarias a los dioses por agradecer o celebrar un sistema autoritario de un solo hombre en el poder. ¿No les parece contradictorio?

―Es que Durango es chiquito y muy tímido―, me decía un fuereño….
―Los tienen bien controladitos en Durango―, me dijo otro….

Me da pena ver la manera poco objetiva en que son tratados todos y cada uno de los espacios que se tienen en los principales medios de comunicación. Sinceramente, la difusión institucional es exagerada y unida a la difusión electoral resulta grosera y hasta ofensiva para los ciudadanos por su costo. Incluso, resulta poco grato saber que de esa misma publicidad institucional dependen casi la mayoría de los medios de comunicación en el estado. ¡¡¡Por suerte se inventaron los blogs!!!

Por ejemplo, si usted lee cualquier periódico local, basta con leer un simple y burdo boletín del Gobierno del Estado anunciando las actividades de todo el poder ejecutivo; sígase hasta la página de Policía; y luego, estaciónese también en la sección de Sociales: verá que en todas partes utilizan frases como ésta:

“El señor gobernador…..”
“Por instrucciones del señor gobernador…..”
“El jefe político del estado…..”
“El primer priísta de Durango….”
“El que manda…..”
“El Presidente real del PRI…”
“Si Dios y Él lo permiten…”
“La última palabra la tiene el de Zambrano…”
“Una obra sin precedentes…”
“Por primera vez en la historia…”
“El único estado que lo hace o lo tiene en el país…”
“La mejor feria del país…”
“Los priístas acordaron….”

Es más, la última vez que consulté mi horóscopo decía que la luna de acuario en armonía con Ismael, me traerían buena fortuna en los negocios….¡¡¡AAAHHHGGGG!!! Ya no le digo que vea las entrevistas de los pocos funcionarios que salen en televisión, pues el miedo y la sumisión es evidente.

No cabe duda que somos una sociedad con miedo, que sufre y evita cualquier situación que pueda interpretarse como una opinión distinta del Gobernador, como si fuera un pecado mortal. Desgraciadamente, al revisar cada una de estas expresiones, sin darnos cuenta, los ciudadanos estamos reconociendo y admitiendo que por lo menos en Durango, el poder lo tiene una sola persona, y eso me llena de tristeza y a la vez de enojo. No sé a usted.

Yo creo que la adulación y los aduladores que viven a costa del gobernador le son adversos y lo perjudicarán a la larga. Al final, son los que le hacen daño a la imagen de cualquier político por que fastidian a la ciudadanía con tantas exaltaciones. Bueno, es una percepción muy personal y puede que me equivoque.

¿Ustedes qué opinan?

¡¡¡Dios Salve al Rey!!!

Leonardo Alvarez es Economista y un católico conflictivo que no tiene perdón de Dios…. De hecho es más científico que ser humano. Cualquier duda, comentario o sugerencia favor de enviarlo a:
leonardo.alvarez@prodigy.net.mx o http://leonardoengd.blogspot.com

domingo, 2 de septiembre de 2007

Implicaciones de las cifras poblacionales.

La población es uno de los principales ejes de la política pública de cualquier país. Conocer la cantidad y características de la población es el punto de partida para la toma de decisiones en materia de política pública. En nuestro país, el referente principal sobre la materia es el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), y para medir los cambios poblacionales realiza un Censo general cada diez años y un Conteo poblacional en medio de estos ejercicios, también, cada diez años. El más reciente fue el “II Conteo de Población y Vivienda 2005”.

Por sus implicaciones de política pública, los resultados del Conteo trascienden el aparentemente simple proceso de contabilización de quienes habitan en el país, y permite renovar la comprensión de la realidad nacional e internacional por medio de múltiples indicadores que cambian al incluir nuevas cifras poblacionales: indicadores de riqueza como el PIB; la dinámica y condiciones de salud del país; los flujos de comercio mundial; o simplemente los criterios de asignación de participaciones federales. En esta entrega, a partir del análisis poblacional de nuestro país, trataré de ilustrar algunas de estas implicaciones que se derivan de estos cambios en nuestra población.

Primero, analicemos la población total de nuestro país comparándola a nivel mundial. En este contexto ocupamos el lugar número 11 y tal parece que nadie está en condiciones de disputarle el primerísimo lugar a China, o incluso el segundo lugar a la India. Para las grandes empresas y consorcios internacionales, el futuro del mundo es hacer negocios con el mercado asiático. No es novedad que en este siglo XXI y en plena globalización, China haya revolucionado el comercio y el consumo mundiales. (Cuadro 1)




De este cuadro, deducimos que México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica sólo por debajo de Brasil. Seguramente le seguirán Argentina, Uruguay y Chile. Por ello, es entendible porque Luis Inacio Lula Da Silva le da tanta importancia a nuestro país y lamentablemente, los mexicanos sólo nos concentramos en el TLC. Los flujos de comercio mundial apuntan para el pacífico: China, Japón, Corea, Taiwán; o para Europa: Alemania, Francia, España; y por qué no para Sudamérica.

Ahora analicemos la población nacional y su distribución por entidad federativa. Por el número de habitantes destacan los 5 primeros estados de la República: Estado de México, Distrito Federal, Veracruz, Jalisco y Puebla, los cuales representan el 40.6% de la población total del país. Esto significa que en estas cinco entidades de la república se concentra alrededor del 50% del presupuesto gubernamental federal. (Cuadro 2).

Se puede identificar un segundo grupo de entidades (de entre 3 y 5 millones de habitantes) que agrupan 29.3% de la población total: Guanajuato, Chiapas, Nuevo León, Michoacán, Oaxaca, Chihuahua, Guerrero y Tamaulipas.

Un tercer grupo de entidades con más de 2 y menos de tres millones de habitantes, concentran 16.5% de la población: Baja California, Sinaloa, Coahuila, San Luis Potosí, Sonora, Hidalgo y Tabasco.

Por su parte, las entidades que tienen más de uno y menos de dos millones de habitantes; reúnen sólo 10.8% de la población: Yucatán, Morelos, Querétaro, Durango, Zacatecas, Quintana Roo, Tlaxcala y Aguascalientes.
Finalmente, -allá lejos- se ubican cuatro entidades con menos de un millón de habitantes que reúnen tan sólo 2.7% de la población total del país: Nayarit, Campeche, Colima y Baja California Sur.

Con estas cifras nos damos cuenta que la labor del Ejecutivo Federal no es tan sencilla a la hora de distribuir los recursos públicos, y por ello utiliza la población como una referencia para realizar comparaciones ponderadas, pues le permite conocer la dimensión de un indicador en función de la cantidad de personas que habitan una localidad, un país o región.
Por otra parte, debido a los cambios en las cifras poblacionales, es de esperar que los recursos que la federación transfiere a las entidades federativas aumenten o disminuyan según el cambio poblacional en cada entidad. En promedio, más del 80% de los ingresos totales de las entidades federativas provienen de las transferencias de recursos federales por medio de las llamadas “Participaciones Federales”. (Durango 93%) Como son: Ramo 28, Ramo 33, el Programa de Apoyo para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (PAFEF), el Fondo de Apoyo a la Educación Básica y Normal (FAEB), y los Convenios de Descentralización del presupuesto de egresos de cada año.
De modo que el nivel poblacional y sus variaciones sugieren que las entidades con más población y mayor crecimiento poblacional en los últimos años, se podrían beneficiar en mayor medida que el resto de las entidades con los recursos provenientes de las participaciones federales.
Según la “Ley de Coordinación Fiscal” del 10 de febrero de 2005 -dato más reciente que tengo a la mano- los criterios de asignación de las participaciones federales a las entidades federativas son los siguientes:
  • 45.17% del total del Fondo se debe repartir en proporción a la población de cada entidad.
  • 45.17% se debe repartir de acuerdo con la participación de los estados en los impuestos federales sobre tenencia o uso de vehículos; el impuesto especial sobre producción y servicios; y sobre automóviles nuevos.
  • 9.66% del total del Fondo en proporción inversa a las Participaciones por habitante en cada entidad, de acuerdo con los criterios anteriores.

Leonardo Alvarez es Economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C., cualquier comentario por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/

domingo, 26 de agosto de 2007

Estructura del Gasto 2007 en el Gobierno del Estado de Durango.

Como ya lo había anticipado en mi anterior colaboración, el día de hoy analizaré de manera general la forma en que el Gobierno del Estado de Durango estructuró el presupuesto de Egresos 2007.

Como sucede por la vía de los ingresos, es natural que la forma en que el gobierno gasta los dineros no sea la que corresponde a un estado que requiera generar mayores empleos o articular cadenas productivas de manera más sólida. La razón más lógica es el cúmulo de compromisos hereditarios que tiene el gasto público, vía partidas presupuestales de la burocracia, el magisterio y algunos rubros que, o son obsoletas, o están destinadas en actividades poco trascendentes y que presumen un gasto innecesario para el gobierno.

En el marco de la discusión de la nueva reforma hacendaria, y de las expectativas que tenemos como estado para reorganizar nuestras finanzas públicas si prospera el ánimo federalista del gobierno de Calderón, es de suma importancia el presupuesto estatal que se vaya a generar para el año 2008 y los subsecuentes. Recordemos que parte de los proyectos que sin duda podrían ser insignia del gobierno de Ismael Hernández Deras son las carreteras: Mazatlán, Fresnillo, Parral y aún no se ve muy claro el panorama en materia de presupuestos.

Y, no obstante que el actual gobierno introdujo como novedad la conformación del “Presupuesto Participativo”, a ciencia cierta, los ciudadanos nunca pudimos comprobar si la consulta pública realizada en cada uno de los tres años anteriores finalmente se haya respetado tal como los ciudadanos eligieron. (A mi no me tocó contestar una sola de las encuestas). Si hacemos un poco de memoria los rubros siempre han sido: Seguridad, Empleo y Obra Pública, en ese orden.

Pues bien, tomando en cuenta las anteriores variables: la reforma hacendaria, el presupuesto participativo (prioridades) y el poco margen de maniobra de los dineros, analicemos la estructura de los gastos presupuestados para 2007:

El gobierno ejercerá al 31 de diciembre de este año 12 mil 496.35 millones de pesos (mdp), de los cuales, si tomamos en cuenta la distribución por poderes, tenemos que 97.9% de los recursos serán ejercidos por el Poder Ejecutivo. De este dinero 51.92% corresponde a fondos de aportación federal, 33% a erogaciones a nivel gobierno (burocracia, gasto corriente, presupuesto por dependencias), y 12.5% directo al magisterio. (Cuadro 1).


Ahora bien, si analizamos la clasificación por objeto del gasto del presupuesto del estado, tenemos que del gran total, 49% (6,008.73 mdp) será gastado en presupuesto directo, es decir, dinero que será destinado prácticamente en gastos de operación del gobierno. Destacan los servicios personales o salarios de la burocracia y el magisterio, con 19% del total del presupuesto. Sin embargo, si tomáramos en cuenta sólo los recursos como presupuesto directo este porcentaje subiría a 39.6% de los recursos directos. Y mire que Durango no es un estado que destaque nacionalmente en salarios de la burocracia ni a nivel empresarial, lo que sucede es que en realidad un alto porcentaje de los profesionistas laboran para el gobierno. Sobresalen también los rubros de subsidios y aportaciones, y las participaciones a los municipios con 9.4 y 8.9% del total del presupuesto, de los cuales no sabemos a ciencia cierta si se van a cubrir gasto corriente en los municipios. Por ahí sólo con 0.20% está contemplado el gasto en proyectos de inversión y prestación de servicios que debería ser un rubro más importante. (Cuadro 2).


Finalmente, analicemos la clasificación administrativa o por dependencia del gasto público estatal en 2007. (Cuadro 3).


Llama la atención que de 17 dependencias registradas dentro del Poder Ejecutivo, el magisterio (1,569.1 mdp) ocupa el segundo lugar en el ejercicio del gasto, por debajo de las erogaciones a nivel gobierno 80% (9,882.9 mdp). Supongo que éstas “erogaciones” son resultado de combinar los fondos de aportación del gobierno federal con los recursos estatales para obra pública e infraestructura. Ojala que así sea.

Sin embargo, si usted analiza en perspectiva esta distribución de recursos, verá claramente que las prioridades del gobierno y las de la gente común (Presupuesto Participativo) no corresponden fielmente con las necesidades de la realidad. En otros estados de la república esa clasificación es inversa, es decir, le dan prioridad a estructuras de promoción industrial o turística, o investigación y desarrollo, incluso en apoyos a la agricultura. En nuestra entidad, lamentablemente no.

Aparentemente, podemos deducir que sólo 20% de los recursos que se destinan al Poder Ejecutivo serán ejercidos para gasto corriente, pero aún así no podemos concebir un ejercicio del gasto donde la comunicación social rebase oficinas como SEDESOE o SEDECO que deben contar con personal e infraestructura de primer nivel para trabajar.

Resultaría ingenuo pensar que se podrá resolver de un plumazo o con una tablita en Excel un asunto de congruencia presupuestal como este. Hace falta además del compromiso real de nuestros gobernantes una decidida participación ciudadana. Súmele voluntad política departe de nuestros legisladores quienes finalmente aprueban los presupuestos.

Pero -sólo por poner un ejemplo-, por lo menos la anterior legislatura nos demostró que no le interesaban este tipo de asuntos. El Congreso aprobó mayor presupuesto para elecciones locales y aumentó el número de legisladores. La lógica política siempre está por encima de la lógica económica. ¿Usted cree que debemos confiar en ellos? ¿Usted cree que cambiará la estructura tradicional de nuestro presupuesto?

Leonardo Alvarez es Economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C., cualquier comentario por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/



domingo, 12 de agosto de 2007

Estructura de los ingresos fiscales del Estado de Durango en 2007.

Buen día estimado lector, hoy analizaré la estructura general de los ingresos totales que el Estado de Durango ha registrado en este año 2007. Desde mi punto de vista, los ingresos públicos estatales acusan un diseño o estructura que no se adecua a las necesidades de inversión que requiere un estado como Durango. La existencia de partidas tradicionales y casi por decreto en sectores que no impactan el desarrollo de inversión productiva, innovación o tecnología, restan margen de maniobra al presupuesto estatal, evitando así una mejoría notable en la economía de los duranguenses.

Como apuntaba la semana pasada, los criterios principales que esgrime la federación para distribuir los ingresos públicos de manera “equitativa” más no justa entre las entidades, principalmente se centran en dos variables que son fundamentales: el nivel poblacional y la aportación de las economías estatales al PIB Nacional. Hay otras variables, pero, sin duda, estas dos son las fundamentales.

Hay que aclarar que la distribución que hace la federación es equitativa desde el punto de vista de un estado como el nuestro, por que al igual que otras entidades de la república dependemos de los estado más prósperos del país, de tal suerte que en relación a los ingresos públicos, el número de habitantes y nuestra aportación al PIB nacional, ocupamos el honroso lugar 24 a nivel nacional (Cuentas Nacionales del INEGI). Desde este punto de vista, los recursos que la federación destina para Durango son equitativos.

Por el contrario, para estados que aportan mayores recursos vía impuestos a la hacienda pública federal, y que gozan de una densidad poblacional alta y un PIB por encima de la media nacional, esa distribución es injusta. De ahí que haya mucho interés en cambiar las formulas de distribución fiscal. Para estados fuertes como el Estado de México, D.F., Nuevo León, Jalisco o Baja California, si la reforma fiscal prospera en términos de “justicia”, ese cambio sería benéfico para ellos, no así para los que nos encontramos por debajo de la media nacional en esos rubros.

Ahora bien, no pocas veces nos hemos preguntado a qué obedece que la situación de un estado dotado de importantes recursos naturales siga estancado respecto de otras entidades de la república. En lo personal, no me gusta dar el argumento tradicional de que no hemos aprovechado como debe ser los importantes recursos naturales que tenemos: forestales, mineros, agropecuarios, entre otros. Creo que sí los han explotado, sólo que muy pocas empresas y muy mal, pues ya se los están acabando.

Es decir, no figuramos en los primeros sitios más que en la producción de tres o cuatro productos y eso en aspectos primarios: producción maderable (cada vez más escasa); frijol, becerro en pié, oro, plata, entre los principales recursos en los que figuramos a nivel nacional por lo menos en la estadística. Prefiero argumentar una cosa más simple: tenemos un problema de baja densidad poblacional y poco valor agregado a nuestra producción primaria. Ahí están las cifras de población y PIB que mencionaba anteriormente.

De modo que, la prosperidad de un estado o una región depende de los esfuerzos que el gobierno haga apuntalando las actividades estratégicas con la que cuenta de manera natural, combinando sus presupuestos de forma inteligente con el esfuerzo paralelo de ciudadanos y empresas, cerrando así el ciclo económico fundamental.

Lo poco o mucho que el gobierno estatal haga con los recursos públicos totales, para el caso de Durango al son de 6.34% de origen propio y 93.66% de origen federal a través de las participaciones fiscales (Ley de ingresos 2007 para el estado de Durango), depende de la forma como distribuya sus ingresos para impactar las actividades productivas. (Cuadro 1).


Por ejemplo, debe invertir recursos junto con los empresarios locales para que la producción primaria sea más rentable y escale a niveles industriales con alto valor agregado. Debe incentivar el uso de tecnología y realizar inversiones que atraigan capital nacional y extranjero. El problema es que hemos adolecido de gente visionaria en los puestos de poder desde hace 50 años atrás, y eso es triste y lamentable.

Lo que el estado está tratando de hacer hoy (2007) con los pocos recursos públicos que tiene: modernizar la infraestructura física y comercial de las ciudades, ampliar la red carretera, impulsar mejores comunicaciones, y darle identidad propia a sus ciudades, lo debieron haber comenzado desde hace mucho tiempo los políticos y empresarios de antaño. De modo que hoy los costos de oportunidad del gobierno son altísimos, por lo que tiene que comenzar por el principio: la generación de infraestructura.

A esta lamentable situación debemos sumarle la configuración obsoleta que el sector público a heredado con el paso de los años. Me refiero a los rubros o partidas que con el paso del tiempo se han hecho hereditarias y que a pesar de que el entorno político, económico y social ya no es el de hace 30 o 40 años, seguimos siendo un estado benefactor, subsidiario y solidario con los sectores tradicionales y no uno que sea un verdadero promotor del desarrollo. Por ello los sectores como la educación, la salud, la vivienda, la asistencia social o la burocracia, siguen siendo en su conjunto el principal sustento de la economía estatal. No así las industrias.

Lo que quiero argumentar con esto es que áreas que deben ser punta de lanza en una administración como lo es la atracción de inversiones o la generación de empleos, se ven perjudicadas por la poca inversión pública disponible para estos rubros. Por ejemplo, mientras una oficina de Desarrollo Económico de un estado como el de Jalisco destina recursos sólo para promoción en ferias y exposiciones internacionales por encima de los 100 millones de pesos (mdp) anuales; en un estado como Durango, el presupuesto total para la oficina de Desarrollo Económico en 2007 es tan sólo de 15.48 mdp. (Ley de Egresos del Estado de Durango 2007).

Por ejemplo, de los ingresos totales para 2007 en Durango, sólo el 23% no está totalmente etiquetado. Es decir, el 77% de los ingresos públicos vía las participaciones federales van directamente hacia rubros como el Fondo de Apoyo a la Educación Básica y Normal (FAEB) 35%, el Fondo General con 29%; el Fondo de Aportación para los Servicios de Salud con 7%; el Fondo de Aportación para el Fortalecimiento de los Municipios (FAFOM) con 3%, y el Programa de Apoyo al Fortalecimiento de Entidades Federativas (PAFEF) con 3%. (Cuadro 2).


Esto no quiere decir que con estos ingresos no se invierta en infraestructura o tecnología, pero hay que ver de ese dinero cuánto se destina al gasto corriente de la burocracia estatal: sueldos, prestaciones, salarios, insumos. De estos ingresos sale la suburban de los presidentes municipales o los lujosos automóviles de funcionarios de primer nivel, o la construcción de escuelas, por ejemplo. Sin embargo de la forma de gastar del gobierno hablaremos en otra entrega específicamente.

En este sentido, lo que resulta preocupante es que el margen de maniobra que representan esos ingresos públicos son muy restringidos, y como tradicionalmente la lógica política supera a la lógica económica en las decisiones públicas, el gobierno cede ante la presión de sindicatos y grupos de poder que se encuentran detrás de estos fondos. Es decir, ante la posibilidad de incurrir en un costo político que restringa posiciones electorales futuras, permiten que los grupos, partidos políticos y sindicatos que se encuentran detrás de estos Fondos o Aportaciones, sigan obteniendo año con año jugosos incrementos.

La crítica no debe ser sólo para el gobierno. Acá falta la responsabilidad moral de los empresarios y los ciudadanos que tampoco hemos hecho bien nuestra chamba. Más de los empresarios que de los ciudadanos, claro esta. No hace falta muchos esfuerzos para averiguar que los principales dirigentes de cámaras industriales del país y de nuestra localidad, dependen de importantes “apoyos” que hace el gobierno para el funcionamiento de sus cámaras a cambio de su sumisión, cuando lo justo debería ser que el gobierno se sumara a la labor de desarrollo que los empresarios deben hacer por su país y por su estado. Me gustaría ver a más empresarios metidos en su trabajo diario que haciendo grilla barata en la política local.

Como ejemplo mire usted, que curioso que para las fiestas de la ciudad el responsable total de la inversión en la infraestructura debió ser el gobierno, mientras en otros países, son los empresarios los encargados de llevar la batuta en materia económica. No cabe duda que vivimos en un mundo al revés. Por lo pronto, espero haber ayudado un poco a entender la estructura de los ingresos públicos del estado de Durango para este año 2007.

Leonardo Alvarez es Economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C., cualquier comentario por favor dirigirlo a. leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx o http://leonardoengd.blogspot.com/

domingo, 5 de agosto de 2007

Importancia de analizar la Distribución Fiscal para las Entidades de la República.

En esta colaboración daremos seguimiento a la reforma hacendaria calderonista, concretamente en la parte denominada “Federalismo Fiscal”. Este concepto, desde mediados de la década de los 80´s tomó auge debido al cambio cualitativo de nuestra economía durante los sexenios De la Madrid - Salinas. A partir de esa época, nos perfilamos de ser una economía cuasi cerrada hacia una economía totalmente abierta, a través de una creciente desregulación del comercio exterior y la privatización de casi la totalidad de las empresas paraestatales que representaban un cargo excesivo al erario público. Curiosamente, hoy sobreviven las instituciones y sindicatos más fuertes y corruptos que se siguen oponiendo sistemáticamente a cualquier reforma económica de este tipo: PEMEX, CFE, LFC, SNTE; IMSS, ISSSTE, CTM, entre los más importantes.

De manera que, durante el sexenio del Lic. Carlos Salinas de Gortari, se configuró una creciente búsqueda de ingresos públicos distintos a los del petróleo, y junto con su obra cumbre, el Tratado de Libre Comercio con EEUU y Canadá, constituyeron la temática de esa aventura neoliberal de México. Lamentablemente, la lógica política se impuso a la lógica económica, y hoy, a más de 20 años de comenzar con esta transición económica, nuestro país todavía sigue en la búsqueda de sustituir la dependencia de los ingresos provenientes del petróleo que cada vez son más raquíticos.

El argumento del actual gobierno federal parte de reconocer que el mejoramiento de la Hacienda Pública debe comprender a todos los ordenes de gobierno -desde el punto de vista económico: i) porque hay poca claridad en la división de responsabilidades y funciones; ii) porque hay excesiva dependencia de los gobiernos estatales sobre las transferencias federales para enfrentar las responsabilidades de gasto; iii) por que debido a las formulas de asignación de participaciones y aportaciones los incentivos de los estados son bajos para recaudar más y hacer un mejor uso de los recursos; y iv) porque el pacto fiscal vigente no ha coadyuvado a fortalecer las haciendas públicas de los tres ordenes de gobierno, ni por el lado de la recaudación, ni por el lado de contener las presiones de gasto. En suma, la centralización económica heredada del pasado, hace que hoy un gobierno federal que no tiene el control del Poder Legislativo y no gobierna en la mayor parte de los estados de la República, salga por primera vez en la historia –la iniciativa de Fox no cuenta- a explicar y convencer de las bondades de una reforma hacendaria para todos los sectores del país. Hay que aprovecharlo.

¿De donde parte el Ejecutivo Federal para justificar un nuevo “Federalismo Fiscal”?

1.- En promedio, los recursos propios de las entidades representan sólo 8% de sus ingresos totales. Desde 1998, los ingresos transferidos a las entidades se han incrementado en 1.5% del PIB, aún cuando los ingresos no petroleros del gobierno federal han aumentado en 0.9 % del PIB. (Cuadro 1).


2.- Las fórmulas de asignación de los recursos entre las entidades padecen de varias deficiencias, entre las que se pueden mencionar que no contienen incentivos para incrementar la recaudación de las entidades (costo político de por medio); y tampoco premian el buen desempeño económico entre cada entidad federativa. Por ejemplo, hay asignaciones como el Fondo de Apoyo a la Educación Básica (FAEB), que obedecen a una situación histórica y no reflejan los cambios demográficos y económicos entre las entidades, lo cual resulta muy injusto. Lo más ridículo del caso (asignaciones históricas o por decreto) es que la mayoría de las haciendas públicas locales no pueden destinar recursos hacia actividades productivas distintas a las tradicionales, por eso hay casos como los de Oaxaca o Chiapas, donde el magisterio es muy fuerte y es tradicional, que exige tantos recursos que no permite inversiones en actividades que tengan que ver con el desarrollo económico, con lo cual podría fortalecer su economía. Es decir, no hay un vínculo claro entre las participaciones, la actividad económica y la recaudación en las entidades federativas, lo que ha llevado a que la distribución de las participaciones per cápita no hayan cambiado con el paso del tiempo. (Cuadro 2).



¿Cuál es la propuesta concreta?

Se pretende replantear el pacto federal para que cada entidad atienda los problemas más importantes que viven en sus comunidades y regiones, para lo cual propone nuevas potestades tributarias locales:

a) Permitir a las entidades introducir un impuesto a las ventas finales de todos los bienes que actualmente están gravados por el IEPS. (presentes y futuros)

b) Establecer que cuando menos el 20% de lo recaudado se destine a los municipios.

c) También, que cuando menos el 50% de lo recaudado se destine a infraestructura en vialidades y en seguridad.

d) Y se les transferirá a los Estados la potestad tributaria sobre la tenencia con un artículo transitorio que dará 6 años para su aplicación a las legislaturas locales.

La recaudación de estas nuevas potestades se sumarían al 30% del incremento de la recaudación federal participable con motivo de la reforma fiscal. Por otra parte, para rescatar el espíritu de fomento a la actividad económica y estímulo a la recaudación de las participaciones federales, al mismo tiempo se propone fortalecer el componente solidario y redistributivo:

e) Modificando las formulas de las participaciones para premiar la actividad económica y los esfuerzos de recaudación.

f) Adecuar las reglas de algunos de los fondos de aportaciones para realizar transferencias federales redistributivas.

Hasta aquí, es la propuesta concreta que la Secretaría de Hacienda ha presentado para mejorar la hacienda pública de las entidades de la república, la cual, está ahora en manos del Poder Legislativo y ya ha sido criticada por los principales sectores de nuestra economía. ¿Cuál es el beneficio concreto para Durango? ¿De quien es la responsabilidad de informar a los ciudadanos en este tema? ¿De tin-marín de do-pin-güe? La verdad que no hemos escuchado nada al respecto.

Como se trata de una propuesta que igual está dirigida hacia la iniciativa privada como al sector público, en lo particular me preocupa el debate de nuestros legisladores locales y federales y la resolución que finalmente hará el Gobierno del Estado. Por lo menos –se supone- los diputados federales y los senadores ya tienen tablas y están más “encanchados”, aunque no hemos visto ninguna postura; y la legislatura local se encuentra en plena transición y tampoco vemos claro por donde vendrá su posicionamiento, lo único que mostraron en campaña es que todos los diputados locales van a ayudar a generar empleos y traer más recursos a Durango ¿Cómo? No lo sé.

¿Cuál es el escenario para el Gobierno del Estado de Durango?

Partiríamos de una realidad que es la justicia y la equidad distributiva. En este sentido, competimos con entidades que a lo largo del tiempo han estado soportando la carga fiscal del país, y que, en términos de Población y de Producto Interno Bruto, criterios fundamentales para la distribución de los ingresos fiscales, exigirán un mejor tratamiento de la federación. Con estos criterios Durango aparece en el lugar 24 a nivel nacional. (Cuadros 3 y 4).







Asimismo, el Estado de Durango presenta un crecimiento promedio de 12.43% de los ingresos públicos en los últimos 9 años. Lo que representa un crecimiento moderado que se ve estancado a partir del año 2003, producto de las bajas expectativas del precio del petróleo y al poco margen de maniobra de los presupuestos públicos, pues en general los rubros de gasto ya están “etiquetados” o “asignados” históricamente. Recordemos las penurias que pasó la administración del Lic. Ángel Sergio Guerrero Mier al terminar el sexenio 1998 – 2004; y la refinanciación obligada de la deuda pública que hizo la actual administración del C.P. Ismael Hernández Deras, apenas en el año 2005. (Cuadros 5 y 6).




Ahora bien, la cuestión aquí no es pedir más, sino cómo justificar que no le den menos a Durango, toda vez que en la entidad tenemos una base gravable muy raquítica, y, por otro lado, hasta el año 2010, el cargo que representará el financiamiento público de la Supercarretera Durango – Mazatlán, restará margen de maniobra al presupuesto que llega de la federación.

A ello súmele las grandes necesidades que se tienen en la entidad de más infraestructura carretera: Fresnillo, Parral; mejores vialidades urbanas; seguridad pública; y por ahí hasta el último los apoyos para apuntalar el crecimiento económico de nuestras regiones. De modo que el costo de oportunidad para nuestro gobierno estatal es muy alto.

En este contexto, estimados amigos, la discusión que se haga en los siguientes 3 meses será fundamental para la programación del presupuesto 2008 y las inversiones subsecuentes para nuestro estado. De ahí la preocupación y cuidado que debemos darle a la aprobación o no de una reforma hacendaria para nuestro país.

En este sentido, valdría la pena conocer los planes que hay en la Ley de Ingresos y las prioridades de gasto para 2008 de nuestro gobierno estatal, al margen del presupuesto participativo que ha condicionado invertir los recursos públicos de Durango en fachadas del centro histórico; o en las nuevas instalaciones de la feria; o en la supercarretera Durango – Mazatlán.

Los números, las gráficas y los comentarios los dejo para su reflexión, estimado lector.

Leonardo Alvarez es economista y socio fundador de la empresa GD Innovaciones, S.C.; cualquier cometario relacionado con esta columna, por favor dirigirla a:
leonardoengd@gmail.com ó www.leonardoengd.blogspot.com