domingo, 30 de diciembre de 2007

Año 2007: Un recuento del desempeño económico nacional y estatal**

Estimados lectores, coincide la publicación de esta columna con el último día del año 2007, mismo que extingue lentamente y nos obliga a reflexionar rápidamente para ajustar la brújula y navegar a buen puerto en el 2008. Desde la trinchera de las gráficas y de los números les deseamos mucha salud y éxito en todos sus proyectos.

Prácticamente estamos listos para comenzar un año más de “experiencia” llenos de buenos deseos y generosas expectativas. Hagamos pues un balance, un recuento de lo bueno y de lo malo, en materia económica, tanto a nivel federal como local durante el 2007, lo que equivale a deshebrar el primer año de gestión de Felipe Calderón Hinojosa como Presidente de México y el tercer año de gobierno de Ismael Hernández Deras como Gobernador de Durango.


Desempeño económico en el estado de Durango.
Infraestructura:
En principio de cuentas debemos reconocer la estrecha, pragmática y hasta convenenciera relación del Gobernador de Durango con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa y con el resto de su gabinete. La mezcla de recursos públicos estatales y municipales sumados a los recursos de los programas federales han fructificado dando buenos dividendos e impulsando (aunque insuficientemente aún) la economía local. En el primer trienio de Ismael Hernández Deras es evidente lo que se ofrece a la vista en materia de infraestructura carretera, comercial y turística para nuestro estado, aunque sigue siendo ocioso lo que se publicita con bombo y platillo en los medios masivos de comunicación, pero hay que entender que a los políticos les encanta la publicidad porque es gratis (se paga con nuestros impuestos).

Desarrollo Empresarial: En lo que respecta a la dinámica que presentaron los fondos federales de apoyo empresarial (Fondo PYME, PROSOFT, FONAES, etc.) que debieran contribuir para contrarrestar la escasa capacidad empresarial y emprendedora que existe en Durango y a generar empleos la cosa es muy distinta. Por una parte, nuestras empresas, hay que reconocerlo, son eminentemente tradicionales (y familiares) por lo que no les gusta la competencia, le temen al riesgo y a la inversión productiva, por otra parte, las autoridades competentes encargadas de romper este paradigma todavía brillan por su ausencia. Nos referimos a la Delegación Federal de la Secretaría de Economía y a la SEDECO, ambas caracterizadas por el bajo perfil de sus funcionarios y al nulo margen de maniobra que el Ejecutivo Estatal les otorga en relación a la promoción y al desarrollo económico. De los organismos empresariales ya hablaremos más adelante.

Aunque hay una inversión razonable en programas como las Incubadoras de Nuevos Negocios, el esfuerzo de los Empresarios Jóvenes de COPARMEX y otros esquemas de desarrollo empresarial, además de que las Instituciones Educativas han promovido una oferta profesional más competitiva y diversificada no ha sido suficiente para consolidar el desarrollo económico de Durango. Por lo menos, nos encantaría ver una nueva empresa 100% duranguense (que no sea franquicia) en nuestro flamante Paseo Durango o en otro escaparate del remodelado Centro Histórico de Durango, sin embargo nuestra realidad es otra.

Generación de Empleo Formal: A pesar de que el Gobierno Estatal se jacta y presume de haber cruzado el umbral histórico en la generación de empleo (que en última instancia es una decisión que le corresponde a las empresas), hagamos un análisis más riguroso y objetivo. Los trabajadores permanentes (quitando los eventuales) en el sector privado estatal registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) suman en números redondos, a noviembre de este año, 152 mil, esto es, 14 mil fuentes de empleo menos que en el año 2000. Aunque en el 2007 la tasa de crecimiento del empleo formal es muy similar que las registradas en 1999 o en el 2000, alrededor de 4%, aun no recuperamos el nivel de empleo “máximo histórico” en Durango (Gráfica 1).


De diciembre del 2006 a noviembre del 2007 se han generado 6 mil 200 (6,200) nuevas plaza permanentes de trabajo (Gráfica 1), insuficientes para absorber la creciente oferta profesional duranguense que, desgraciadamente, tiene que emigrar a otros Estados, incluso al extranjero. Lo grave del caso es que el Gobierno Estatal sigue realizando un esfuerzo aislado y no en equipo, tal como se hace en otras Entidades de la República Mexicana con acuerdos claros entre Sindicatos, Organizaciones Sociales, Cámaras y Organizaciones Empresariales e Instituciones Educativas. En este sentido, no escuchamos la voz empresarial “local”, ni el aporte de nuestras Instituciones Profesionales al respecto del empleo, sólo el Gobierno le entra a este debate. Ni pensar que las Cámaras Empresariales aporten su granito de arena, sólo son voces o líderes de opinión al servicio del Gobierno ocupados en la pose de cada entrevista que conceden, pero de empleos o de proyectos viables de inversión en Durango simplemente hay silencio. Proliferan en Durango las Cámaras Empresariales que hacen política barata y no promueven mejores condiciones para sus agremiados o creación de nuevas fuentes de empleo. Es curioso, el papel de promotor del empleo e inversión productiva es liderado por Gobierno Estatal y no por las Cámaras Empresariales o los mismos Empresarios. En fin, cada vez que se cuestionan este tipo de prácticas es común escuchar una respuesta que refleja nuestra apatía: “es Durango”. Antes de que culminara el año 2007, después de la gira de trabajo por Alemania, el Gobierno Estatal anunció otros cientos de empleos adicionales para Durango en la rama automotriz, ojalá no sean empleos de periódico o se sobreestimen como ha sucedido casi siempre en los proyectos de manufactura de esa naturaleza.

En general, para concluir este apartado, el trabajo del Gobierno Estatal está a la vista y tenemos la responsabilidad (y la obligación) de sumarnos a éste aportando trabajo duro y lo mejor de nosotros, pero sobre todo, animándonos a romper paradigmas.

El desempeño de la economía “Calderonista”
Felipe Calderón Hinojosa recibió el cambio de estafeta en condiciones políticas y sociales sumamente complicadas, aunque con estabilidad macroeconómica, pero con deficiencia económicas estructurales que urgen resolver (Cuadro 2).


Diagnóstico: La economía mexicana durante el periodo de Calderón padece más que nunca los efectos del deficiente marco institucional en que se desenvuelven las actividades productivas, en gran medida, debido a la ineficiente y excesiva regulación tanto a nivel Federal, Estatal y Municipal. Esto implica que los costos de transacción a los cuales se enfrentan los agentes económicos, empresas e individuos, son muy elevados dando como resultado una tasa de crecimiento económico muy por debajo de nuestras necesidades y, en consecuencia, menor crecimiento del empleo formal, de los salarios reales, así como menores posibilidades de abatir la pobreza.

Gasto público para impulsar la economía: Sumado a lo anterior, el Gobierno Federal se enfrenta a una “precariedad fiscal” derivada de la baja carga tributaria, la alta dependencia de los ingresos petroleros y los diversos compromisos ineludibles de gasto corriente como las pensiones de los empleados públicos y las transferencias federales a los Estados y Municipios. El problema fiscal se ha tratado de resolver con dos medidas que, aunque importantes, no atacan a fondo el problema estructural de las finanzas públicas. La primera es la reforma de las pensiones del ISSSTE con un esquema similar al que rige para los empleados del Sector Privado bajo el sistema de las AFORES. La segunda es la reforma que introdujo el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), ésta, sin embargo, no resuelve la debilidad tributaria ya que no atiende la necesidad de pasar de un sistema basado en impuestos al ingreso a uno sustentado en impuestos al consumo que son más simples de recaudar y de administrar.

Crecimiento del PIB: México tiene tasas de crecimiento económico similares a las de los países desarrollados (entre 3% y 4%), pero el problema es que somos una economía en vías de desarrollo con muchos retos en la parte económica y aún más en la parte social; simplemente para comparar: China e India tienen tasas de crecimiento muy cercanas al 10%. Para que la economía crezca a tasas elevadas y sostenidas se necesita (y es urgente) de un marco legal simplificado que minimice los costos de transacción y que garantice la existencia de mercados competitivos, tanto de bienes como de factores de la producción.

Monopolios: Por otro lado, hay importantes sectores (telecomunicaciones, energético, comercio, construcción, por mencionar algunos) donde imperan los monopolios y las prácticas monopólicas, generando no sólo un menor bienestar de los consumidores, sino también una menor tasa de inversión en la economía y una menor competitividad de las empresas mexicanas frente a las extranjeras.

Si Felipe Calderón Hinojosa y su gobierno quieren en verdad plasmar o provocar cambios benéficos a la economía mexicana, tendrán que vencer la resistencia de aquellos que se oponen a modificar el marco institucional porque se benefician del “estado actual” ineficiente (burócratas, sindicatos y grandes empresas). Es el reto más importante que tendrá en los próximos 5 años el gobierno calderonista, no enfrentarse a este gran “conflicto” nacional implicará que la economía siga con una tendencia de desempeño pobre y sin muchas esperanzas para resolver otros problemas sociales como la pobreza.

** Coautores:
Leonardo Alvarez: Es economista y Socio Fundador de la empresa GD Innovacioes, S.C.
leonardo.alvarez@gdinnovaciones.com.mx ó leonardoengd@blogspot.com.

Luis de la Torre Cruz: Es consultor privado y Socio Fundador de GD Innovaciones, S.C.
luis.delatorre@gdinnovaciones.com.mx ó ldelatorre@hotmail.com.