domingo, 5 de diciembre de 2010

Entre el aguinaldo y la tarjeta de crédito

Llega la temporada decembrina, el aguinaldo y con ello, la presión sobre nuestro efectivo disponible y el uso indiscriminado de nuestra tarjeta de crédito.

A pesar de estar inmersos en un periodo de crisis económica en el que debe privar la austeridad, la realidad, es que nuestros instintos consumistas nos pueden traicionar y nos obligan a sobre-endeudarnos; sobre todo, por el uso irracional de nuestras tarjetas de crédito.

Este diciembre, antes de gastar y firmar, piense, medite y racionalmente decida cómo aprovechar más su dinero. La lógica económica nos dice que destinar lo máximo a pagar las deudas es lo mejor. Lamentablemente, en esta temporada nuestra mente actúa por el influjo del corazón y del deseo.

Prepárese para comenzar el año 2011 con nuevos compromisos: predial, refrendos, incremento de precios en combustibles, colegiaturas y, por consiguiente, en algunos alimentos. Sea austero y previsor. Las condiciones del empleo y los ingresos lo ameritan.

Antes de desenfundar su plástico, infórmese sobre los plazos, las tasas y los meses sin intereses o los pagos diferidos. El uso de las tarjetas de crédito se popularizó por la “comodidad” y “estatus” que implica comprar bienes sin tener que portar efectivo, pero en el caso del crédito plástico, condiciona nuestro ingreso futuro con un consumo presente. Por lo tanto, el precio es determinado por una tasa de interés promedio más otros costos.

En este sentido, el uso del dinero plástico implica un costo adicional al precio de los productos que adquirimos y en la mayoría de los casos no estamos conscientes de ello. Entre los cargos adicionales a los que estamos expuestos aparecen conceptos como: la “cuota anual”, los “meses sin intereses”, los “recargos” y los “intereses moratorios”.

Para auxiliarnos a tomar una buena decisión sobre las tarjetas de crédito más accesibles, el Banco de México publica semestralmente una lista con las principales características del crédito que otorga la banca comercial. Ha dividido su análisis en las tarjetas de crédito clásicas, oro y platino.

Por ejemplo, para los productos del segmento de tarjetas Clásicas, con datos de junio 2010, Banco de México publicó la lista negra de las tarjetas con más altos intereses (http://www.banxico.org.mx/sistema-financiero/publicaciones/reporte-de-tasas-de-interes-efectivas-de-tarjetas-/%7B7512B60F-CE1F-3AB6-B5EE-6F702E0660F4%7D.pdf), y en ella encontramos lo siguiente:

Para tarjetas clásicas; Bancoppel se ubica como la tarjeta de crédito más cara del mercado con una tasa efectiva promedio ponderada de 65% anual; le sigue GlobalCard con 58.7%; BNP Paribas de Comercial Mexicana, con 58.8 y Banco Fácil (Chedraui) con 56.2% anual.

Por el contrario, las tarjetas de crédito más baratas en el segmento de las clásicas son: Azul Bancomer con 24.8% anual; Santander Ligth con 28.4; ScotiaBank con 30.2 y Clásica Inbursa con 34.4% anual.

Llega la temporada decembrina, el aguinaldo y, con ello, la presión sobre nuestro efectivo disponible. Antes de gastar y firmar, piense, medite y racionalmente decida cómo aprovechar más su dinero. Recuerde que estamos inmersos en un periodo de crisis económica en el que debe privar la austeridad: use su tarjeta de crédito racionalmente.


Leonardo Alvarez
@leon_alvarez

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